En el amplio patio de un templo sintoísta, una chica vestida de rosa con un sombrero y un bastón, miraba de frente a un chico de cabellera verde y ojos rojos como rubí, el cual tenía un monstruo negro con forma de coyote a su lado
- “¿Quién eres?”
- “Yo…”
El primero en hablar fue el chico de cabello verde que había agudizado sus ojos, y la chica de rosa a la que se dirigió titubeó un momento antes de responder
- “¡No lo sé!”
Aunque con una voz temblorosa, la chica de rosado se mantuvo firme
¿Cómo terminamos así?
Unos minutos atrás. Una chica estaba agachada en las escaleras de la entrada del templo intentando no ser vista por otros, sobre todo por su amiga Hayashi Ryoko y su compañera Akiyama Nozomi
- “Oye, Zephyr-chan ¿En verdad uno de esos enemigos que me decías está cerca de aquí?”
- “Si, lo sentí por esta dirección”
La chica en cuestión era Kobayashi Makoto, la cual hablaba con su recién compañero mascota, Zephyr
Antes de venir aquí, Makoto se enteró que unos de los enemigos que mencionaba Zephyr se dirigía al templo al cual se dirigía Ryoko y salió tan pronto como pudo
- “No parece que alguien sospechoso este por aquí”
- “No se la ubicación exacta, pero sé que está cerca”
- “¿Que debería hacer?”
Makoto estaba nerviosa, a pesar de a ver venido en preocupación de Ryoko, no sabía que hacer una vez aparezca el enemigo, ni siquiera había podido usar el poder del cristal
- “Por cierto Makoto”
- “¿Qué sucede?”
- “¿No deberías buscar un mejor lugar para vigilar que las escaleras de la puerta principal?”
- “…”
Ahora que lo mencionaba, una chica agachada en las escaleras se vería muy sospechoso y raro para cualquiera y también llamaría la atención de quién la viera
Intentando ocultar sus mejillas rojas salto por el lado derecho de las escaleras y se metió entre los árboles que rodean al templo y seguido entró a este y escondiéndose detrás de uno de los edificios cerca del edificio principal donde se presentaban las ofrendas y se daba una oración
- “Oh, Ryoko-chan y Akiyama-san se acercan”
Mientras asomaba su cabeza en una esquina lo suficiente para no ser vista, Makoto pudo ver a Ryoko y Akiyama yendo al edificio principal mientras hablaban entre ellas frívolamente
Ambas dieron una humilde ofrenda y empezaron a rezar mientras no se daban cuenta que Makoto estaba escondida
- “Sigo sin ver a nadie sospechoso Zephyr-chan”
- “Aparecerá, estoy seguro”
- “Ah”
- “¡Oiga!”
Mientras Makoto hablaba escucharon las voces de Ryoko y Akiyama y volvieron la vista solo a encontrar un hombre de ropa de oficina y con mal rostro
- “¿¡Acaso es el enemigo!?”
- “No, solo es otro humano con olor a alcohol”
Mientras los nervios de Makoto bajaron gracias a las palabras de Zephyr, ambos seguían prestando atención a lo sucedido frente a ellos. Akiyama terminó manejando la situación y el asalariado empezó a caminar de regreso cuando tropezó y cayó al suelo, en eso un chico de cabello verde y camisa roja abotonada se dirigió a el
- “¡Makoto, ese tipo!”
- “¿Eh? ¿Te refieres a ese chico?”
Zephyr al ver detenidamente al chico de cabello verde pudo sentir que él era el origen de su escalofrío de antes
- “¿Qué debería hacer? ¿Estás seguro que es él? Parece un chico normal
- “Si, estoy seguro”
- “Pero, mira ¿Vez? Fue a ayudar a ese tipo de mal carácter”
Mientras ambos se miraban como si quisieran discutir de nuevo, fueron interrumpidos
- “Ah, Aah… ¡¡Aaaaaaaahhhh!!”
- “¿Eh?”
Un grito se escuchó en todo el templo y cuando Makoto y Zephyr voltearon a ver el origen, vieron al chico de cabello verde sonriendo y al asalariado gritando de dolor. Al ver tal escena la voz de desconcierto de Makoto no pudo evitar salir
- “Hay Zephyr ¿Qué le sucede a ese hombre?”
- “Eso es… ¡El poder de la oscuridad!”
