" PASE, ALTO Y AUCH "
<< LEXA >>
Entre tantos entrenamientos, prácticas y trabajos el tiempo se me pasó volando no solo a mí que me olvidé por completo de que debía buscar a alguien para las tutorías Jeff también se le pasó buscar a alguien para esto, Addison y Myles consiguieron tutores pero no nos dirían nada hasta tener también a nuestros tutores. Addison se veía emocionada —mas de lo normal— con las pocas prácticas que teníamos en la semana —solo nosotras dos— lo noté y en las clases andaba más sonriente que siempre, era como si viviese en otro mundo, Addison destellaba alegría y sonrisas su simpatía era literalmente de otro mundo y su energía positiva estaba cada vez más alta, era agradable verla así y no se cuales eran sus motivos pero me gustaba verla así porque en ese estado aumentaban sus ganas de hablar y daba risa verla correr de aquí para allá contaba chistes bastante malos y otros medianamente buenos.
Esas semanas fueron toda una aventura porque aprendimos cosas nuevas y pude manejar mejor mis poderes que no se volvieron a salir de control, aún no encontraba explicación a lo que pasó ese día y tampoco quería saber, tenía miedo de volver a hacer eso y lastimar a Addison o a alguien más, no volvimos a ver a los chicos al menos eso es lo que me dijo Addison yo no volví a cruzarme con el chico albino tampoco con Bruno o el otro chico rubio creo que era Mark ni con los demás, no me metía en ningún lío de los tantos que se provocaba en el pasillo, ignoraba a todos los demás y salía a explorar las afueras del colegio que tenían una vista preciosa. No podía alejarme mucho pero eso dejo de importarme cuando descubrí un lago que estaba un poco después del claro donde solía entrenar sola.
Nadie sabía de eso, ni siquiera Addison que andaba por las nubes y eso no me molestaba yo le daba su espacio y ella el mío siempre conversábamos al final del día, allí pude seguir entrenando esta vez con el agua y algún que otro día me iba con una muda más de ropa y una toalla en la mochila para hacer algo más para variar. En el colegio había pileta pero eso no se comparaba con nadar en el lago, no me alejaba mucho de la orilla por no saber si había algún bicho peligroso en lo profundo y no era bueno nadar sola por si surgía una emergencia.
Hoy justamente fui a nadar, ya estaba cerca la hora del toque de queda e iba caminando de regreso al colegio para que la noche no me agarrara en el bosque, algún día me quedaría una noche aquí porque el atardecer es precioso y es la hora dónde las luciérnagas salen pero supongo que no lo haría aún, pero algún día lo haría eso te lo aseguro.
Iba entrando cuando me cruce con Myles echo una furia ni siquiera reparó en mí se fue tan rápido como aprecio dando grandes zancadas hacia el pasillo de su habitación, al cabo de unos segundo cuando ya no le di importancia y estaba sacando unas galletas de la máquina apareció Addison totalmente agitada.
—O...oye haz...vis...to a My-Myles —inquirió tratando de recuperar el aire la pobre.
Frunzo el ceño y con mí dedo le indico el pasillo de la habitación de los chicos, ella me alza su pulgar hace un ademán para volver a correr pero la detengo.
—¿Que sucedió? —averiguo—. Cuando entro ni siquiera se fijó en mí, me ignoro rotundamente y caminaba súper rápido parecía bastante enojado.
Ella se mordió los labios y cerró los ojos antes de hablar.
— Verás es complicado, se enfado por algo que le dije.
—¿Que le dijiste Addi?
— Dudo que a ti te caiga mejor que a él, sabía que a nadie le gustaría pero es lo que yo quiero y esperaba a que todos tengan su tutor para decirlo como habíamos quedado con Myles pero sin querer se me escapó y bueno el se enojo muchísimo y el dijo cosas feas y bueno yo también le respondí algo mal pero el dijo cosas feas Lexa, dijo cosas hirientes sin conocerlo y...
— Tranquila Addi —le detengo, su estado de nerviosismo es evidente por lo rápido que me habló—. Cálmate, seguro se le pasará en unos días no te pongas mal.
— Créeme que a ti tampoco te gustará saber quién es mí tutor Lex —asegura.
Dudo unos instantes al ver la preocupación en su rostro y no se porqué pero por impulso tomo sus manos y como si estuviera ahí el momento se reproduce en mí mente.
—¿Lexa? ¡¿Lexa estás bien?! —me pregunta Addison apoyada por sus rodillas.
Me doy cuenta que estoy en el suelo y algo mareada busco su mirada y veo todo junto, todo se me mezcla, todo da vueltas.
No puedo evitar preguntar, no sé porque pero quiero saber si lo que ví es real que no imaginé eso, porque de verdad parecía algo tan... tan real.
— Addison ¿quién es tu tutor?
Ella duda, sus labios le tiemblan pero de todas formas responde.
— Es Maximus Hayward.
No me equivoqué, lo que vi fue real y esa fue la confirmación.
Asiento y algo aturdida me pongo de pie, le doy una sonrisa forzada a Addison y como puedo me voy a la habitación, ella no me sigue se queda ahí en el mismo lugar donde estábamos estática.
Tengo un profundo dolor de cabeza y la vista se me hace algo borrosa, a duras penas llego a la puerta de mí habitación y saco la llave de mí mochila. Cómo puedo ingreso y dejo todo tirado para poder tirarme yo en mí cama.
El bajón es terrible y las ganas de dormir un año llegan a mí tan rápido que me quedo dormida ni bien tocó la almohada.
...
Me despierto con la boca terriblemente seca en medio de la madrugada y aún un poco mareada me pongo —a duras penas— de pie para ir por una pastilla para el dolor de cabeza y a por la botella de agua que siempre dejo en la mesa.
Rebuscó entre mí cajón y gruñó al encontrar la tableta vacía ya la vez pasada sabía que quedaban pocas, Addison me lo dijo y recuerdo que ella había dicho que iría por más.
— Addi... Addi —le zarandeo una y otra vez le doy vueltas pero ella no da señales de despertarse así que voy directamente a buscar la pastilla en su cajón —de todas formas ella me debe al menos cinco en este mes— y tal y como el mío está desordenado las cosas están revueltas y puede deberse a qué estamos demasiado ocupadas para preocuparnos por la organización del cuarto, hay libretas, marcadores y demás cosas pero las benditas pastillas para los dolores no están.