Camila me arregla el peinado mientras trato de enderezarlo. Mateo me acomoda el vestido negro con una abertura en la pierna izquierda, el escote es en V y va hasta la mitad de mis hombros. Es muy bonito y formal.
—Te ves hermosa
La corona que llevo es de oro puro con un diamante negro en el centro en forma de lágrima, sostenido por varios laureles. No es nada ostentosa.
Mateo me da un chal de seda que me coloca para cubrirme un poco. Bajo hasta donde mi abuela y Alessio me esperan. Mi abuela me mira y asiente. Alessio se queda mirándome y extiende su mano y la tomo antes de bajar los últimos escalones.
—Alessio me ha dicho lo que quiere darte por regalo de cumpleaños y me parece perfecto —Miro a Alessio —Trata de no agarrar mucho color en Macedonia
Miro a Alessio sorprendida y luego a mi abuela. Me voy contra Alessio envolviendo mis brazos y besando sus mejillas.
—¿Es en serio? —El asiente
Miro a mi abuela, ella solo me mira y sé que no le gustan los abrazos ni besos, pero aun así lo hago la abrazo y le doy un sonoro beso en la mejilla. No espero respuesta, pero al recibo. Un pequeño abrazo, muy corto, que me llena el alma.
—Salúdame a tu tío —Dice cuando me separo de ella —No olvides que eres una Alessandretti más que una D’Alturi
—Si abuela
—Si tu otra familia se te acerca, ve con cuidado, son unas pirañas
—Está bien —Sonrió. Camila aparece —Nos vamos a Macedonia
Ella me mira y luego a mi abuela.
—Solo serán unos días, estimo que una semana
—Dijimos nueve días
—Un dia más, un dia menos.
Ir a la gala ya no parece tan pesado, podre ver a mi tío. Estoy feliz. Cuando llegamos a la gala, nos recibe una chica que nos indica que para entrar debemos ingresar por la alfombra roja. Ella parece muy nerviosa.
—Su alteza real, debe posar, será por corto tiempo, después irá usted y posteriormente ambos o puede ser al revés, ambos y posteriormente
—Podemos ir primero los dos —Dice Alessio
—Bien
Alessio me toma de la mano y caminamos donde hay muchas luces y cámaras, el ruido ensordecedor de las voces me deje casi sorda.
—Princes, mire aquí, princesa
—¿Cuándo se casan?
Alessio me deja sola cuando solo me toman fotos a mí y luego yo me retiro cuando le toman fotos a el. La encargada le dice algo y Alessio me extiende la mano y la tomo. Su brazo envuelve mi cintura y siento un beso en mi frente que es captado por las cámaras. Nos despedimos y avanzamos dentro del recinto.
La chica nos ubica en una mesa y me indica cuando será mi turno. Las demás mesas están llenas.
Luciano no tuvo la fuerza de venir, así que el discurso lo tendré que dar yo. El estado de ánimo de Luciano es como función seno. Sube y baja, pero estamos ahí con el. Mi abuela y Victorie.
Mi abuela le explico lo que había hecho. Todo, nunca la había visto tan enojada a Victorie. Ella también estaba decaída desde lo de Arabella, habían sido tantas desgracias que creo que todos necesitábamos vacaciones.
—Tenemos aquí a su Alteza Real Rouses Alessandretti para inaugurar esta fundación contra las drogas.
Alessio me aprieta la mano y me pongo de pie camino hasta el estrado, la gente aplaude.
Miro a todos y luego tomo aire.
—Gracias por estar aquí hoy, quiero agradecer por apoyar esta idea de mi prima Arabella Alessandretti, quien lamentablemente no está con nosotros para verlo. Han sido unos días difíciles, en donde he tenido que aprender a vivir sin la luz de mi prima. La gente lo decía, ella y yo éramos el dia y la noche. Arabella llegó con esta idea y la fundamento, se rodeó de personas que habían pasado por lo mismo que ella, dando inicio así a Tristezza estiva que apoya a las personas que están en el mundo de las drogas. Hoy bien, Arabella ya no se encuentra con nosotros, pero su legado continúa y yo me comprometo a llevar ese legado. Brindando ayuda a la gente que más lo necesita, como ella lo hacía.
Los aplausos no se hacen esperar. Yo tomo aire y el maestro de ceremonia destapa el emblema de este proyecto.
—Su alteza real
La chica del principio aparece
—Su alteza real, de Moscú, enviados de la señora Sabina Románov, queremos hacerle una entrevista de lo que nos quiera contar
—Claro
—Por aquí…
Voy hasta un salón, donde me siento. El chico frente a mí abre su libreta y me mira.
—Bien, hábleme un poco de todo. Sé que no debe ser fácil pararse ahí después de lo de su prima, es muy valiente.
—Gracias, y no, no es fácil. Como dije han sido días oscuros, pero he tenido a mi lado a la gente correcta para ayudarme a enfrentarlos, mi prometido Alessio es una de las principales razones para yo seguir en pie, debo agradecerle que este a mi lado después de estos días. No he sido la mejor persona en realidad.
—¿Cuándo será la boda?
—Pronto, no tenemos fecha aproximada, y pronto debo decir que no es cerca. Estamos bien así.
—La relación con su ahora prometido ha sido muy controversial, por muchas razones. La edad una de ellas y que el sea su guardaespaldas. Puede decirnos algo más sobre esto.
—Conocí a Alessio cuando tenía cuatro y él ocho. Nos criamos juntos, hasta que el se fue la universidad, previo a eso salimos. Volverlo a ver fue un reencuentro. No nos habíamos visto desde hace cinco años. Mantuvimos nuestra relación profesionalmente. Nuestra amistad volvió a surgir y luego bueno, considero que lo que había en el pasado aún seguía ahí. Soy muy consciente de mi edad, pero estoy con mi prometido porque yo quiero. Y me casaré con él, porque así yo lo he decidido. Mi relación con Alessio va más halla de lo que han visto las cámaras o verán.
—Algún dato que nos quiera compartir extra
—Estoy enamorada de un hombre que no me ve como un trofeo, y no le tiene miedo a mi intelecto, que me deja ser yo misma, me apoya y está presente cuando más lo necesito. Esas son razones suficientes para casarme con el, no espero que el mundo las entienda, solo pido un poco de respeto.
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Editado: 27.05.2024