Los dos podían ver como algo negro empezaba a cubrir al hombre, aunque Zephyr supo de que trataba, no se dio cuenta de la voz de Makoto y de sus piernas temblando
Cuando el cuerpo negro engrandecido de lo que antes era un hombre cesó sus gritos y cayó al suelo, el templo se hundió en un silencio, Zephyr vio una oportunidad para actuar e intento llamar a Makoto
- “Es nuestra oportunidad, vamos Makoto”
- “No… No puedo”
- “¿De qué hablas?”
Las palabras de Makoto hicieron que Zephyr se molestara y volteara a ver a Makoto y fue cuando lo noto
- “No puedo… no puedo moverme”
- “¿Makoto?”
- “No puedo moverme Zephyr-chan, mis piernas no responden”
- “…”
Zephyr noto que las piernas de Makoto no dejaban de temblar, pero lo que más le impactó su expresión. Estaba envuelta en miedo, la cara brillante de la usual Makoto ahora tenía una sombra de miedo sobre ella y sus ojos estaban llenas del terror
- “Andando, bestia, levántate tráeme lo que busco, tus objetivos son estas personas que te miraron hacia abajo”
El chico de pelo verde hablo de nuevo, y como si reaccionara a sus palabras el cuerpo negro que yacía en el suelo se levantó, con una forma de un coyote completamente ajena a lo que antes era, soltó un rugido al cielo nocturno
- “¡¡¡GAAAAAAAAAAHHHHHH!!!”
- “¡!”
- “¡Makoto!”
Makoto no pudo más y sus piernas cedieron al miedo haciendo que cayera hacía atrás sobre su trasero mientras sus ojos se hundían más en el terror haciendo que Zephyr levantará su voz en señal de preocupación
Mientras no apartaba su mirada de la bestia coyote, este le volteo a mirar, más precisamente, al grupo de personas que había entre ellos, Makoto no había sido vista aún, pero la mirada de la bestia fue suficiente para cortar su respiración
- “¡Makoto levántate! ¿Qué sucede?”
- “Ah… Ah…”
Estaba presa del pánico, intentaba hablar pero las palabras no salían de su boca. La bestia coyote mostro sus garras negro azabache y sus ojos rojos tenían marcado a las personas frente a él y se abalanzó a ellos
La respiración de Makoto se detuvo, todo a su alrededor se envolvió en un silencio, mientras contemplaba como las personas que gritaban de miedo e intentaban huir fueron atravesadas por las garras del coyote negro y como caían al suelo, no había sangre, solo un extraño vapor negro saliendo de las marcas negras que quedaron en sus cuerpos inmóviles, pero fue suficiente para hacer que las lágrimas empezaran a salir de los ojos de Makoto
- “¿¡M-Makoto!?”
Makoto de repente se levantó del suelo y corrió a esconderse detrás del edificio donde se encontraba, Zephyr intentó llamarla pero a falta de respuesta decidió seguirla, preocupado de que haya huido a causa del miedo
Al girar en la esquina encontró a Makoto en posición fetal con la espalda recargada en la pared mientras intentaba ocultar su rostro
- “Makoto…”
- “Tengo miedo”
- “…”
La voz de Makoto era temblorosa y se notaba por su respiración que estaba llorando y sus hombros temblaban
- “Tengo miedo Zephyr-chan, esas personas…”
La imagen de los cuerpos de esas personas siendo atravesadas por las garras de ese coyote persistía en la mente de Makoto alimentando sus miedos
- “Pero, debes ir, eres la única que puede detenerlo”
- “¡No puedo, no puedo, no puedo!”
Zephyr intentaba hacer que Makoto se levantará pero era inútil, Makoto cada vez abrazaba más sus piernas y las lágrimas no dejaban de bajar por sus mejillas
- “No puedo hacerlo, tengo mucho miedo, pero…”
No quiero abandonar a Ryoko y Akiyama. Era lo que pensaba Makoto, su preciada amiga y su compañera de clase que era igual de importante. Pero que podía hacer, el ir por la policía y encontrar a sus amigas en ese horrible estado con marcas negras sobre ellas al volver era igual de aterrador. Quería ayudarlas, quería hacer algo, pero estaba tan asustada que no podía pensar bien y no encontraba una solución
- “¡Kobayashi Makoto!”
- “¡!”
