The Area

Atrapados

 

1 de enero del año 0 (Calendario de la R.U.H.)

 

 

Llevábamos corriendo cerca de una hora, entre interminables pasillos e intersecciones, tratando de perder a los de seguridad, tal vez, en una situación así, lo más lógico sería dispersarse, pero en esta situación lo que más relevancia tenia para mí era grabar que ocurría a mí o a cualquier miembro del equipo, así podríamos asegurar algo de rating.

 

- ¡John! - Escuche la voz de Abigail llamarme desde atrás, su voz denotaba cansancio.

 

- ¡Que ocurre! - Logre entre gritar mientras aún seguía corriendo, detenerse o disminuir la velocidad podría resultar fatal.

 

- ¡creo que Uriel no está! - Una sensación de frio se esparció por mi cuerpo, inmediatamente frene en seco, provocando que Isaac chocara contra mí, ambos caímos al suelo.

 

-Isaac - lo llame mientras me quejaba por el dolor de la caída -¿vez algo con la luz nocturna de la cámara? - le pregunte, él se apresuró a tomar la cámara y observar.

 

-se dice visión nocturna… y no, no hay nadie- se levantó lentamente –ni siquiera guardias…- completó.

 

-carajo, carajo…- dije mientras trataba de pensar que hacer. 

 

-deberíamos dejar esto hasta aquí, si les decimos lo que hacemos tal vez no sean tan severos- dijo Abigail denotando algo de miedo; desde que propuse la idea de infiltrarnos al área 51 ella siempre había argumentado en contra, mencionando las implicaciones legales.

 

-Viejo, tiene razón, ni si quiera hemos encontrado nada extraño, deberíamos entregarnos- me dijo Isaac entre jadeos de cansancio, después de todo el, además de correr, también llevaba la cámara, guiándonos a través de la visión nocturna.

 

-bien ¡bien! - acepté con algo de enojo –pero no nos entregaremos, busquemos a Jessibel y a Uriel, y así con algo de suerte podremos salir limpios de aquí... fui súbitamente interrumpido por pisadas aceleradas de botas.

 

-ya valió…- dijo Isaac, en un movimiento rápido, él y Abi escondieron sus cámaras en miniatura, y nuestros rostros fueron iluminados por potentes linternas de al menos una decena de rifles.

-¡arriba las manos!- grito un militar

 

- maldita sea…- dije al aire, podría ser que todo este viaje al final fue ¿para nada…? a mitad del pensamiento sentí una descarga eléctrica recorriendo mi cuerpo -hijos de perr..- mientras caía pude observar que Abi e Isa también caían, esos bastardos nos dieron una descarga eléctrica para dejarnos inconscientes.

Durante la caída, apenas entre las luces logre distinguir el bordado del uniforme de los militares, “EGUI 214” rodeado por una esfera cuadriculada, estos no eran militares norteamericanos, apenas lo pensé, finalmente caí inconsciente.

 
Desperté me dolía la cabeza, sentía el resto de mi cuerpo adormecido, mientras recobraba la conciencia, podía ver a penas barras metálicas rodeándome, todo lo demás estaba oscuro, mis ojos apenas podían distinguir cosas

 

- ah, ya despertaste – escuche una dulce voz al fondo, al voltear podía observar ese cabello pelirrojo escondido tras un gorro, era Abi, estaba sentada en un rincón, y estaba iluminada levemente por una ventana con vista a la luna, parece que aun es de noche, y era una noche con una cantidad enorme de estrellas en el cielo y ella tenía una mirada desesperanzadora; al apenas lograr sentarme, observe la cámara mini pro que tenía, aparentemente seguía transmitiendo.

 

- ¿y los demás? – le pregunte, el agotamiento salía de mi voz.

 

- escuche la voz de Isaac y Jessi platicando, pero no sé dónde están… -

 

- ¿a ustedes también los atraparon? - esa voz venia de la celda de enfrente, era Uriel.

 

- excelente, estamos todos entonces- dije tranquilamente – Uriel, como podríamos escapar de aquí –

 

-No, espera John, ya no provoquemos más problemas, nos atraparon, quizá ahora podamos convencerlos de que todo se trató de una broma o algo y nos dejaran libres-

Uriel soltó una carcajada, no era una normal, era una risa de burla.

 

- ¿Dejarnos libres? - se detuvo en seco – estos hijos de perra tienen autorización del estado para volarte la cabeza, si te atrapan, te jodiste, serás ejecutado –

 

- pero, algunos de nuestro equipo aún son menores de…- fue interrumpida por Uriel – creme rojita, a ellos no les importa, de hecho, ni tienen con que comprobar que son humanos en primer lugar, no sería la primera vez para ellos que una especie interdimencional se infiltra a sus cuarteles-

 

- ¿de qué mierda estás hablando? - dije con total confusión.




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