Narrador omnisciente
Jeff no podía creer todo lo que estaba presenciando, había demasiada gente muerta desde bebés hasta ancianos, los que aún seguían con vida corrían desesperados sin creer lo que había ocurrido hace un instante ¿Un cataclismo había azotado el planeta entero? ¿Resplandores saliendo de las rupturas de la tierra? Lo peor de todo es que no era una película de terror y ciencia ficción… era la realidad de ese día.
Al salir de los escombros sin poder asimilar lo que ocurría, Jeff giró la mirada y a lo lejos entre todo el polvo que poco a poco se estaba disipando logró distinguir el cuerpo de una persona elevada un poco en el aire, aunque él se encontraba con el cuerpo paralizado lleno de miedo y desesperación, intentó visualizar mejor esa imagen lejana, hasta que pudo observar como aquella persona… era partida en dos. El cuerpo de Jeff empezó a temblar y sus ojos se agrandaron llenándose de terror cuando el polvo se desvaneció, lo que pudo ver en ese instante no era para nada normal… un hombre con una altura fuera de lo común estaba detrás de aquel cadáver hecho trizas.
«Ese hombre… partió a la mitad a esa persona, su tamaño es muy grande y su rostro es terrorífico ¿Qué diablos está ocurriendo?» pensó Jeff mientras temblaba de miedo.
«Debo mover mi cuerpo, tengo que ir a casa y ver cómo está mi familia… debo… ¡DEBO MOVERME DE UNA MALDITA VEZ!» luego de armarse de valor, Jeff giró su cuerpo para empezar a correr.
En el momento que Jeff pudo ver hacia otro lado se dio cuenta que ese hombre con gran tamaño no era el único… había muchos otros iguales a él asesinando a los sobrevivientes, la forma en que esos seres mataban a las personas era cruel… algunos morían con la cabeza arrancada, aplastados y a otros les presionaban la cabeza hasta hacerlas explotar. Cuando Jeff se dio cuenta de la matanza que había en todos lados intentó correr más rápido sin mirar atrás, hasta que al desviar su mirada a la izquierda pudo verla a ella… Hailee estaba en el suelo a punto de ser aplastada por el enorme puño de un hombre gigante.
«¡Diablos! ¡Será aplastada si no se mueve de ahí! ¡Tienes que moverte!» pensó Jeff con mucha desesperación, en ese instante recordó lo que dijo cuando vio a Hailee por primera vez en la televisión hace algunos años atrás.
«Vaya… esa niña es muy famosa y exitosa, hay mucha gente en ese lugar solo para poder verla, además es demasiado linda… quisiera poder ser como ella, lograr todo lo que me proponga, así como ella está logrando sus metas… ¡Eso es! Desde hoy admirare a esa chica, sé que si me esfuerzo como ella podré alcanzar mis metas… hoy, mañana, no importa el día ni la hora, a partir de hoy la admirare siempre» recordó Jeff mientras se detenía.
Hailee no hacia ningún esfuerzo por levantarse y huir, el miedo no era la razón por la que no intentaba escapar… lo que ella esperaba en ese momento era su muerte, quería que el puño de ese monstruo impactara con su cabeza para que su vida terminara… tan solo deseaba que esa vida llena de sufrimiento, dolor, golpes, insultos y miradas despreciables llegara a su fin.
«Tengo… frío, pero eso ya no importa, voy a morir y ya no volveré a sentir dolor en mi cuerpo, en mi pecho… en mi alma» pensó Hailee mientras cerraba sus ojos creyendo que moriría.
—¡Levántate! ¡Si no peleas vas a morir! ¡PELEA! — escuchó Hailee y abrió sus ojos para ver de quien era aquella voz misteriosa.
Detrás del hombre gigante había un joven que estaba sosteniendo su pierna con la intención de alejarlo de Hailee, así es… Jeff se había abalanzado sobre el gigante para evitar que matara a Hailee, sin embargo, eso no fue suficiente para detenerlo debido a que la altura y fuerza de ese extraño ser eran demasiado descomunales, el coloso giró para tomar a Jeff, lo lanzó al suelo y puso su pie sobre el cuello del muchacho para aplastarlo. Los esfuerzos del joven eran en vano, a pesar de que intentaba quitar el enorme pie de su cuello no podía hacerlo, Hailee solo miraba confusa y asustada hasta que notó que había un cuchillo tirado a su derecha, tomó el arma blanca mientras se ponía de pie, pero… hay una gran brecha entre matar y ser asesinado, la chica castaña dejó de tener control sobre su cuerpo, el miedo comenzó a invadirla.
«¿Qué debo hacer?... ese chico no permitió que muriera, es la primera vez que estoy en una situación así, si no hago algo ese monstruo le aplastara el cuello, pero mi cuerpo no deja de temblar» pensó Hailee desesperada y con una expresión de miedo en su rostro.
—¡Yo sé que puedes hacerlo! ¡Demuéstrale a todo el mundo y a estos malditos de lo que eres capaz! ¡Volverás a lograr lo que te propongas ahora mismo! ¡DEBES PELEAR HAILEE! ¡PELEAAAAAAA! — gritó Jeff soportando el dolor en su cuello.
«¿Él dice que yo… puedo hacerlo? Demostrarle al mundo de lo que soy capaz… demostrar que tengo valía. Debo luchar… debo pelear… pelear… pelear… ¡¡TENGO QUE PELEAR!!» pensó Hailee mientras su fuerza salía a la luz.
Su sangre se enfrió, una fuerte corriente eléctrica viajó desde su cerebro hacia todo su cuerpo, Hailee comenzó a tener un control total sobre su cuerpo, el miedo había desaparecido y ella solo tenía un objetivo en mente… matar a ese hombre gigante para salvar a Jeff. Entonces la joven castaña empuñó con toda su fuerza el cuchillo haciendo que el mango se destrozara en su mano, puso una mirada asesina mientras corría con dirección al coloso, Hailee saltó hacia el rostro del gigante y le atravesó el ojo con el cuchillo, era tanta la fuerza de la muchacha que incluso la punta del arma blanca traspasó la parte superior de la cabeza del hombre gigante, finalmente el monstruo cayó y Jeff pudo ponerse de pie, hubo un silencio momentáneo hasta que él decidió hablar.