Los pensamientos de Makoto fueron interrumpidos por la fuerte de voz de Zephyr que había dejado de volar y ahora estaba de pie en el suelo frente a Makoto con un aura sería en su mirar
- “Puedes hacerlo”
- “Yo no…”
- “Si puedes hacerlo, yo confío en ti”
Zephyr declaro sin titubear, los ojos rojos de Makoto estaban abiertos por la sorpresa de ver la actitud que Zephyr tomo, pero incluso a esas palabras Makoto no podía moverse y solo se enfureció
- “¿¡Por qué!? ¿¡Solo porque el cristal me eligió!?”
- “Si”
- “¡Solo son tonterías! ¡Solo por una razón como esa! ¡Es tan estúpido!”
Las lágrimas de Makoto no dejaban de caer y su frustración se notaba en su voz
- “Cosas como mi luz, mi forma de pensar ¡No tengo nada como eso, no soy especial! ¿Cómo puedes decir que confías en mi cuando ni siquiera puedo levantarme?”
Su voz era cada vez más solloza debido a su sentimiento de impotencia y el miedo que la ataba al suelo
- “Confío en ti”
Pero Zephyr no titubeó con sus palabras, una vez más declaró mientras seguía de pie frente a Makoto
- “Es cierto, no tengo dudas de que el cristal te eligió a ti por lo especial que puedes llegar a ser”
- “Ya te dije”
- “Pero eso no es todo”
Makoto quería responder de nuevo, pero Zephyr la interrumpió y siguió hablando
- “Del poco tiempo que llevo contigo, puedo estar seguro sobre una cosa, del tipo de persona que eres”
- “Yo…”
- “En ningún momento pensaste en escapar y abandonar a tus amigas ¿Cierto?”
Makoto abrió los ojos de par en par, estaba sorprendida por las palabras de Zephyr, pero aún más por lo que ni ella misma se había dado cuenta sobre sí misma. Era verdad, ella en ningún momento pensó en escapar sola, y tampoco quiere hacerlo, no con Ryoko y Akiyama aún en peligro
- “Kobayashi Makoto ¿Qué es lo que deseas hacer?”
- “Lo que quiero hacer…”
Ante la pregunta de Zephyr, Makoto intento pensar lo más que podía, pero entonces
- “¡Hayashi-san!”
- “¡!”
Ambos escucharon la voz de Akiyama, y como si nunca hubiera estado el miedo, Makoto se levantó fue a la esquina donde estaba deseando que lo peor no hubiera pasado. Al dar la vuelta pudo ver a las dos tiradas en el suelo bajo el techo del templo, parecían estar bien pero la caja de ofrendas había caído sobre ellas y no podían moverse
- “Ryoko-chan, Akiyama-san”
Quiero salvarlas. Es lo que quería hacer Makoto, no tenía que pensarlo, era lo que más deseaba ahora de todo corazón. Volviendo a esconderse en la esquina para no ser vista, saco el cristal de su bolsillo y volteó a ver a Zephyr que volaba delante de ella
- “Zephyr-chan, por favor, quiero salvarlas, a todos”
- “Por supuesto”
- “Así que, por favor, dime cómo usar el poder del cristal”
La mirada de Makoto había cambiado, ya no había miedo en sus ojos, ahora estaban decididos y brillantes como antes, su voz ya no temblaba en cambió, sonaba totalmente sería y comprometida
Zephyr al verla así, sintió alivió y felicidad, y a las palabras de Makoto, cerro sus ojos y empezó a hablar
- “En tus manos posees el cristal con el poder de reflejar la luz”
- “Reflejar la luz”
- “Si en verdad lo deseas con tu corazón, esos sentimientos, debes transmitirlos al cristal y este te responderá”
- “Mis sentimientos”
Zephyr hablaba de una manera suave, y Makoto miro en su mano derecha el cristal sobre su palma, y decidida cerro su mano y la acercó a su pecho mientras cerraba sus ojos. Tus sentimientos serán los que te den fuerza
- “Cristal que refleja la luz, dame el poder para alejar la oscuridad que nos atormenta”
Como si las palabras vinieran a su mente, Makoto hablaba con sus sentimientos de proteger a sus amigas y las personas presentes en su corazón
- “Responde a mis sentimientos y conviértelos en la fuerza para proteger aquellos corazones perdidos en las sombras”
Abriendo sus ojos decididos alzó su mano con el cristal y la abrió para mostrar a este
- “¡Dame la magia de la luz que hay en mi corazón! ¡Resplandece!”
