Desde un crudo frio, una tormenta bastante helado. Llegaba una niña a una cabaña antigua y desecha que estaba en un bosque profundo, lejos de la civilización y de una señal posible. Además que era peor salir de noche con el clima de una manera bastante violento para una niña de su edad, y con una gran herida en el cuerpo que costaba mucho creer de lo que pudo llegar tan lejos.
Se acercaba se a poco a la cabaña, cojeando y caminando lentamente, con las pocas fuerzas que le estaban quedando y de las ultimas que le quedaba para poder seguir. Con una herida grave y perdiendo mucha sangre con cada paso que daba, intentando llegar a un solo lugar que podría ser el ultimo que vera por su vida.
Todo el tiempo que la maltrataron, todos lo que ella consideraba como una familia y amigos, se fue con ella a los últimos segundos que le quedaba. Su familia nunca la quiso de como fue en realidad para ellos, los niños que estaba con ella la maltrataron todo el tiempo como si fuera solo un objeto desechable, y para sus hermanos que tanto amaba solo la vieron como un simple estorbo.
Ahora que sus últimos momentos que le quedaba de su vida que solo fue desperdicio. Había alguien que la estaba esperando en esa misma cabaña, en el lugar donde siempre se juntaban y jugaban toso el tiempo, una persona que comprendía su dolor por completo y siempre la acompaño desde la primera vez que lo conoció, su nombre fue: “Ybi”.
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3 años después.
Con el viento pesar y con las helados vientos que se acercaban hacia la ciudad de Santiago. Había una mujer que estaba saliendo del hogar, la cual era solo un departamento que no tenia nada interesante, tan solo unas botellas de cervezas completamente vacías, habían mas de 4 cajas de ellas que estaba botadas en cualquier parte del lugar. Con algunas fotos de una familia que ella había tenido en su pared por toda su vida, aunque le hacia llorar por lo que había hecho y por lo que no había hecho nada al respecto para solucionarlo.
Solo estaba saliendo de si departamento con solo su bolso que tenia algo que le podría servir de ayuda, y otras cosas que le costaba mucho ver por tan viejas que sean. Dejando en completo silencio el hogar, dejando algunas otras cosas que no le serviría para aliviar su dolor lo que estaba sintiendo justo ahora, el enorme culpa que tenia en sus espaldas.
Era una mujer muy pobre, con la cara hecha como un vejestorios. Tiene los ojos amarillos, pelo castaño, con algunas marcas que le estaban notando, con una estatura de 1,78 metros. Tenia puesto ropa de la que siempre iba a trabajar, pero por mucho tiempo estaba guardada, se notaba que estaba muy malgastada, y no tiene otra ropa porque la había quemado por completo hace varios días, aun se sabe la razón del porque.
Mientras salía de su hogar que solo era basura, cerro la puerta con seguro. Al llegar a donde atendía las llaves solo había de vuelto para que alguien mas la iba a ocupar, porque ya no podrá volver de sus propios pasos de nuevo, con el largo camino que tenia que tomar para poder llegar al lugar donde había empezado todo esto, si es que tenga el valor para poder verla de nuevo, con el tiempo que había pasado.
Salía del lugar con la cabeza mirando al suelo, y mucha gente pasaba al lado por ella, dando opiniones de lo que le estaba pensando sobre ella. Tan solo fue donde estaba la parada de autobús para que la llevara al lugar donde exactamente tenia que ir, aunque primero tenia que pasar por toda esta gente para poder llegar, y viendo en donde estaba la parada, solo fue caminando aun con la cabeza agachada y con un gorro que se trajo para poder ocultar al menos un poco de su rostro para que creyeran que era una simple vagabunda sin sentido.
Pero tan solo de mirar así misma, y la expresión de la gente que ponían cuando la pasaban por el lado. Ya era una completa vagabunda quien a hecho muchas cosas incorrectas en su pasado, de la cuales no se pueden remediar y arreglar. Fue una estúpida, egoísta, una miserable persona que nunca quiso a su familia y que solo se preocupo por si mismo y nadie mas que le importara en su vida, y solo hizo que acumulara mas su dolor y odio.
Cuando llegaba hacia la parada de autobuses, y poder tomar uno a tiempo. Desde la ventana de ese mismo, estaba viendo todo lo que había cambiado con estos sucesos que había pasado en Santiago, no cabía duda que todo esto pudiera a ver ocurrido, hace décadas que ya había pasado desde que todo de esta ciudad por fin se había calmado. Aunque aun hay personas que tenia miedo sobre lo que ocurrió en esos años, que solo era paz y tranquilidad, hasta que empezaron cosas que ni nadie sabia que podía poder pasar en este mundo.
Mientras que el autobús iba al lugar donde exactamente ella se dirigía. Cuando miraba la ventana aun, le hacia recordar algunas cosas que puede que aun sigan vagando por sus recuerdos y también por sus pesadillas, cuando aun la familia seguía contenta de lo que había ganado desde ese entonces, desde que comenzó todas estas pesadillas.
En 1965, donde la personas no sentía el miedo aun, y que tenia toda su vida ya hecha. Cuando todos estaban muy bien, y los estudiantes estaban en sus colegios pasándolo bien, había uno que estaba a punto de terminar las clases para salir de vacaciones de verano y disfrutar con todos lo amigos en los viajes que iban a realizar. Mientras que tocaban el timbre para la salida, y todos salían rápidamente de sus salas para regresar a sus casas con la bastante energías para comenzar ya los viajes a la playa u otros lugares que le gustarían, había algunos estudiantes que aun seguían en sus salas, eran solamente dos que estaban guardando las cosas y limpiando un poco la sala. En la sala 2B, estaba una niña que ordenaba sus cosas tranquilamente, colocando cada cuaderno e libro en su mochila en donde correspondía, debía estar feliz como todos los niños por las vacaciones, pero estaba al contrario, con una mirada pesadumbre, como si estuviera triste por algo, pero no se sabia cual era.
Editado: 09.09.2019