Tessa Scott.

Dyon.

Dyon.

Miré la hora en el reloj de la mesita de noche cuando desperté, las 3 de la tarde. Ares estaba debajo de mi viendo su celular, no parecía molestarle que lo usara casi de peluche. Me moví un poco y él se dio cuenta que desperté.

 

- ¿Dormiste bien? -dijo sonriendome.

- Sí, gracias, ¿te incomode mucho?

- No, dormí muy bien. Iré a preparar algo para comer un poco… -dijo antes de que le sonara el celular.- Es Atlas, el baño es el de la puerta derecha y si quieres ponerte algo más cómodo agarro lo que ocupes.

- Gracias.

 

Me levanté y caminé al baño para hacer mis necesidades, bañarme y lavar mis dientes. Mi cabeza me dolía. Escuche un toque a la puerta.

 

- Tess, cambio de planes, Atla y Hater quieren ir a comer a un lugar, los veremos allá.

- Está bien.

 

Me sequé bien, me puse mi ropa interior y el albornoz que había colgado para después salir y ponerme ropa de Ares limpia. Al salir él estaba sentado en el sillón viendo su celular.

 

- Me di un baño, espero no te importe. Apestaba al bar.

- No, para nada.

- Agarra algo de ropa, ahí en mi closet encontrarás algo, después vamos a tu departamento, te cambias y nos vamos.

 

Mientras Ares se bañaba yo me cambié, una de sus camisetas de manga larga que me llegaba a medio muslo casi del mismo largo que el vestido. arregle mi pelo a como me di a entender y busque mi celular.

 

Lo encontré cargando, lo agarre sin desconectarlo y mire mis mensajes. Tenía un mensaje directo que decía importante.

 

Buenos días señorita Scott.

Por medio del presente mensaje le hacemos entender que su recomendación por el capitán Pierre hacia nuestro programa laboral está siendo revisada detalladamente, el capitán Pierre nos facilitó su código de identidad. Por el mismo medio le haremos saber nuestra respuesta a más tardar mañana por la tarde.

Tenga un buen día.

 

La firma del coronel y del general se veían. En ese instante Ares salió del baño.

 

- Gracias, gracias, gracias. -dije mientras lo abrazaba.

 

Sentía las pequeñas gotas de agua que aún estaban en su cuerpo el cual estaba tenso, pero sentí como correspondía mi abrazo con una mano.

 

- ¿Por qué?

- Pusiste una recomendación con mi nombre en MSF.

- La mereces. Nena… Si no es molestia necesito cambiarme, me muero de frío.

 

Me quedé helada. Al instante que me di cuenta me separé y se me salió una risa de nervios. 

 

- Lo siento.

- Ya me cambio.

 

Ares entró en su closet en toalla. La llamada a mi celular me distrajo e hizo que me moviera y reaccionara. Hater.

 

- Hola…

- Tess, ahora sí. Cuéntame todo. ¿Que paso cuando los dejamos con Eytam?

- Estuvimos bebiendo, platicando y bailando en el sótano de Eytam hasta que nos dimos cuenta que él se había quedado dormida en el baño. Ares lo acostó en su cuarto y nos fuimos. Me quedé dormida en el camino, pero al llegar me desperté y subimos a mi departamento solo que no pudimos entrar ya que no recordaba el código.

- ¿Luego?

- Me trajo al suyo, en el camino se me revolvió el estómago por lo que entramos corriendo y vomite en el baño. Despertamos a su hermano, el me dio algo para que dejara de vomitar y luego nos sentó en el sillón y hablo con Ares en…

- Si, alemán, en su distrito eso se habla.

- Nos dio un suero y regaño a Ares, luego se presentó conmigo y nos fuimos a dormir, él iba a dormir en el sillón, pero hacía frío y se veía incómodo, le dije que durmiera en la cama, al final era suya. Estaba dormida cuando llamaste y él también, cuando despertamos íbamos a comer algo cuando Atlas le llamó.

- Pero te dijo nena, lo escuche.

- Lo sé, volvió a decirlo ahorita… Supongo que lo dice como apodo, como Tess… Es un “nena” como un “peque” o algo así. 

- Claro que no, Ares nunca le había dicho a nadie, escúchame bien, a nadie nena. De ninguna forma. Es más, nunca había sabido que Ares metiera mujeres a su departamento y menos que durmieran en la misma cama.

- Nena… Ya estoy, ¿vamos? -dijo Ares a mi espalda.

- ¡Te lo dije, tengo razón!

- Nos vemos en un rato, iré a cambiarme.

- Pido ser madrina de la boda.

 

Colgué la llamada y lo mire. Traia unos pantalones negros, unos tenis blancos, una sudadera color vino y encima una chaqueta negra. Llevaba un reloj digital con pulseras, unas cadenas, entre ellas la característica de metal con los datos importantes que llevan los militares, y unos lentes en la mano.

 

- Si vamos.

 

Desconecte mi celular y me puse la chaqueta que traía, me puse los tenis y salimos del cuarto, el cual seguía a oscuras. La sala estaba un poco iluminada, todo en orden, una televisión enfrente del sillón, la cocina por un lado, el otro cuarto de espaldas al sillón, el baño a un lado de la entrada y ya, no había mucho.

 

Puse el código en el elevador y subimos a mi piso. Puse el código en mi puerta y Ares se rió a mi espalda. Entramos a mi departamento. Estaba casi vacío.

 

- En realidad si vas llegando. -dijo Ares viendo que solo había lo del departamento por default.

- Sí. Ya regreso. Siéntate.

- Gracias. Haré una llamada.

 

Entre a mi cuarto y agarre algo que ponerme, unos pantalones con peluche por dentro, una blusa blanca y una chaqueta de peluche con un estampado de cuadros en colores cafés por fuera. Me puse unos tenis y agarre una bolsa donde metí mi cartera, cargador y mi celular. Me maquillo poco y me agarro unos lentes.




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