Ella despertó, el día de mi cumpleaños por ciento es el 13 de octubre pero no lo celebro, pienso que es un año menos de vida aunque podría ser bueno, ya que a esto no se le puede llamar del todo vida. Mi abuelo me regalo un conejito, era blanco con los ojos rojos, era tan lindo y adorable, se veía tan frágil, tal vez eso llamo su atención.
Jugaba en el patio con aquel conejito, lo sostuve entre mis brazos pero poco a poco empecé a sentir como si me desmayara, todo se volvió negro, fue como caer en el fondo de un cuarto muy obscuro y profundo mire alrededor todo estaba lleno de sangre y las paredes eran de cristal, atreves de ella veía imágenes, veía el conejito y a mí, vi como con una piedra le golpeaba su cabeza, su cuerpo, dejándolo casi destrozado, con la sangre chorreando atreves del pobre animal y mis manos estaban rojas, llenas de sangre, podía sentir las emociones de ella, regocijo, emoción, éxtasis, todas esas llenas de placer y catarsis.
Quería detenerla pero me era imposible salir de aquel cuarto en el que me tenía, estaba encerrada en un lugar muy profundo de mi mente, y ella solo me dejaba ver las atrocidades que hacía.
Después de unos minutos volví a tomar conciencia, encontré al conejito hecho pedazos y en mi mano una piedra llena de sangre, fue una escena atroz, tanto que empecé a llorar mientras enterraba el conejo en el patio, escondiendo el acto que acababa de cometer. No podía creer que yo hice eso. Pero No, no fui yo, fue Ella. Ella es la culpable de todo lo que me sucede.
Nunca había lastimado a un animal así, nunca podría arrebatarle la vida a nadie pero ella realmente quiere el control, tengo mucho miedo de que llegase más lejos que eso, quiero destruirla pero eso sería también mi destrucción. Pienso incluso que no hay, ni habra solución para eso.