Imagina que tienes un mejor amigo de toda la vida, de esos que literalmente se conocen desde que ambos usaban pañales. Un mejor amigo que ha estado ahí para ti desde siempre y que lo daría todo por verte feliz porque tu felicidad es la suya. Un amigo que jamás te humillaría a propósito ni te haría nada malo
¿Ya te lo imaginaste?
Pues ese... definitivamente no es mi caso.
O al menos, no en lo último.
A mi me tocó un tonto con el que tengo una trato desde los siete para que todos los años podamos jugarnos bromas pesadas el uno al otro y el resto del año un pase VIP para hacernos la vida un desastre. Claro... un tonto que no ha hecho más que ponerse guapísimo con los años y desarrollar un encanto natural que es irresistible incluso para mi.
Si a la ecuación de las bromas y el mejor amigo genial le sumas a su propio grupo de amigos (tan increíbles y guapos como él), una mejor amiga mas incondicional que el oxígeno, un trabajo del que no me quejo, relaciones familiares algo caóticas y una dosis de buen humor, te puedes hacer una idea de cómo es mi vida. Mejor dicho, te doy la bienvenida oficial a mi mundo.
Agarra tu refresco, palomitas, ponte cómodo y disfruta de mi pequeño rincón del universo.