El cristal en sus manos empezó a brillar, pero a diferencia de la última vez, este empezó a liberar una luz blanca que envolvía por completo el cuerpo de Makoto
La luz se convertía en cristal y pareciera que se rompía en un polvo plateado mostrando a la nueva estrella que había nacido
Sus tenis se habían convertido en una botas rosadas, con unas medias blancas, una falda rosada que llegaba a las rodillas con un borde blanco esponjoso, con un cinturón blanco, su blusa y suéter que traía ahora eran una sola pieza de ropa rosada de bordes blancos y un cuello invernal con dos bolas esponjosas colgados de un hilo, con unas mangas rosa que terminaba en sus manos que ahora estaban cubiertos por unos guantes blancos con un pequeño moño rosa en la muñeca
Su cabello se había pintado de un rosa brillante sujetado en una cola de caballo y sobre su cabeza un sombrero rosado abombado con un broche de cristal en forma de plumas y en su mano derecha donde sostenía el cristal, en su lugar había un bastón rosado con grabados dorados en la punta inferior y en la punta superior se encontraba el cristal sostenido por una base dorada que lo envolvía
- “Esto, esto es…”
- “¡Lo sabía, en verdad eres la dueña del cristal!”
Makoto tenía sus ojos abiertos en par en par, su apariencia cambió totalmente e incluso se podía sentir un poco distinta a como era antes de ser bañada por la luz. Ante tal suceso, Zephyr mostro una gran felicidad y orgullo como su guardián y compañero
Pero el momento no duro mucho, Makoto decidió dejar el tema de su apariencia de lado y corrió a donde estaban Ryoko y Akiyama. Cuando salió de su escondite mientras corría pudo ver que el coyote en la entrada ya había atacado a otro grupo de personas y al chico de cabello que la volteó a ver apenas salió de su escondite
Makoto se detuvo frente a Ryoko y Akiyama entre ella y el chico y la bestia negra. Zephyr se acercó a las chicas para ver su estado mientras Makoto les daba la espalda para encarar a los culpables que tenía enfrente
- “¡Detente ahora! No dejare que sigan causando más daño”
Sin pensarlo bien, Makoto alzó su voz, un poco temblorosa a los villanos que provocaron este desastre
- “¿Quién eres?”
- “Yo…”
La voz del chico de cabello verde hizo que las piernas de Makoto empezarán a temblar y los ojos que ahora miraban tan fijamente le ejercieron una presión que apenas la dejaba hablar
Como responder a esa pregunta. No podía simplemente presentarse por su verdadero nombre, algo que aprendió de leer manga es que nunca reveles tu verdadero nombre a tus enemigos, pero ahora mismo no podía pensar en un alías así que responderá con lo que pueda
- “¡No lo sé!”
♦ ♦ ♦ ♦
- “Zephyr-chan ¿Cómo es Ryoko-chan y Akiyama-san?”
- “Se encuentran bien, pero parecen estar inconscientes”
Makoto miraba de reojo a Zephyr que fue a ver el estado en que se encontraban las chicas. Al escuchar que estaban bien, Makoto dejo salir un suspiro de alivio, y volteó a ver al villa causante de todo
Los dos se miraban el uno al otro, el coyote negro se había detenido y ahora estaba de pie a lado del chico de verde, el cual parecía de alguna forma irritado por alguna razón
- “¿No lo sabes? ¿Me estas tomando el pelo mocosa?”
- “¡Por, por supuesto que no!”
Ahora se sabe la razón, pero Makoto a pesar de aun estar nerviosa no podía mostrarlo. Por otro lado, el chico de verde estaba irritado, no solo porque parecía que se burlaban de él, también por consigo mismo por apenas haberla visto se puso en guardia sin darse cuenta, como si algo en él le avisara que esta chica era peligrosa
- “De todas formas”
Sus pensamientos fueron interrumpidos por Makoto, con alías aún pendiente, que alzo la voz y apunto a él con su dedo
- “¡Regresa a la normalidad a ese pobre hombre ahora mismo! ¡Y también has desaparecer esas extrañas marcas de las personas que atacaste!”
De pronto soltó exigencias de la nada, a lo que el chico verde frunció el ceño
- “¿Y si no lo hago qué?”
- “Eso…”
A tal pregunta Makoto desvío a los ojos hacía un lado y torcía una falsa sonrisa mientras pensaba como responder
- “¡En, entonces usare el poder de la luz para detenerlos!”
