- Estoy decidida, yo misma encontraré a Victoria. Pero... Y si me llegara a pasar algo?
- La verdad es que no me importa lo que me pueda suceder, mi vida dejó de tener sentido hace mucho tiempo. Lo digo por todas esas personas que se preocupan por mi... oh! Perdón! Rectifico... "por esa persona que se preocupa por mi, Jake"
- ¿Debería decirle a alguien?¿A mi madre? Baff! Incluso el vecino de enfrente se preocupa más por mi, tampoco puedo confiar en mi padre, nunca estuvo ahí cuando lo necesité, pasaba más tiempo en su trabajo que con su propia familia.
- ¿Al oficial Mike? - ¡Ni pensarlo! El es parte de la policía, por ningún motivo me dejaría siquiera acercarme a esa casa, además, trabaja con Jake, obviamente se lo diría y no es que me convenga que lo sepa.
- Se ma han acabado las opciones... ajjj! ¡Estoy completamente sola en este mundo!
Toc Toc Toc
- El sonido de la puerta ha retumbado por toda la casa.
- Ummm? ¿Quién podrá ser? No espero la visita de nadie. <<Ni hoy ni nunca>> - Agrega la voz de mi subsconciente.
- Nunca nadie se pasa por acá, es como si no existiera. ¿Y si es Jake? - Espero que no sea el en un ataque de pánico después de ver que no he contestado a ninguna de sus llamadas... <<¿Qué puedo hacer...?>> <<¡Yo también necesito mi espacio!>> - Suelto un suspiro y me dirijo a la puerta, quito cada seguro y la abro aunque no completamente, sólo para estar segura.
Cuando me asomo por el espacio que dejé entre la puerta y la pared pude notar que en la entrada se encontraba una mujer, comienzo a analizarla lentamente empezando por sus pies. - Lleva zapatillas color turquesa que combinan perfectamente con su abrigo, sin olvidar su elegante falda; su hermoso cabello y sus definidos rizos, a la altura de los hombros. Le sigo con la mirada hasta encontrarme cara a cara con ella. <<¡Pero si es...!>> - Doy un brinco y me lanzo hacia ella para darle un laaaaargo abrazo.
- ¡Sara! - Grito emocionada.
- ¿Qué tal todo, hermanita?
Sara, es mi hermana mayor, somos muy unidas y completamente diferentes, ambas crecimos en la casa de nuestros padres hasta que cumplió sus dieciocho años y decidió irse a vivir a su propia casa, quería ser una "universitaria independiente" Después de dos años, yo alcancé la mayoría de edad y también me marché de la boca del lobo aunque no seguí estudiando como ella, quería buscar un trabajo y vivir felizmente de mi salario aquí, en mi pequeño departamento, pero ahora estoy en el paro.
- Cuanto tiempo sin verte!. Te he extrañado un montón! - Me dice y luego me da un tierno beso en la mejilla.
- ¡¿Dónde has estado todo este tiempo?!
...Sara solía venir a visitarme todos los fines de semana, dejó de hacerlo después de un tiempo, no tenía noticias de ella desde el año pasado, al parecer ha estado ocupada con algo.... la escuela, supongo.
- Bueno, bueno... vas a invitarme a pasar o... - Desvía mi pregunta, pero no le hago mucho caso.
- Si, claro! Pasa y siéntate.
Ambas nos acomodamos en el sillón con una taza de té en la mano y comenzamos a hablar de viejos tiempos, cómo era todo antes de continuar cada una por su propio camino, todo eran risas hasta hace un momento. El silencio penetró en la sala y borró la pequeña sonrisa que llevaba en mi rostro. Sara se dio cuenta enseguida de que algo me ocurría. <<Me conoce mejor de lo que yo pensaba>>
- Estás así por tu amiga, verdad? - Fué directamente al grano.
- No puedo mentirte a ti, sí, es exactamente eso lo que me pasa.
Le expliqué con detalle lo que me había estado pasando recientemente, las cartas que me han estado enviando, aquella extraña llamada y como decidí volver a Ravenforst. Al principio se opuso firmemente a mi desición, pero ella, como nadie, me comprende.
- No puedo creer lo que me has contado... Has pasado por tantas cosas y yo no estuve aquí para ti. Todo por ese estúpido trabaj... - Se detiene. - Como sea... ¿en serio quieres regresar? ¿Y si esperas sólo un poco más? ¿ Y si Victoria volviera?
- No seas ingenua Sara, no como yo, Victoria no regresará, no a menos que yo la encuentre. ¡Debo regresar a la mansión!
- Que piensas encontrar ahí? - Me mira un poco confundida.
- Yo... no lo sé. Sólo alguna pista que me pueda llevar a donde está Victoria. No sé qué, exactamente. Pero cuando lo vea, lo sabré.
- Ajj! ¡Que cabezota eres! ¡Cuando se te mete una idea en la cabeza no hay quien te la saque! - Pone los ojos en blanco.
- Mmmm yo conozco a alguien exactamente así. - A pesar de todo, consigo mostrar una sonrisa y ella hace lo mismo.
- ¿Cuando piensas partir? - Me pregunta estirandose y colocando su taza de té, vacía, encima de la mesa frente al sillón.
- Lo antes posible, mañana a primera hora, si todo sale bien. Tengo la esperanza de volver a ver a Victoria y eso me basta.
- Irás sola?
- No tengo más opción.
Sara se queda mirando al suelo y suelta un pesado suspiro, levanta la vista y se me queda mirando.
- No te preocupes Anna... - Se levanta y estira su brazo en un gesto de apoyo. - Yo te ayudaré a encontrarla.
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Editado: 17.05.2020