Después de tanto tiempo, esta aquí, delante de mi. No a envejecido ni un día. ¿Qué le ha pasado? ¿Por qué está aquí, dentro de esta cápsula?
- Debemos sacarla de ahí. - Me dice Sara y se coloca frente a los controles tocando uno por uno.
- Ten cuidado con eso. - Me levanto rápidamente y le doy un empujón a Sara para apartarla del camino. - Lo siento. - Me disculpo y comienzo a revisar los controles hasta que encuentro el botón del modo off.
Al presionarlo, la cápsula se abrió y el cuerpo de Victoria casi cae al suelo pero reaccioné a tiempo y la atrapé con mis brazos.
- ¡Victoria! ¡Victoria! - La llamaba, pero ella no reaccionaba. - Esta helada.
Su cuerpo es frío, pero puedo sentir como rápidamente se calienta.
- Esta muerta? - Pregunta mi hermana.
Le analizo el pulso, siento latidos.
- Esta viva, pero... ¿cómo puede ser? La temperatura dentro de esa cápsula es de -196°C, al menos eso dice ahí.
- Todo esto es muy extraño, ¿cómo un cuerpo puede sobrevivir a tan baja temperatura?
- Yo tampoco lo sé. Esto va mas allá de mi imaginación.
Victoria ha recobrado su temperatura normal, las venas de su cuerpo pueden verse fácilmente.
Está como yo la recordaba, lleva la misma ropa que aquel día, obviamente. Sigue siendo la misma, o al menos físicamente.
Su respiración se está acelerando.
- ¡¿Victoria?! ¡Victoria despierta! - Agito sus hombros para hacerla reaccionar y comienza a retorcerse en el suelo, está sudando mucho.
- ¡Victoria! - La llamo por última vez y esta se calma. Comienza a parpadear y va abriendo poco a poco los ojos.
Mira a todas partes, aunque débilmente. Pronto nuestras miradas se conectan.
- ¿Anna? - Dice en un hilo de voz.
No pude contener las lágrimas, estas rodaron por mis mejillas y próximamente precedí a darle un fuerte abrazo a Victoria quien estaba sentada de rodillas en el suelo.
Estuvimos así por un rato. Hasta que ella decidió romper el silencio.
- Que bueno que estas bien.
Me separo de ella y le dedico una sonrisa. Ella mira a mi hermana fijamente y frunce el ceño.
- ¿Cómo llegó tu hermana hasta aquí? - Me pregunta.
- Emmm vine con ella.
- No recuerdo que... - Se queda un momento callada y comienza a mirarme de arriba a bajo. - ¿Cuándo te has cambiado de ropa?
Ahora soy yo la que frunce el ceño, aunque creo que ya sé lo que pasa.
Sara y yo nos miramos por un momento.
- Victoria, ¿tienes idea de que día es hoy? - Le pregunto para descartar la duda.
- Viernes 13 - 1937, ¿no?
Siento escalosfrios por todo el cuerpo. Sara y yo nos volvemos a mirar.
- Que pasa? - Pregunta Victoria.
- Verás... es que... - Me siento un poco incómoda al contarle esto, ella piensa que es 1937, no es consciente del tiempo. - No es...precisamente esa fecha.
- No entiendo. - Me dice y ladea su cabeza hacia un lado.
- Hoy es martes, martes 13, pero de 1940.
- No jodas. - Dice poniendo ojos como platos, se le ve asustada. - O sea, ¿me estas diciendo que... han pasado tres años?
Asiento y se pasa una mano por el pelo. El silencio abunda en la sala, es muy incómodo.
- ¿Recuerdas que te sucedió? ¿el como llegaste aquí? - Le pregunta mi hermana.
- Recuerdo que... me quedé fuera esperando a que Steban y Anna salieran de la mansión, pero al ver que tardaban demasiado pues, decidí entrar también. Pero antes de que pudiera hacerlo alguien me atacó por la espalda y me golpeó la cabeza. No recuerdo nada más. - Por unos minutos, todo se queda callado nuevamente.
Victoria tiene la mirada perdida, su cuerpo esta aquí, pero su mente está en otra parte, figurativamete, claro.
- ¿Dónde está Steban? Quiero verle. - Dice y se me hace un nudo en la garganta.
<<¡Dios! No lo recordaba, Victoria no sabe nada... ¿y ahora, que le digo?>>
Me aclaro la garganta*
- Verás... ese día... la razón por la que nos tardamos fué que... - Las palabras no me querían salir, ¿Cómo iba a decirle que...?
- Esta muerto... ¿verdad? - Su rostro se ve triste, el fuego vivo de sus ojos ha desaparecido, ahora es un de color opaco, lleno de lágrimas.
- Si. - Musité.
Respira profundo y se seca las lágrimas. Ella es muy fuerte, no es de las que lloran en público, es inteligente además, se dió cuenta muy rápido de lo que pasaba.
- Ven, levántate. - Se sujeta de mi mano y se levanta, aunque sus piernas tiemblan.
- Estaré bien, no te preocupes. - Me dice y se suelta de mi brazo. Se mantiene en pie a duras penas pero se acostumbrará. - Que es este lugar? - Pregunta mirando alrededor.
- Es un tipo de laboratorio. Tu estabas ahí. - Dice Sara apuntando a la cápsula.
Victoria se acerca a la máquina y la mira atentamente.
- ¿"Cápsula Criogénita"? No tengo ni idea de que es. Si que ha avanzado la ciencia.
- De hecho... Nada de lo que vez aquí es de este tiempo, aún la ciencia no ha inventado ninguno de estos aparatos. Estuve pensando en la posibilidad de que alguien los haya estado fabricando en este lugar. Pero sólo hacer alguna de las que hay aquí toma varios años. Así que quien sea que las haya hecho, debe de ser bastante viejo. - Le digo a Victoria mientras me desplazo una vez más por el laboratorio.
- Entiendo. - Dice y se queda mirando al gran armario que hay en una de las esquinas, probablemente ahí se guarden jeringas, medicinas etc, lo normal.
- ¿Qué estas haciendo? - Le pregunto a Sara quien está tomando tubos de ensayo de una mesa.
- Quiero tomar algunas muestras. - Me responde y con un gotero toma algunas muestras de variadas sustancias que hay en frascos de cristal y las echa por separado en los tubos te ensayo, les pone un corcho a cada uno y los guarda en la mochila.
- ¿Es para algún tipo de proyecto en la universidad? - Le pregunto por curiosidad.
- Ehhhhh... si, claro.
- Anna, si pasaron ya tres años... significa que tienes diecinueve, ¿verdad? y yo veinte. - Interrumpe Victoria.
- Si, supongo.
- Vale. - Me responde y se encoje de hombros.
- Deberíamos salir de aquí. - Opina Sara.
- Tienes razón. Salgamos cuanto antes. - Le dedico una sonrisa y le echo un brazo por encima del hombro a ella y a Victoria y caminamos juntas hacia la salida.
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Editado: 17.05.2020