4. Fuego contra fuego.

Jake. 

Una semana 

Ha pasado una semana desde el sábado primero de abril, por fin es viernes, y mentiría si dijera que no la he disfrutado. 

Tengo que admitir que a pesar de que la broma de Kate de este año fue básica, no me lo esperaba para nada, y solo por ese hecho le doy un punto a su favor. Pero, dicho ésto, le quito el punto porque hizo que mis propios amigos se pusieran en mi contra y eso merece la muerte. 

O en su defecto, una buena broma. 

Mientras eso pasa, ella ha estado en alerta permanente los últimos dias. La miro mientras picotea sus papas y estudia frente a mi en una de las mesas del comedor estudiantil de nuestra universidad. Como sintiendo el peso de mis ojos,  ella levanta el rostro de su libro y me devuelve la mirada. Entra en un mini ataque de ansiedad al ver que no digo nada. 

— ¿Qué pasa? — Pregunta. 

—Nada— Pongo mi cara mas inocente y ella se encoje en su asiento.

Lleva el cabello en un moño desordenado. Los marcos oscuros de sus lentes resaltan el verde de sus ojos, ojos en los que hay un destello de nerviosismo que me he acostumbrado a ver durante la última semana. Tiene unas ojeras sutiles, casi imperceptibles sobre el color dorado de su piel. 

Asi que no has dormido bien, Katherine

Me planteo olvidar la venganza por este año y que su estado de ansiedad constante lo sea, pero la idea se va tan fugazmente como llegó cuando recuerdo que aún ahora y a pesar de los esfuerzos de todos sigo pisando esquirlas de fibra de vidrio del polvo picapica. Sacude su mano frente a mi cara y me saca de mi ensimismamiento. 

— Estás empezando a asustarme, Jacob — su pequeña mano regresa a su regazo luego de poner un mechón castaño tras su oreja. 

— Solo estaba pensando en tu cara cuando veas todo lo que te va a pasar. 

— ¿Tengo que recordarte que estamos en territorio neutro? —. Dice una vez mas. 

— Lo sé, tranquilizate — ruedo los ojos. 

Parte del trato es que la casa de nuestros padres, los autos y el campus de la universidad son territorios "neutrales", por tanto, ninguno de los dos puede hacer bromas mientras estemos en territorio neutro por nuestra propia seguridad, la de nuestro historial académico y, ya que estamos, la de nuestra vida social. 

Los chicos llegan a sentarse con nosotros, Katherine cambia su expresión y los recibe con una sonrisa. Shawn se sienta a mi lado luego de chocar puños con Kate, Ethan se sienta junto a ella y le besa la mejilla. Pone los ojos en blanco. 

— Hola, chicos — Saluda ella. 

— Hey, Kat — suelta Shawn sonriéndole con la boca llena luego de darle un mordisco a su Sandwich. 

— Ewww — contorsiona el rostro y no podemos hacer otra cosa más que reír por su expresión— No es gracioso, bestias. 

Su celular puesto sobre la mesa suena y sé que es su  amiga Jessica porque aparece una foto de ambas en la pantalla. 

— Si?...¿Y ahora que hizo ese tipo?— Suspira y yo frunzo el ceño hacia ella interrogándola. Evan, gesticula con los labios y seguido de ésto, rueda los ojos. Yo me río por lo bajo — De acuerdo, tengo una hora libre después del almuerzo. Ya voy hacia allá... si nena, te  lo prometo. Vale... un beso. Nos vemos. 

Cuelga y nos sonríe. 

— Emergencia de chicas, lo siento pero tengo que irme—. Toma los dos libros con los que había estado estudiando y los mete de nuevo en su mochila. Empuja su bandeja con la soda y las papas casi intactas hacia nosotros para luego mirarme con la súplica plasmada en los ojos— Pido tiempo a salvo durante las próximas dos horas para resolver esto con Jessie. Por favor. 

— De acuerdo — entrecierra los ojos y yo ruedo los míos mientras levanto la palma de la mano derecha—. Juro solemnemente que no va a pasar nada durante las próximas dos horas. 

Quiero que todos resaltemos por favor los dedos cruzados de mi mano izquierda.

Gracias, gracias. Los aplausos no son necesarios. 

— Gracias — sonríe y se pone de pie — Hasta luego chicos. 

Se va y yo miro a Ethan que a la vez él mira casi con adoración a Kate. 

O mejor dicho, a su trasero. 

Siento una punzada de sobreprotección que desaparece casi por completo cuando Shawn le pega una palmada en la parte posterior de la cabeza y el aludido finalmente desvía la mirada para dirigirla a nosotros. 

— ¿Era eso necesario? — pregunta. 

— ¿Por qué sigues haciendo eso?— Shawn lo mira con reproche y diversión en los ojos. Ethan solo se encoge de hombros. 

Dato curioso: contrario a lo que creíamos de que Ethan jamás se tomaría en serio a nigún miembro de la población femenina de este campus (o de la ciudad, para ser honestos), resultó teniendo un pequeño Crush con Katherine hace un par de meses. Luego de la sorpresa inicial porque después de confesarnoslo no llevó a nadie a casa durante tres semanas aproximadamente, solo asumimos que se le pasaría porque al final siguió regresando a su ligeramente promiscuo estilo de vida. Lo mas genial de todo el asunto es que cuando le preguntamos por qué no le decía nada, contestó que no quería traicionarme haciendo una movida con mi mejor amiga que además fue mi novia hace un tiempo. En ese momento di gracias al cielo por un mejor amigo tan leal. A pesar de eso, a veces tiene lapsus como éste, en los que se queda viendo casi hipnotizado a Katie. Aunque, ahora que lo pienso, la chica de la semana  pasada tenía un aire bastante inquietante con... 

Estás paranoico, Jake

Relájate. 

Eliminando el pensamiento de mi conciencia y diciéndome a mi mismo que no hay nada de qué preocuparse regreso a la conversación con los chicos, que ahora ha pasado a tratarse sobre las fiestas de primavera este mes alrdedor del campus. Y como son ellos, pues están sugiriendo hacer una. 

— Supongo que están dispuestos a limpiar todo después en el apartamento, no?