- “¡!”
El chico de verde se puso en guardia aún más, ella podría ser en verdad uno de los enemigos de que hablaba su amo. Si en verdad podía usar el poder de la luz, era el enemigo natural de su poder de la oscuridad que le fue entregada por su amo
- “Estas mal si crees que te la dejaré fácil”
Siguiendo la voluntad del chico verde, el coyote dio un paso hacia delante preparado para lanzarse en cualquier momento. Instintivamente Makoto dio un pasó hacía atrás, pero volvió a su posición firme
- “Sí, ¡Sí así lo quieres hacer! ¡Prepárate!”
Con convicción, tomó su bastón con ambas manos y lo alzó, a lo qué el chico verde y el coyote negro se prepararon
- “¡Cristal, has lo tuyo! ¡Toma esto!”
- “¿¡Qué harás!?”
Makoto bajó el bastón y apuntó a sus enemigos que se pusieron en guardia y estaban a punto de atacar
- “…”
- “…”
El santuario se rodeó en un incómodo silencio, solo el ruido de los arboles movidos por el viento podía oír
- “Mocosa…”
- “Esto…”
El chico verde tenía una forzosa sonrisa en su rostro mientras fruncía el ceño por intentar controlar su cólera, mientras Makoto intentaba ocultar su vergüenza con una forzosa sonrisa, pero el color rojo de su rostro no podía ser escondido. Después de actuar tan genial hace unos minutos, nada había ocurrido, tenía confianza de que podría usar la magia del cristal como la última vez, pero este no brillo ni un poco
- “Zephyr-chan…”
- “¿Sí?”
- “No pasó nada”
- “Eso, puedo verlo”
Intentando buscar auxilio en su a veces inútil compañero, Makoto volteó a ver a Zephyr nerviosa, el cual se encontraba igual de nervioso
- “¿Ahora qué hago?”
- “¿Huir?”
- “Muuu…”
Maldiciendo en su cabeza a ese pájaro molesto, Makoto volteó a ver de nuevo al chico verde que tenía un rostro completamente irritado
- “Maldita, hacer que me ponga en guardia… ¡Bestia, acaba con esa molesta mocosa!”
- “¡Gaaaaahhhhh!”
El ya sin paciencia, chico verde ordenó atacar, y el coyote negro mostro sus colmillos mientras soltaba un rugido
- “¡Kyaaaaaaa!”
Makoto gritó del miedo, pero a diferencia de la última vez, su mente funcionaba mejor y no fue presa del pánico. Lo primero que pensó fue que tenía que evitarlo a toda cosa, y saltar fue la única
- “Oh, ¡Ooooohhh¡”
Aunque ciertamente su intención era saltar hacía su derecha, Makoto se encontró a casi dos metros en el aire como si fuera algo normal, y caía al suelo con toda seguridad. Estaba tan asombrada que sus ojos brillaban de emoción
- “Que escurridiza”
- “Oh, me distraje”
El chico verde chasqueo su lengua maldiciendo a la niña que tenía enfrente. Al principio pensaba que solo era una mocosa con delirios de heroína pero al ver el salto que dio, pensó que podría estar equivocado sobre ella. Ninguna niña normal sería capaz de algo así
- “¡No la dejes escapar bestia!”
Una vez más, el coyote negro respondió a las órdenes del chico verde e intentó cortar a Makoto con sus garras
- “Kya”
Pero una vez Makoto saltó lejos de sus garras. Esto se repitió un par de veces más mientras era perseguida, incluso a veces usaba las paredes y techos para impulsarse. Al ver esta escena, una vena empezó a verse en la frente del chico verde y los gruñidos del coyote sonaban más molestos
- “¡Quédate quieta maldita sea!”
- “¡Me niego! ¡Woah!”
Debido a que se distrajo por responderle al chico verde Makoto no pudo elegir una dirección en la cual huir del coyote por lo que simplemente salto en vertical seguido de caer sobre la cabeza del coyote y usarla de apoyo para saltar en dirección a su espalda lejos
- “oh, oh, oh…”
Intentando aterrizar de formas que no se cayese, Makoto se mantenía con la mirada abajo sin darse cuenta de lo que tenía en frente
- “Maldita…”
- “jajaja hola”
Cuándo alzó la mirada, se encontró con una sonrisa torcida y una vena notándose en el rostro furioso del chico verde, y este veía una forzosa sonrisa en el rostro casi azul por el susto de Makoto. Acercando su mano para intentar sujetarla, Makoto reaccionó rápido y se alejó dando pasos hacia atrás mientras fingía una risa
- “Ha, lo siento, pero no eres mi tipo, creo que deberíamos tener cada uno nuestro espacio jajaja”
- “¡¿De qué mierda estás hablando!?”
