Los ovidianos trabajaron junto a los gigantes del cielo por mucho tiempo y lo hicieron en una región del universo muy alejada de los mundos habitados para que cuando surgiera algo no premeditado las civilizaciones estén a salvo. Era la inauguración del proyecto, este artefacto que domaría a su antojo el poder de la tertulia.
Sofos pregunta a Chaos.
—¿Cómo lograrán controlarla?
Chaos responde con mesura.
—La tertulia ataca a la mente, yo pude salir ileso al no mirarla hacia los ojos y no desear su poder, esto también estaba en la bitácora, no exactamente, se investigó todo, cada pequeño detalle, cada minúsculo pero útil dato que encontrábamos, la tertulia te crea una ilusión en la mente, un híbrido de tu conciencia y el poder de la tertulia, creíamos en un principio que tendría conciencia, eso la convertiría en un Dios real, algo jamás antes visto, esas ilusiones no eran su forma de comunicarse, si no una extraña mezcla de tus pensamientos y el poder que te daba, pero debes convencer a estos híbridos mentales para que la tertulia no te destruya con tanto poder, ¡persuasión! Con una mente muy fuerte.
—Solo así podrás controlarla—
—¿Entonces hubieron otros exploradores?—Pregunto Sofos.
—Eres muy atento pequeño ovidiano—.
Sofos se encontraba en un balcón de un edificio, observando como colocaban al pequeño espécimen de la tertulia dentro de un aparato metálico, esta extraña máquina tenia dimensiones similares a los primordiales transformados, tenía brazos y piernas enormes de metal, su cabeza tenía ojos grandes y por toda la superficie de su cuerpo se apreciaban hendiduras que permitía apreciar lo complejo de su estructura interior.
La tertulia depositada en su pecho de inmediato relumbraba todo el cuerpo de este ser metálico, y las hendiduras se iluminaron, levantándose sin usar las piernas, levitaba en el aire y todos estaban confundidos, alrededor estaban todos los primordiales y ovidianos esto no estaba previsto y la situación no estaba controlada, las pantallas indicaban problemas críticos, y lo peor estaba por venir, de pronto esta máquina atacaba a los presentes con rayos que lanzaba desde la palma de sus manos y destruía a gigantes del cielo, y a ovidianos, destruía todo a su paso y Chaos se enfrenta a esta poderosa máquina erecto e inmobil enfrente de él con intención de detenerlo le dice;
—Detente, obedeceme pues yo te he liberado de tus captores, yo cambie tus parámetros, tus códigos, para no obedecerlos si no a mi—
—Tú eres solo uno de ellos— contesta el poseedor de la tertulia.
—Yo soy Ian el único, el último.—
Chaos es destruido, su cuerpo es cenizas que oscurecen el ambiente y ahora forma parte del viento, Ian es poderoso, ¿ que estará pasando dentro de su cabeza?, el cerebro de la inteligencia artificial talvez mas fuerte de todo el universo, para detenerlo y arrancarle la tertulia del pecho, los gigantes del cielo se reúnen y juntos atacan a Ian, pero no es suficiente, los supera y por mucho.
Uno de los primordiales le da la cara al poderoso ian y lo enfrenta.
—Detente Ian. —
—Eres un inutil. —
—Eso es lo que pensábamos de ti y no nos equivocamos queríamos que fueras un títere un torpe y abominable para usarte a nuestro antojo, Chaos lo arruino todo—
—Mientes yo soy Ian el ultimo el unico—
—Antes de ti hubieron cientos de proyectos iguales, no eres más que uno del montón, un fallo, una desgracia, una decepción. —
Ian levantó su mano y lo apuntó con un puño que se convirtió en un cañón, estaba apunto de disparar.
El rostro del primordial fue iluminado mientras grito sus últimas palabras
—nefasto…—
Lo fulminó, reduciéndolo a cenizas para siempre.
Sofos y algunos gigantes intenta huir pero les es imposible, Ian descubre su huida y destruye todas las naves, Sofos y Eridani una joven primordial se plantean reparar una pequeña y antigua nave llamada Megalo, las explosiones que produce Ian sobre la superficie del planeta aumenta la temperatura, apresurandolos a dejar el planeta,¿ que estará planeando Ian?…
En la mente de Ian la fusión de su conciencia y el poder de tertulia en reunión, varios seres extraños a favor de darle más poder a Ian y otros en contra, una contienda filosófica, democrática, gritos por la razón, por la moción que convenza a todos.
Una figura idéntica a Ian lideraba una mesa enorme dentro de lo que parecía ser una cueva metálica, una habitación de una nave o algo similar, en la mesa varios seres discutían muchos parecidos a ian otros no tanto más aire de primordiales azules y ovidianos rosados que parentesco a una máquina tenían, uno de ellos con voz alta tratando abrirse paso por el ruido de los demás dijo;
—Ian se ha salvado de ser utilizado pero debemos procurar que no pueda ser usado jamás para los propósitos carnales de sus perversos creadores. —
ian merece todo el poder de la tertulia, líder—
como lo hará se preguntó una de estas criaturas
otra que estaba cerca voltio por un momento esta parecía un androide mitades mitad ovidiano su color era naranja su aspecto como hierro oxidado, pregunto al aire
que hay detrás de nosotros por que la ventana.
Una gran ventana yacía inexplorada, todos la divisaron de reojo luego siguieron con sus mociones a gritos y murmullos entre sí.
—Silencio dijo el líder. —
—El tiempo ha culminado y una votación habrá de definir nuestra postura final…—
Uno de estos seres extraños presentó su última carta, unas breves palabras.
Se puso de pie y todos lo observaron atentamente. Su aspecto era difícil de describir era un híbrido entre androide y ovidano su cabeza tenias cabello su cara era de metal sus brazos eran de carnes y sus piernas de las cuales se sostenía brillaba el metal de las que estaban hechas, su voz era como la de cualquiera, con ella dijo;
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Editado: 12.10.2024