The Dark Sky

Capítulo 19 ~ El Poder Del Demonio

Ya amanecía y una Emely adolorida, golpeada y llena de tristeza se encontraba a lado del cuerpo de Hanabi ya sin vida. Miro a donde estaba el cuerpo de la bestia, pero ya no se encontraba.

Emely como pudo cabo un hoyo y coloco el cuerpo de Hanabi en él para después enterrarlo, coloco unas cuantas flores que corto de ahí mismo y se despidió de él. El auto lo dejo ahí ya que no sabía conducir así que camino por el camino que llevaba a la entrada del parque nacional.

Después de un largo trayecto regreso a casa del capitán Dell quien aún seguía dormido. Aprovecho para ducharse para limpiar sus heridas y la suciedad de la tierra. Mientras estaba bajo la regadera se miro el brazo y aquella herida ya no estaba, todo había salido perfecto, bueno, no todo.

Después de ducharse bajo a desayunar y al entrar a la cocina se encontró al capitán Dell.

— Vaya, te despertaste temprano — Dijo con una sonrisa.

— Quiero volver a entrenar — Dijo con rapidez.

Ambos bajaron después de desayunar y empezó al entrenamiento de nuevo.

— Esquiva los golpes y ataques — Gritaba Dell.

— No puedo más estoy cansada — Decía con fatiga.

— No hay tiempo para descansar. Además tú querías entrenar — Decía el capitán Dell.

Dell seguía entrenando a Emely sin descansar ya que sabía que el general Rid actuaría en cualquier momento para secuestrarla aunque no sabía lo que había vivido en toda la noche la pequeña.

— Tienes que esforzarte — Grito.

— Pero... —

— ¡Hazlo basura! — Grito más fuerte.

Ante la presión que sentía la pequeña saco todo su poder oculto. Sus ojos se volvieron a tornarse rojos, su cabello se hizo negro.

Emely fue hacia él y lo atacó con todas sus fuerzas. Cada vez los ataques que daba eran con más y más fuerza. De repente le dió un golpe en el estómago haciendo que el capitán escupiera sangre a chorros.

— B-bien — Dijo el capitán.

— Capitán ¿Está bien? — Dijo preocupada la pequeña.

— Sí, bien hecho — Respondió.

Dell se levantó aún sangrando y se acerco a la pequeña.

— Despertaste el poder de tu demonio, bien hecho —

Emely sonrió y asintió.

— Ahora necesito descansar y tú igual — Dijo aún adolorido.

El capitán subió a su habitación, pero Emely salió ya que tenía pensado ir a dónde vivía su abuela. Al llegar nadie se encontraba en casa así que entro y fue a su habitación la cual estaba intacta. Sus cosas estaban en su lugar, aquella cama donde lloro, grito, sonrió. De repente la puerta se abrió y alguien inesperado entro.

— E-Emely — Dijo una voz femenina.

— Ma-madre — Dijo con voz cortada.

— ¿Qué haces aquí? — Dijo la mujer.

— Yo... — Respondió cabizbaja.

— ¿Por qué lo hiciste? — Cuestionó la mujer.

— No sé — Dijo la pequeña.

Emely miro a su madre e intento acercarse a ella, pero por cada paso que daba su madre retrocedía. Al ver que su madre no la iba a aceptar dió media vuelta y se coloca enfrente de la venta.

— Te quiero, mamá — Dijo en voz baja y salto por la venta.

La pequeña se propuso en regresar, pero antes de irse escuchó un grito dentro de la casa así que regreso y subió de nuevo a su antigua habitación y lo que encontró fue algo aterrador. Su madre se encontraba en el suelo tirada muerta, pero lo que la hizo sorprenderse más era quien estaba ahí.

— Por fin nos vemos frente a frente querida hermana — Dijo el joven.

— Tú... — Dijo con odio — ¿Qué le hiciste? —

— Al parecer no te han dicho nada sobre nosotros los demonios — Dijo — Los demonios nos alimentamos de las almas de los mortales. Eso lo debes de saber ya que eres uno —

— Yo no soy un demonio — Contesto de mala gana.

— Pobrecita niña... sin padre y ahora sin madre — Dijo burlándose.

— Eres un bastardo — Grito.

— Te enojaste? Dime ¿Qué harás? — Preguntó con tono retador.

Emely agachó la mirada y cerró los ojos. En su cabeza varias imágenes se mostraban. Imágenes de Yuko, de su abuela, de el capitán Dell, de su madre, gracias a eso el demonio despertó.

— Eres una maldito — Susurro.

— ¿Un maldito? ¿Porqué? ¿Por matar a tu padre y tu tonta madre mortal? Qué por cierto su alma tenía un sabor exquisito — Dijo burlándose.

— ¡Maldito! ¡Maldito! ¡Maldito! ¡Maldito! — Murmuraba.

— Bien, venga — Contesto con una sonrisa.

Emely se lanzó a atacar a su hermano, pero este esquivaba todos los golpes.

— Me falto decir que un demonio cuando se alimenta se vuelve más rápido, más fuerte y más violento — Agregó Rid.

Rid le dió una patada en el estómago y después golpeó su espalda haciendo que cayera. Rid la levantó y azotó contra el suelo en repetidas ocasiones.

— Akuma no quiere que te mate, pero serás mi diversión —

Rid al ver que su hermana en el suelo salto sobre ella y le aplastó de nuevo la espalda.

— Vamos, inútil pelea sé que ya sacaste todo el poder oculto de tu demonio — Decía.

Emely se sentía perdida, pero volvió a recordar todo lo que su hermano hizo y todo lo que había pasado así que se levantó nuevamente, pero está vez con algo diferente en ella.

— Así que... ¿Quieres que saque mi poder? Lo haré — Dijo Emely decidida.

 




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