Capítulo 5

Sebastián: ahora que recuerdo tus suegros no tienen una buena relación con su hija y dudo que hagas lo que le pediste, pero sobre todo deberías controlar tu carácter.

Daniel: hasta el momento he sabido controlarlo. Solamente que no quiero que las cosas salgan de mis manos, porque siempre necesitare tener el control.

Sebastián: será mejor que evites ese tipo de comportamiento por el bien de ella y en el pasado pensé que habías cambiado, eso solo pasó cuando te casaste.

Daniel: tienes razón, padre. Siempre me hacía demasiado bien verla y mucho más cuando me sonreía únicamente a mí, pero la extrañare este día.

Sebastián: primero deberías de analizar qué es lo que sientes por ella y en verdad espero que no sea una obsesión que no podrás controlar por el simple hecho de no tenerla a tu lado.

Daniel: siempre he sido demasiado consciente que no siento nada por Helena y de algo estoy completamente seguro y es que no la quiero perder.

Sebastián: necesitas hacerte la idea de que eso ya paso. Nada más que eso únicamente se lo debes a tu indiferencia y también a tu desamor.

Daniel: jamás tuve la intención de verla como si fuera mi mujer. Ella solo era una persona que tenía el papel de ser mi esposa gracias a ustedes.

Sebastián: si esa era tu manera de pensar. Entonces para que la convertiste en tu esposa y con un simple no quiero casarme lo hubiera entendido.

Daniel: no podía hacerle esto a ella. Porque para Helena hubiera sido una vergüenza sino la aceptaba como mi esposa y por esa razón lo hice.

Él no se sentía seguro de lo que acaba de decir, además sabía que esa no era la única razón por la cual lo había hecho. Daniel simplemente se quedó impresionado desde el primer momento en que la vio y eso nadie debería de saberlo. Él se despide de su padre para poder irse a su casa y así lo hace

Fernando: llego el momento de que pasemos al comedor a cenar. Porque nosotros podemos pasar horas conversando y eso hace que el tiempo no pase para nosotros.

Mariana: tiene razón, mi madre. Ahora me pregunto qué excusa van a dar tus padres cuando se presenten a nuestra casa y seguramente esa sería que te quieren como su hija.

Helena: todos nosotros sabemos que ellos no me quieren por más que no le pedía nada para mí. Además, lo único que realmente quería era un poco de su cariño.

Mariana: esa era la verdadera razón de tu tristeza. Solamente que estando entre nosotros la olvidaras y serás más feliz con personas que te quieren.

Lucía: mi sobrina merece cosas buenas. Ella siempre lograra todo lo que se proponga sin la ayuda de nadie y así que piensas poner una cafetería en la ciudad.

Helena: mi sueño siempre ha sido tener un negocio propio y llego el momento de tenerlo. Nada más que necesitare ir mañana con Mariana a buscar un local en la ciudad para empezar.

Fernando: si quieres también nosotros te podemos acompañar para que no se vayan solas. El problema es que no se la hora en que van a venir tus padres, pero antes de irnos les tendré que avisar para que lleguen más tarde.

Helena: sé que no puedo evitar verlos y después de muchos años al fin quieren ser padres para mí. Pero el poco tiempo que conviví con ellos nunca recibí afecto.

Fernando: ellos como tus padres debieron ver que algo mal había en tu matrimonio. Solamente que no lo quisieron ver, porque no les convenía.

Helena: antes de casarnos se llegó a un acuerdo de que nunca nos divorciaríamos. Él fue el primero en romperlo al momento de pedirme el mismo el divorcio y yo no tuve otra opción que dejarlo ir.

Lucía: será mejor que olvides lo que viviste a su lado. No quiero que vuelvas a mirar hacia atrás, porque debes de seguir con tu vida donde el tendrá que hacer exactamente lo mismo.

Helena: él no se dará por vencido y siempre me buscará. Eso me lo dejo demasiado claro antes de irse y precisamente tenía que despertar un interés en mí ahora que ya nada nos une.

Fernando: así son los hombres cuando pierden lo que más quieren en esta vida. Ahora el no tendrá la intención de dejarte en paz y de eso me di cuenta por lo que me dijiste.

Helena: no quiero seguir recordando mi pasado. Ahora soy una persona completamente diferente y sobre todo decidida a empezar de nuevo.

Ellos se levantan de sus asientos para poder dirigirse al comedor. Ellos a los pocos minutos se sientan y cuando lo hacen empiezan a cenar

En la casa de Daniel McGregor Smith

Daniel: quiero saber cada movimiento de mi esposa y recuerda que no se debe de enterar que la están vigilando. Porque si lo hace puedes considerarte despedido y necesitas ser demasiado discreto, también no debes de permitir que otro hombre este cerca de ella. Espero que lo hayas entendido a la primera, además algo que me molesta es repetir cada una de mis palabras.