Tessa Scott.

Tschüss.

Tschüss.

No llegábamos ni media hora del recorrido de 5 cuando nos paramos por una pelea. Entre la policía y la central militar de fuerzas especiales, se repartían los recorridos. Así los soldados podrían aprender lo que se hace sin tener entrenamientos y ayudamos más a la sociedad.

 

Mientras que unos separaban la pelea, los demás cubrimos que nadie se acercara. Después de dejarlos en la comisaría policial seguimos con el recorrido. Eran las 4:30 de la mañana cuando llegamos a la central. Dejamos el equipo y nos empezamos a ir.

 

- ¿Tienes algo que hacer? -dijo Chris.

- No.

- ¿Me quieres acompañar? Tengo buena vista, vino barato y cigarros.

- Vamos. No puedo tomar.

 

Seguí a Chris hasta el dormitorio comunal de los hombres, me hizo esperar fuera, y salió con una botella en mano. Salimos de ese edificio y nos fuimos al dormitorio de los mayores. Este tenía una torre en el edificio.

 

Subimos por las escaleras de servicios hasta los pies de la torre y de ahí entramos por una puerta escondida. Seguimos las escaleras y al final la luz pasaba por una ventana.

 

- Bienvenida a nuestro escape. -dijo Chris abriendo la ventana, en el piso había algunas cobijas y almohadas.

- ¿Escape?

- Sí, nosotros llevamos entrenamientos y pruebas que nos exigen mucho. Somos jóvenes, no pasamos de los 21 años, nos dan colapsos nerviosos y de estrés. No somos como los guardias… Ellos deberían de estar arriba de nosotros.

- ¿Por qué lo dices? -dije mientras me sentaba junto a él en la ventana.

- Tu deberías de saberlo. -dijo ofreciéndome un cigarro, el cual tomé y encendí.- Los guardias llevan el trabajo más pesado, y desde muy joven. Los soldados sin experiencia entramos a los 18.

- Pero no todos tienen la misma pasión que ustedes. -dije viendo la vista.- Yo por ser hija única entre a los 8 años y fui guardia hasta los 15. A mi me gusta, pero si no me hubieran recomendado, no hubiera pedido trabajo aquí. La vida de los guardias no es la mejor vida para un niño. Si crees que los entrenamientos aquí son difíciles a tu edad, imagínalo en niños de 8-10 años. Tu lo haces porque lo quieres hacer, allá te obligan. 

- No fue la mejor experiencia, ¿no?

- Para nada. Sí, todos tenemos nuestro punto donde no soportamos más, pero siempre recuerda que en este punto hay niños sufriendo lo mismo, hazlo por ellos, porque en un futuro su hijos, nietos o ellos mismos no tengan que seguir sufriendo porque seras alguien que parara los entrenamiento a temprana edad en distritos.

- Tienes razón. -dijo asintiendo.- ¿Puedo preguntar que paso en la comida?

- Tuve una llamada difícil. Mi padre… Y no estaba ahí para cuidar de él. Mi madre está en cama.

- Lo entiendo, mi padre murió en campo y mi madre trabajando. Yo aun no me enlistaba.

- Lo único bueno es que podré ir el fin de semana a ver a mamá para darle la noticia.

- Eso es bueno. -dijo sonriendome.

- Sí, la traeré a vivir conmigo, haré que viva en mi departamento ya que estaré en la central el mayor tiempo y mi amiga podrá acompañarla. Saldremos a pasear mis días libres y podrá ser revisada por un buen médico. -dije emocionada.- Ninguna estará sola.

 

Ninguna estará sola.

 

Mientras él bebía me platicaba cómo fueron sus primeros días en la central, como conocío a los chicos y cómo se fueron haciendo del material que hoy en día son. La madrugada nos pasó en anécdotas y para cuando menos lo pensamos el sol estaba saliendo.

 

Mire mi reloj. 06:30.

 

Ambos nos bajamos de la torre y corrimos cada quien a su dormitorio, al entrar me encontré con Ares. Iba con el uniforme de pila y miraba su reloj.

 

- Haré como que dormiste después del recorrido. Solo porque llegaste a tiempo. -dijo viéndome.- Iremos a entrenar un poco, desayunar y estaremos en tus pruebas médicas y psicológicas.

- Si señor.

- Vamos.

 

Me arregle el pelo en una coleta mejor hecha y lo seguí por el pasillo. Salimos al campo y nos fuimos a trotar. Miré a Chris y los chicos, estaban parados esperando a alguien, Ares también los miro. Bajo el ritmo del trote hasta pararnos delante de ellos.

 

- Descansen. ¿Thomson no se presentó?

- No señor.

- Scott, ponte con ellos. -dijo para mi. Me puse al lado de Peter.- Después del entrenamiento tienen el día libre, ya que estaré con Scott en sus últimas pruebas.

- Si señor. -dijeron los cuatro.

 

Todos comenzamos a trotar.  Enfrente de mí tenía la espalda de Chris y a un lado de él estaba Benson. Ares nos hizo dar 6 vueltas más al campo. Luego hicimos algunos ejercicios, abdominales, sentadillas, lagartijas, squats y demás, con y sin peso y también con barras.

 

Hicimos algunos circuitos. Luego nos metimos al gimnasio, hicimos mucho cardio, corrimos en la caminadora y escaleras, hicimos brazo, dominadas, prensas, flexiones de codo y peso muerto.

 

- Es todo por hoy, vayan a desayunar. Chicos se pueden ir después de desayunar y Scott tendrá 1 hora para desayunar y estar lista.

- Si señor. -dijimos todos.

 

Seguimos a Pierre hasta fuera del gimnasio. Mientras íbamos a desayunar él se fue en dirección a las oficinas. Entramos al edificio central y nos fuimos directo a la cafetería. Agarramos las charolas y nos sentamos en una mesa.

 

- Se ven muy mal, chicos. -dijo Dave para Chris y para mi.- No llegamos tan tarde.




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