Mientras agitaba las manos mientras se alejaba del chico que sin saberlo tenía un conflicto interno entre rechazo y furia, el coyote intento de nuevo atacar a Makoto
- “¡Ah, demonios!”
Dándose cuenta de sus intenciones, Makoto volvió a saltar intentando dejar atrás al coyote nuevamente, pero el ya enojado coyote negro no se dejó volver a caer en el mismo truco y esta vez movió su cuerpo para que su cola golpeé los pies de Makoto. Con su ya pobre equilibrio interrumpido, Makoto cayó al suelo y rodo unos dos metros
- “Auch, auch, auch… eso dolió… aunque no tanto como esperaba”
Apoyándose con sus ambos brazos, Makoto intentó levantarse, pero rápidamente volvió su mirada al coyote negro
- “¡Ahora bestia, acaba con ella!”
El coyote se lanzó rápidamente en dirección de Makoto que yacía en el suelo sin oportunidad de escapar. Makoto no tenía escapatoria, se congeló en el suelo, y al ver las garras azabaches acercándose cada vez más hizo que cerrará los ojos con fuerza
- “Hmph”
¡Clank!
Del cielo nocturno cayeron 4 haz de luces y el sonido de metal chocando se escuchó en todo el templo
- “¿Qué?”
- “¿Espadas?”
Ambos hablaron con voces estupefactas. Como dijo Makoto, al abrir sus ojos, 4 espadas de un total color lapislázuli, estaban clavadas en el suelo en posición vertical en el espacio entre el coyote y ella. Ante tal inesperado suceso el coyote dio unos pasos hacia atrás en precaución mientras que los otros dos se preguntaban qué había sucedido
- “Sí crees que saltando por ahí lograrás ayudar alguien, será mejor que vuelvas a casa”
- “ “¡!” ”
Una voz calmada se escuchó. Ambos, el chico verde y Makoto que yacía en el suelo voltearon a ver el origen al mismo tiempo
En lo alto del techo del edificio principal del templo, una figura estaba de pie ahí. Teniendo puesta una túnica azul oscuro con bordes dorados, solo podían verse los zapatos y pantalones elegantes color negro y en sus manos unos guantes blanco puro. Con la luz de la luna llena bañándolo y el viento moviendo su túnica le daba un aire de misterio, pero lo más destacable era la máscara brillante que cubría por completo su rostro, con un color lapislázuli similar a las espadas y un par de bultos asemejando a los ojos. Su cabeza estaba siendo tapada por la capucha de su túnica pero se podían ver sus cabellos color negro de su copete, y había un adorno dorado como una pequeña cadena en el cuello de la túnica
Él se mantenía en silencio mientras miraba a los dos cuyos ojos lo miraban de vuelta, cada uno con distintos sentimientos y a la vez similares
- “¿Quién… eres?”
- “¿¡Quién demonios eres!?”
Ambos lanzaron la misma pregunta a su manera, ambos miraban directamente al enmascarado en espera de su respuesta
- “Mi nombre”
Comenzando a hablar, levanto su brazo derecho al frente como a punto de sostener algo, y en el aire una luz empezó a brillar frente su mano
- “Es Sapphire”
Con su mano sostuvo la luz frente a él, este tomo forma sólida y blandiéndola hacía su lado derecho dibujando una estela de luz frente a él. La luz se había convertido en una hermosa espada lapislázuli similar a las que estaban frente a Makoto
- “¿Magia?”
- “¿Eso es magia? ¿En verdad existe?”
