En la tarde del viernes, antes de entrar al estudio, escucho un par de pasos detrás de mi; por un momento creo que simplemente intentan llegar a la escalera pero aún dejándola atrás sigue detrás de mi. Cuando finalmente me doy la vuelta, entiendo el porqué.
Los tres mosqueteros están presentes y en su elemento, sonriendo y siendo...bueno, ellos.
—¿Qué hacen?—pregunto.
—Vinimos por la clase de yoga.—Sonríe Jake.
—Es para chicas.—Los miro con los ojos entrecerrados.
—No creo que les moleste, ¿o si?—Ethan imita el gesto de Jake. Me río y me encojo de hombros.
—Busquen un lugar y solo... no interrumpan la clase.—Entramos y mi risa en inevitable cuando veo las caras de desubicacíon que veía venir—¿Sabían que es yoga prenatal, no?
Los viernes son mi día libre. No soy yo quien da la clase, es mi compañera Evelyn que tiene mucha más experiencia y capacitación en toda la materia del embarazo, pero hoy me llamaron a mi de emergencia para cubrir el turno de su asistente porque la pobre tiene una intoxicación alimentaria terrible.
—Hola, Eve.—Guardo mis cosas en mi cubículo y regreso al frente para acomodar la esterilla en su lugar.
—Hola, Kate.—Le da una mirada confundida a los desubicados al fondo de la sala. Parecen peces fuera del agua.—Los chicos guapos del fondo, ¿no son tus amigos?
—Los mismos.
—¿Qué hacen aquí?
—Dicen haber venido por la clase.
—No parece que ninguno esté embarazado—dice con una risita.
—No lo están, así que espero descubrir la verdadera razón pronto.—Me río con ella y asiente.
—Mientras que no distraigan a nadie...
—Te prometo que los voy a controlar.
Todos terminan de ubicarse -en el caso de los chicos, de sentarse al fondo a observar- y unos veinte minutos después de empezada la clase, luego del calentamiento, las verdaderas intenciones de mis invitados comienzan a aflorar.
—Entonces—dice Jake cuando me acerco a una de las mujeres del fondo para ayudarla a corregir su postura.—¿Escuchaste sobre ésta fiesta que hay mañana...?
—¿Solo soy yo o tú también sientes el deja vù?—pregunto en voz baja, pensando en el día anterior a la fiesta de su padre cuando hizo exactamente lo mismo. Se ríe.—No sé de qué me hablas pero no quiero, saben que lo mío no son las fiestas.
—Vamos, Katrina.—Shawn hace un puchero.—Es el cumpleaños de Jackson.—Hago un recorrido mental del limitado grupo de personas que conozco dentro del campus y se hace evidente que no sé a quién se refiere por lo que aclara.—El capitán del equipo, lo conociste la última vez.
Ah.
Finalmente relaciono el nombre con el rostro.
En todo caso,—¿Y yo qué tengo que ver?
—Le caíste muy bien y nos pidió que te invitáramos—dice Ethan.
—Mira, ni siquiera va a ser realmente una fiesta, solo es una... pequeña reunión. Estará el equipo y algunas de las novias de los chicos—explica Jake. Me cruzo de brazos y los miro escéptica, con ellos nunca es una "pequeña reunión". Tal y como pensaba, cede.—De acuerdo, es más bien una escapada de fin de semana....
—Pero solo es la noche del sábado, el domingo en la tarde estamos de regreso—aclara Shawn rápidamente.
Evelyn se aclara la garganta haciéndome reaccionar de dónde estoy.
—Hablamos al final, ¿si?
Les cuesta quedarse en silencio porque son como niños pequeños pero lo logran. Eso si, cuando se da por terminada la clase literalmente corren hasta donde intento hablar con Evelyn.
—Creo que tienes un asunto pendiente.—Hace un gesto mientras toma agua de su botella, hacia los chicos esperando detrás de mi.—Mejor ve a ver que quieren, ya hablaremos después.
—Eso creo.—Me río.—Nos vemos, Eve.
—Cuídate. Adiós chicos.
—Adiós.—Me doy la vuelta y los enfrento.
—Al grano.
—Tienes que venir—Shawn me pasa un brazo por los hombros.
—Ya hablamos con Jessica y ella también irá así que si no te convencemos nosotros, lo hará ella.—Me señala Jake.
—No me amenaces, Campbell.—Imito su gesto.—Recién nos fuimos de escapada hace dos semanas, ¿otra vez?
—¿Qué tienes en contra de divertirte?—Se queja Shawn.
—No tengo nada en contra es solo...que me siento un poco fuera de lugar—Admito. Ethan se acerca y me pasa el brazo por los hombros.
—Si prometemos hacerte sentir cómoda y no dejarte sola en ningún momento, ¿aceptarías?
—Kate, sabes que no sería lo mismo sin tí—dice Jake.
Suspiro.—Denme un momento para recoger mis cosas y me cuentan de qué se trata.
Se ríen y chocan los puños victoriosos.
—No te vas a arrepentir.—Sonríe Shawn.
Eso espero.
》○《
El sabado en la mañana Jess y yo seguimos a los chicos hasta las afueras de la ciudad hasta la casa de los padres de Jackson que le dejaron el camino libre para hacer la fiesta el fin de semana.
Cuando leí la dirección me hice la idea de una casa grande y moderna, ya que la vida en esa zona de la ciudad no es nada barata. Al llegar, me doy cuenta de que no solo me equivoqué sino que incluso subestimé el potencial de la casa; mansión mejor dicho. No que importe tampoco, pero wow.
Jackson aparece para abrir la puerta con una sonrisa de oreja a oreja.
—Hey—él y los chicos se dan uno de esos mitad abrazo mitad apretón muy masculinos.
—Jess—Chocan los puños.
—¿Dónde están las bebidas Jackson?—pregunta.
—Hay una hielera en el patio.—Me sonríe.
—Katherine.—Me besa en la mejilla. Shawn nos separa.
—Las manos quietas.—Jackson se aleja con las palmas extendidas.
—Lo siento.
Entramos y el interior es incluso más bonito que el exterior. Todo en tonos claros y en un estilo muy vanguardista.
—Entenderán que somos un equipo de hockey completo con chicas incluídas así que por cuestiones de espacio, estarán instalados en la misma habitación, ¿les molesta?