The alpha's little witch

Capitulo 7

JASLYNN

- Jaslynn, el señor Amos ha pedido por ti.

Me levanté de mi asiento y seguí a la enfermera hasta su cuarto. El hospital se encontraba en silencio, no había ni una sola bruja o hechizero a la vista. Era como si estuvieran de luto tal como el resto del aquelarre.

Tenía un nudo en la garganta que no desaparecía sin importar cuanto lo intentase. No quería llorar, en especial debido a que me hizo prometerle que no llevaría el luto.

La enfermera abrió la puerta e hizo un gesto para que entrara, di un paso hacia adentro y cerre la puerta trás de mí con gentileza.

La vista frente a mí casi hizo que cayera de rodillas.

Mi valiente guardián, el que había peleado contra incontables demonios, el que no dejaba que la gente viera su debilidad, el que había escapado de la muerte incontables veces antes, ahora yacía en su lecho de muerte.

- Jaslynn, dijo con suavidad, - Acercate, no puedo ver tu rostro, querida.

Me acerque a su cama y me senté en el borde de esta, tomando su frágil mano en la mia. La apretó debilmente y me dedicó una débil sonrisa, - No te pongas tan triste. Siempre te dije que algún día la diosa me llamaría.

- Yo solo deseo-

- hush. El puso su otra mano encima de la mia, - Lo que sea que haya pasado no fue culpa de nadie, nunca hablaremos de eso.

- tio Amos, susurre, estudiando su pálido y agotado rostro, - El ministro dijo que tenías una ultima tarea para mí, de que se trata?

Movió su dedo en una seña para que me acercara así que me incline hacia adelante para poder escucharlo.

- Malcolm estaba molesto porque quería el libro.

Mis ojos se agrandaron - El libro? Como el-

- Si, me rehuse a decirle donde estaba y así es como terminé aquí. Jaslynn, sin importar que pase de ahora en adelante. No puedes dejar que malcolm encuentre el libro. Dijo con tono áspero.

- A- Acaso el ya sabe donde esta? Lo ha encontrado?

- El tío Amos sacudió su cabeza, - La única persona con vida que lo sabe es mi madre. Pero Jaslynn, no la he visto en eones. Debes encontrarla, dile que yo te envíe, y destruye el libro cuando lo encuentres. El mundo ha cambiado, malcolm no sera el último en buscar el libro.

- Donde puedo encontrala?

- Deje un mapa en el compartimiento secreto de mi escritorio junto con una carta que contiene todo lo que necesitas saber. Sabía que este día llegaría, y ahora tengo fe en que cumpliras con mi última petición.

Levantó su mano y la colocó en el tope de mi cabeza, - has sido una alegría en mi vida, la mejor aprendiz que he tenido. Se que triunfaras en lo que sea que desees hacer con tu vida. Dejo el aquelarre en tus manos y me ire pacificamente sabiendo que cuidaras de el. Tengo tu palabra?

Tomé su mano que yacía en mi cabeza y la aprete entre las mias 
- Tienes mi palabra.

Una pequeña sonrisa atravesó su rostro.

- Entonces vete, Jaslynn. No esperes por mi. Estare mirandote desde arriba.


***


Mis ojos se abrieron, y dejé salir un pequeño suspiro cuando me di cuenta que había tenido el mismo sueño otra vez.
Volvía para acosarme varias veces, y la voz del tio amos haría eco en mi cabeza por el resto del dia.

Afortunadamente para mí, hoy era el día en el que empezaba la busqueda. Había tomado una semana y media planear y preparar todo, tenía un fuerte grupo de brujas y hechizeros para acompañarme. Mientra tanto, Meredith se quedaría atrás para cuidar del aquelarre en mi ausencia.

Mire hacia el reloj y vi que marcaba las seis y media de la mañana, lo cual significaba que era hora de levantarse y alistarse. Salté de la cama y arreglé la gran camiseta que usaba antes de revisar mi cabello frente al espejo.

Era una masa llena de rizos marrones con mucho frizz. Arruge mi nariz y lo até en un moño sobre mi cabeza para luego entrar al baño.

No estaba en un apuro para arreglarme para el día, lo mas probable es que esta sería la ultima vez que tendría mi propio baño limpio en algun tiempo. Por eso me tomó como una hora salir del humeante baño luego de disfrutar de una ducha caliente.

Me envolví con la toalla y salí del baño, satisfecha con lo limpia y despierta que me sentía.

- Esta no era la bienvenida que esperaba.

Chillé en sorpresa y me resbale sobre el piso de madera al intentar voltearme para encarar al dueño de esa voz. Un par de manos me tomaron de la cintura antes de que mi cara besara el suelo y me pusieron de regreso sobre mis pies.

Mis ojos se agradaron ante la vista de esa ya conocida camiseta negra, la suave piel bronceada y el tatuaje que se perdía de vista.

Que estaba haciendo el aquí? No había escuchado de el desde que dejé la casa del ministro.

No alcé mi cabeza para mirar a su cara ya que la vergüenza tomó posesión de mi al ver nuestra posición.

Sus manos sostenían mis curvas y me sostenían contra el mientras mi toalla estaba en el piso sobre mi pie.

Desafortunadamente para mí, mi cuerpo estaba disfrutando la sensación de su cuerpo contra el mío, quizas demasiado.
Podía sentir las puntas rosadas de mi pecho endurecerse con la fricción de mi pecho contra el suyo.

Tragué con fuerza y lentamente miré hacia arriba para encontrarme con el mirandome con curiosidad y una chispa de diversión en sus ojos.

Me soltó y se agacho sin romper el contacto visual ni por un instante para tomar la toalla del piso.

- O tal vez no debería esperar una bienvenida nisiquiera. Dijo envolviendome de nuevo con la toalla y dobladola al final para que esta no se cayera.

Tenía que admitir que estaba impresionada de que no mirara abajo ni por un segundo mientras hacía eso.

- Gracias, dije suavemente - no estaba esperandote aquí para nada.

- Eso pensé, tu amiga se veía muy entusiasmada de enviarme aquí arriba cuando insistí en esperar abajo.

Hice una nota mental de matar a meredith antes de irme.

- odio sonar descortes, pero que haces aquí? Pregunté mientras lo rodeaba para llegar a mi closet.

Se volteó parcialmente para que así pudiera ver un lado de su cabeza 
- llamé hace unos días, y tu amiga dijo que partirías hoy. Me preguntaba si estarías dispuesta a acomodar a algunas personas mas.

Me subí mi vestido y cerré la puerta del closet - Algunas personas como tu y algunos guerreros de tu manada?

Se volteó completamente hacia mi cuando se dio cuenta que estaba completamente vestida y asintió con su cabeza.

- Yo, mi comandante y algunos otros guerreros de la manada, si eso esta bien para ti claro.

No estaba segura de a que jugaba o si deberia confiar en el, pero estaba complacida de que quisiese ayudar, y si se le veía sincero. El tal vez podría estar esperando algo a cambio, pero podía pensar en eso luego, este viaje era algo mucho mas importante por lo cual preocuparse.

- Quién esta cuidando de tu manada?

- Mi beta y mi padre. Porque tantas preguntas?

Sonreí, - tenía que asegurarme que no estuvieses abandonandolo todo por esto. Al final del día aun eres un líder.

- Ellos estan al tanto de lo que deben hacer, mi manada esta en buenas manos.

- Que bueno es saber eso. Sonreí ampliamente

- Bienvenido al equipo.



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En el texto hay: guerra, mates, lobos y brujas

Editado: 07.04.2020

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