Kate
Soy la primera al despertar al día siguiente. Me duelen los pies por utilizar los tacones tanto tiempo pero dejando eso de lado me siento extrañamente descansada.
No pasó mucho más en el resto de la velada. Bailamos, hablamos, comimos y reímos hasta que nos dolió el abdomen. Antes de darnos cuenta se nos hicieron las tres y eramos los últimos en el salón junto a los novios, Kyle, mi padre y el padre de Jake. Prácticamente tuvieron que echarnos.
Decido ir a la cocina y preparar algunos sándwiches para cuando despierten los chicos. Saco todo lo que necesito de la despensa (que ya estaba convenientemente llena cuando llegamos) y me pongo a trabajar. Estoy pasando los trozos de pollo de la sartén a un bowl cuando tocan el timbre. Limpio mis manos con la toalla junto al fregadera y voy a abrir.
—Campbell—Taylor me lanza una mirada por encima de los lentes de sol—Te ves tan increíble como siempre.
—Querida créeme, no me siento increíble—entra y camina hasta el sillón mientras cierro y regreso a mi lugar detrás de la encimera.—Pero aquí sí que huele increíble ¿Estás cocinando?
—Pollo, haré sándwiches.—Tomo un par de tenedores para comenzar a desmenuzar el pollo.
—¿Te importaría alimentar a este cuerpo cansado y trabajador?—se tumba dramáticamente.
—¿A mi tío el resacoso? Claro
—Ay, que graciosa—nótese el sarcasmo. Alcanza el control de la televisión y la enciende. Están trasmitiendo las caricaturas de fin de semana y creo por un momento que las va a cambiar pero solo baja el volumen.—¿Dónde está todo el mundo?
—Jessica y Evan siguen en el hotel y los demás están inconscientes.—contesto mientras corto unas rodajas de aguacate.
—Yo ya recuperé la conciencia y este lugar huele muy bien—dice Jake entrando a la habitación. Se acerca hasta dónde estoy y me da un beso en la coronilla antes de ir a la nevera y tomar una botella con agua—Buenos días.
Camina hasta el sillón y se tumba al lado de Taylor. Intento disimular mi sonrisa de tonta.
—Hijo mío.
—¿Qué con tus lentes?
—Siento que se me van a salir los ojos.
—Yo quiero ver eso—se ríe.
—No—dice Taylor súper serio.
—De acuerdo.—Jake pone cara de decepción.
—¿Quién me dejó beber tanto anoche?—pregunta el ser que creo que es Shawn pero no puedo estar segura porque se ve terrible.
—No lo sé pero también quiero saberlo—contesta Taylor desde su lugar.
Shawn se tira en el suelo frente al sofá.
—Katrina, ¿estás haciendo tus increíbles sándwiches de pollo?—pregunta con la voz amortiguada por el suelo.
—Puede ser.—contesto armando los sándwiches.
—Te adoro.
Me río.
—Buenos días—por lo visto Ethan amaneció de buen humor. Toma una manzana del frutero de la encimera y le da un mordisco.—¿Shawn murió?
Jake se inclina y le toma el pulso en la muñeca.
—Aún no.
—Pero estoy a punto. La cabeza se me va a estallar—Se queja.
—Está genial no ser el de la resaca ésta vez.
—¿Cierto?—Se ríe Jake.
—Voy a encender la licuadora—advierto. Shawn estira el brazo hasta que alcanza un cojín, se cubre la cabeza y levanta el pulgar. Miro a Taylor.
—Adelante.
Intento hacerlo en el menor tiempo posible. Tomo dos vasos para servir el brebaje color rojo.
—Ustedes dos, vengan aquí.
Se levantan y se sientan frente a la encimera. Le paso un vaso y un par de calmantes a cada uno.
—¿Esto es...—Pregunta Shawn olfateando un poco el vaso—...jugo de tomate?
—Tú querido, tienes tus métodos anti-resaca, yo tengo los míos. Créeme, es milagroso.
—Si tu lo dices...
El timbre empieza a sonar como loco.
—Yo voy—Ethan se dirige a la puerta y la abre—¿Jessica?¿Qué cara...
—Shhhh—mi mejor amiga me busca con los ojos apenas entra—tienes que ver esto.
—¿Por qué ella no se ve del asco?—pregunta Shawn. Evan, que venía tras ella e intenta recuperar la respiración, se encoge de hombros.
—Shhh—Jess corre hasta el sillón, le quita el control a Taylor y comienza a pasar los canales como loca.
—Hey—se queja Taylor.
—¿Podrían concentrarse por favor?—pide mi mejor amiga y sigue pasando hasta que llega a un programa de chismes. No entiendo nada hasta que empiezo a escuchar.
—...el hijo del productor TJ Campbell fue captado por nuestros lentes, después de mucho tiempo alejado de ellos, con su padre, caminando por las costas de su ciudad natal. Además parece no haber regresado solo a casa; las fotografías nos muestran que ha pasado un romantico y acaramelado fin de semana con una chica. Según nuestras fuentes anónimas, se trataría de la mejor amiga de nuestro apuesto y encantador Jacob; por lo visto, ya es algo más que una amistad lo que hay entre estos dos.
》Ahora solo nos queda una pregunta: ¿Cual será el nombre de la misteriosa y afortunada chica que ha robado el corazón de este encantador hombre?
Hay fotos. Jake y yo hablando en la terraza la madrugada del sábado; Jake y yo abrazados durante la fiesta; Jake y yo besándonos... Todas tomadas evidentemente desde la distancia y a escondidas sin que nos diéramos cuenta.
Todos los ojos de la sala caen sobre mi. No están juzgándome, están preocupados.
—Esto es mi culpa—dice Taylor.
—Papá...—Jake comienza
—No, es... es mi culpa. Si no hubiese venido...—Continúa. Cierro los ojos.
—Taylor—interrumpo.—No es tu culpa, no es culpa de nadie. Son esos tontos incapaces de conseguir una vida propia.—Sirvo los sándwiches y dejo los platos sobre la encimera.—El desayuno está listo.
Meto lo demás en el lavavajillas y lo dejo funcionando antes de abandonar la sala.
—Kate—Jess viene detrás de mi. Entro a nuestra habitación y me tumbo en la cama. Tengo los ojos cerrados pero siento como se acuesta junto a mi.—¿Estás bien?
Asiento.
Claro, si solamente besé a dos chicos, que además son mejores amigos, me fotografiaron con uno de ellos y aparecí en la farándula nacional. Aunque detesto ser el centro de atención, esto no significa nada.