Rouses
Regresamos al palacio, mi abuela está en la puerta, antes que pueda decir algo su mano impacta contra mi rostro. Nadie dice nada. Me hace entrar de mala manera. Me recrimina por mis actos.
—Hice lo que tenía que hacer
—Pusiste todo en riesgo
—Y lo volvería hacer, ella es importante para mí
—¿Quieres que pase lo que hice la última vez que sentiste? Porque estoy a nada de hacerlo —La miro
Jeff y Camila llegan y no digo nada, solo voy a abrazarla.
—Lo siento, lo siento tanto
—Rouses, cariño —Me separa de ella —Fue muy arriesgado cariño
—No podría vivir sin una de mis mamás
—Mi niña hermosa
No son los únicos en llegar, el Capitán Morelli está detrás de ellos con el uniformado Serra, que me queda mirando.
—Su alteza real creo que soy portador de malas noticias
—¿Qué?
—Me temo informar que después de la sentencia preventiva, los detenidos escaparon con la ayuda de uniformados de nuestro cuerpo policial
No puedo más, tengo a las ratas metidas hasta en mi propia casa.
—¿Cómo dijo?
—Su Alteza —Se dirige a mi abuela —Creo que no es el unica rama implicada
—Maldita sea, quiero que hagan un barrido, quiero a las ratas fuera, quiero que les saquen lo que saben. Quiero saber en quién puedo confiar, no puedo ir a siegas. No me importa quién caiga, o quién cae con él.
—Su majestad…
—Llamen al presidente, quiero que se haga ya. Esta información quedará aquí, no quiero más gente involucrada que pueda alertar al resto. Haga su trabajo Capitán.
—Sí Su Alteza real
Siento el corazón por las orejas, y un líquido caliente bajarme por la nariz, cuando me toco la cara veo sangre.
—Rouses debes tranquilizarte ven —Lucia se acerca, pero me alejo —Rouses…
Mis manos se ven borrosas, y lo siento, esto lo he sentido antes.
—Llama a Bruno y dile…
Mi oración queda a medias, cuando caigo al suelo y se escucha un grito. Hay sangre, mucha sangre. Siento que vomito y el grito de desesperación de Lucia. Todo se vuelve oscuro.
Alessio
Las cosas pueden complicarse rápido, todo puede estar bien y un minuto después peor. Sentí como una nube negra, cubrió por completo el lugar cuando levante a Rouses inconsciente. La sangre que se le iba por la nariz era como un río. Parecía que helipuerto estaba muy lejos, ya que cada paso que daba me parecía lento.
El viaje hasta el hospital fue igual de lento, cuando llegamos, el médico de cabecera de la familia nos esperaba con una camilla y el equipo médico. Subimos al ascensor, mientras le tomaban los signos vitales y hablan de cosas que en ese momento mi cerebro no quería entender. Cuando las puertas se abrieron salieron corriendo empujando la camilla, yo iba detrás, hasta que no me dejaron avanzar más.
Me senté en el suelo, sentía como si hubiera corrido una maratón y las piernas no me rendía más. Odiaba los hospitales, el olor de ellos, el color de las paredes. Me recordaban al día en que mi madre falleció. Espere horas hasta que me llevaran con la gente de trabajo social.
No sé cuanto tiempo paso ahí, el resto de la familia llega. No nos dan información, Lucia me hace levantar y me sienta en una de las bancas de la sala de espera.
—Señor Caruso —Miro a la abuela de Rouses —Necesito que traiga a mi otra nieta, por sí…
—Ni si atreva a decirlo —Digo —No lo diga. Ella no morirá.
Me mira y se va.
Llamo a Jack para que se encargue, Marco, Paco, Jeff, Dylan, todos están aquí. Me pongo de pie y camino hasta Antoni.
—Hagan un perímetro, quiero dos cuadras patrullas, habla con el jefe de policías. Con el fiscal. Quiero cada piso de este hospital custodiado. No quiero que nadie salga ni entre sin ser identificado. ¿Entendiste?
—Si
—Hazlo
—Enseguida
Se marcha junto al resto y regreso a lado de Lucia, ella sujeta mi mano y Camila aparece con un vaso de agua.
—Lo siento —Dice —Si yo no hubiera…, ella no estaría aquí
—Estaría aquí si te hubiera pasado algo y no se lo perdonaría —Indico —No es tu culpa
—Si algo le pasa a mi niña —La miro y niego
—Nada pasará —Escucho que dice Lucia —Es fuerte, Dios no permitirá que nada le pase. Es fuerte, ella es una Alessandretti
—Es imperativo que regreses Victorie, Rouses fue atacada. No han dicho nada. Apresúrate, que si la perdemos, perderemos la corona.
—¿No piensa en Rouses?
—Lo hace, pero no esperes que lo demuestre —Dice Camila —Los Alessandretti tienen una forma muy rara de amar. Algunos creen que dejarte y conseguirte una novia es amor —La miro —Y otro dándote el divorcio para que seas libre
El resto de la familia llega. Arabella es un mar de lágrimas, al igual que Victorie. Sus parejas hacen lo necesario para calmarlas. Hay muchos blancos en un solo lugar y le indico a la abuela el peligro que implica y ordena que Victorie y Arabella se vayan al palacio. Le piden que la mantengan al tanto de Rouses. Ella accede, pero antes que se vayan el médico sale.
—Bruno —Es Victorie la que se acerca —¿Cómo está? ¿Qué tiene?
—Se golpeó muy fuerte la cabeza, su cuerpo está procesando el veneno, estamos ayudando a que sea más llevadero a la larga, veremos las repercusiones
—¿Es peligroso?
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Editado: 27.05.2024