" ERROR DE CÁLCULO "
<< CRAYTON >>
— Eres un... ¡Ah! No sé ni para qué me molestó —me espeta Bruno— Sabes que nos pudieron haber atrapado ¿No?
— Baja el volumen si no quieres que nos atrapen antes de que lleguemos a la habitación.
— ¡Ella nos vio! Y todo es tu culpa —me regaña— Si llega a decir algo verán las cámaras y nos descubrirán.
— Cálmate, Mark me ayudó con eso, tengo todo bajo control —le tranquilizo.
— Si claro, anoche cuando dijiste que llegarían bien fallaste —dice Maximus apareciendo frente a nosotros.
—¡Basta! Ese fue un error de cálculo —le repito por décimo sexta vez— Es difícil ver todo los futuros posibles cuando te pasan así —le chasqueo frente a sus ojos mis dedos y el los aparta de un manotazo.
— Bien, bien ya fue suficiente calmense los dos —interfiere Bruno antes de que Maximus pueda replicar— Entremos a la habitación y allí hablemos como personas civilizadas.
Ambos nos miramos y sin decir nada seguimos a Bruno que, con la llave abre la puerta de la habitación y entramos.
— A ver niño tiempo, dinos que pasó anoche para que suceda todo este desastre —dice Maximus tirado en el puff.
— Max... Tranquilo —trata de calmar Bruno— ¿Crayton que pasó anoche?
— Como nos dijeron hubo un choque —ambos asienten y sigo— El bus se destruyó y por el impacto algunos salieron volando del bus ahí vi a la chica castaña.
— Lexa —habla Bruno.
— Si, como sea —le resto importancia— Algo paso y ella salto del bus junto a varios chicos más, por eso estaban tan lejos de donde el choque.
—¿Entonces qué pasa? ¿Qué tenemos qué hacer? —inquiere Maximus.
— Según las órdenes vigilarla, no sabemos qué puede hacer —explica Bruno por mí.
Maximus ríe, su sorna me enferma y como siempre antes de irse pasa por mí lado llevándome por delante.
— Yo no vigilaré a una niña, no soy niñero, además tengo mejores cosas que hacer, como ocuparme por la bienvenida de los novatos —la sonrisa de malicia no tarda en llegar a su rostro— Ocúpate tú de la niña Ray - Ray —se burla antes de salir por la puerta.
Estoy por ir tras el pero Bruno se interpone en mí camino.
— No lo hagas Crayton, sabes lo inmaduro que es, no le sigas el juego.
— Arruinas lo bueno de todo esto.
— Lo que digas Crayton, tú tienes que saber cómo y cuando usar tú propio don —ya vamos devuelta con esto.
—¡Como lo puedo manejar si nadie más lo entiende! Soy el único que sabe más de esto, los profesores no lo entienden y soy yo al que catalogan por loco, por raro.
— No eres el raro, tampoco el único ¿ok? —me toma por los hombros— Serán pocos pero tú no eres raro, tienes algo muy especial, un don muy especial que pocos lo tienen.
— ¿¡Y de qué rayos me sirve tenerlo si no puedo usarlo como yo quiero!?
— Oye Bruno ya debemos ir a... —Mark termina de entrar en el cuarto y su mirada viaja de mí a Bruno— ¿Todo bien chicos?
— Si Mark, yo ya me iba —digo antes de que Bruno hable.
Salgo de la habitación y me planteo en si volver para evitarme todo esto porque luego querrá hablar y sera la misma plática en la que yo finjo estar bien para que el no se preocupe y aunque el no me cree me deja tranquilo luego de eso.
Y esa es nuestra rutina, la rutina que los cinco llevamos desde hace ocho años.
— ¡Hey, Crayton! ¿A dónde vas? —tenía que encontrarme con el metiche de Todd.
— No estoy de humor para hablar ahora Todd —anuncio siguiendo mi camino.
—¿Y cuando lo estás? —se burla, más yo me detengo y lo enfrento.
— Serás el primero en saberlo Todd, pero ahora necesito irme, tengo asuntos que atender.
Giro retomando mí camino pero aún así me sigue.
-— Dime Todd —paro y el lo hace también, pongo mi mano sobre su hombro y el me mira con las cejas arqueadas—¿Dónde estabas hace quince minutos?
— Me encontré con la molesta de Jamie en el pasillo —rueda los ojos— Por cierto hablando de ella, te estaba buscando —otra vez Jamie estoy por hablar pero se me adelanta— ¡Espera! ¿Por qué siento qué caí en una trampa?
— Porque así fue iluso amigo.
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<< LEXA >>
— Oye Lexa, ¡Lexa, despierta!
Me despierto y veo a Addison sentada en mí cama con sus manos sobre mis hombros.
— Lo siento, ya todos despertaron y tenía miedo de que te pasara algo —dice pasando su mano por su brazo.
— Tranquila, gracias por despertarme —me sonríe y se para mientras yo me quito otra vez el suero— ¿Quién te quito el suero?
— Oh, fue un chico, el castaño de allí —me señala a un muchacho castaño que está con otro chico rubio.
—¿Recuerdas algo de lo que paso luego de que habláramos? —pregunto una vez estoy fuera de la camilla.
Veo a todos los adolescentes reunidos en grupos cerca de la puerta o sentados a un lado de las camillas.
— Recuerdo que eramos las únicas despiertas y luego estaba por decirte sobre un raro olor pero quede inconsciente, supongo que después, quien sea nos llevo a nuestras camillas —responde encogiéndose de hombros.
— Si, supongo —digo dubitativa.
— Bienvenidos queridos jóvenes —se escucha por los megáfonos— Deben disculparnos por esto, no estaba en nuestros planes —es la voz de una mujer— Pero su llegada fue algo rápida y tuvieron un accidente antes de poder llegar al colegio, por suerte ninguno murió, solo tuvieron leves heridas aunque no se puede decir lo mismo del conductor de su autobús —se hace un silencio entre que todos nos miramos.
— Lo bueno es que pudimos salvarlo y está fuera de riesgo —dice tranquilizando a toda la muchachada— Está es una rara presentación, pero dentro de poco nos conoceremos frente a frente, primero instalence y pónganse cómodos, esas batas de hospital no creo que lo sean —ríe— En fin los dejo con sus respectivos guías y que tengan un buen inicio.