El primero en hablar fue el chico verde, él pudo darse cuenta que eso de ahora era magia de algún tipo y se preguntaba por qué un mago había aparecido en este lugar. De lado de Makoto, ella esta con los ojos bien abiertos por presenciar magia real
- “Hmph”
El enmascarado Sapphire volteo a ver al coyote negro y con un movimiento rápido lanzó la espada lapislázuli que tenía en la mano en dirección al coyote negro. Mientras atravesaba el aire otras 4 espadas iguales aparecieron alrededor de la primera. El coyote negro dio saltos hacía atrás esquivando las espadas que le apuntaban
- “Increíble”
Makoto contempló como las espadas lapislázuli se clavan en la tierra para luego desaparecer en partículas de luz
- “He venido a ayudarte, Diamond”
Makoto sintió que le hablaban a ella y volteó a ver al enmascarado que también la estaba viendo. Makoto se sintió confundida
- “¿Eh? ¿Quién? ¿Eh? ¿Te refieres a mí?”
- “Ve con esas chicas de prisa”
- “¿¡Eh!?”
En un principio no podía entender de lo que hablaba, y sintió lo que probablemente sentían sus amigos con ella, pero supo que con chicas se refería a Ryoko y Akiyama que permanecían inconscientes. Se levantó y corrió al lugar en el que estaba al principio cuando llegó y volvió a voltear con su bastón en las manos al chico verde que todavía seguía en el mismo lugar enfurecido por esta línea de sucesos
- “¿Cómo están ellas?”
El enmascarado salto del techo y aterrizó frente a Makoto y la volteo a ver
- “Están bien, solo inconscientes”
- “Entiendo, tómalas y vete de aquí”
Al escuchar que no estaban lastimadas, Sapphire volvió su mirada al frente esperando a que Makoto huyera con las otras para ponerse a salvo. Makoto al principio se sorprendió por sus palabras pero volvió a su expresión sería, ellas no era las únicas en peligro
- “¡No puedo hacer eso!”
- “¿Qué?”
Sapphire volvió a girar su cabeza para ver a Makoto que había escupido tales palabras que él no podía entender
- “¿A qué te refieres con eso?”
- “¡Aún hay que salvar a ese hombre!”
Makoto apunto con su mano al coyote negro que antes era un hombre lamentable. Sapphire volteó a ver al coyote negro una vez más, no podía creer que esa criatura pudo ser un hombre
- “¡Ese tipo raro lo convirtió en un monstruo!”
- “¿¡Tipo raro!?”
- “Ya veo”
- “¡Y quiera o no, es mi responsabilidad salvarlo!”
- “¡No me insulten y luego me ignoren maldita sea!”
Ignorando las eufóricas palabras del chico verde, Sapphire uso su percepción mágica para ver el poder mágico del entorno. Efectivamente, el coyote negro tenía un aura mágica de un humano común, pero estaba envuelto por un aura negra de aspecto siniestro, continuamente, el chico verde tenía una intensa aura mágica mostrando lo poderoso que es, era oscura y del mismo aspecto de la aura que envuelve al coyote. Pero lo que no entendía era la insistencia de Makoto
- “Incluso si sabes que antes era un hombre, no poses magia para disipar mi poder ¿cierto?”
- “…”
Analizó su magia muy rápido, era lo que pensaba Sapphire. Es exactamente como decía el chico verde que mostraba una sonrisa burlona, su magia era totalmente ofensiva, hechizos que pudiera disipar su magia, sea cual sea, el no conocía ninguno, y hablo con Makoto una vez más con una pesada voz
- “Incluso si antes era un hombre, ahora solo es un animal salvaje, y si lo dejamos como esta causara aún más daño, solo hay una opción”
- “¿A qué te refieres?”
- “Hay que eliminarlo”
- “¡!”
Los hombros de Makoto temblaron antes la palabra eliminar. Era cierto que si lo dejaban suelto, más personas terminarían en el mismo estado que las del templo, ella lo sabía, no era una niña, ella entendía muy bien esa realidad, pero aun así quería salvar a ese hombre. Al ver el aspecto triste de Makoto con la mirada al suelo, el chico verde no pudo evitar sonreír de satisfacción
- “¿En verdad no hay una forma?”
- “¡Si la hay!”
- “ “¡!” ”
Alguien respondió a su débil susurro, Zephyr que estaba oculto junto a las desmayadas Ryoko y Akiyama apareció y se paró en el hombro derecho de Makoto. Hasta ahora Zephyr era nada más que molestó en la cabeza de Makoto, pero ahora sus palabras lo convirtieron en la esperanza que necesitaba y sus ojos volvieron a brillar. Ante la aparición de Zephyr, el chico verde y Sapphire estaban totalmente sorprendidos, pero sobre todo por lo que dijo, existe un método
- “¿¡En verdad hay una forma!?”
- “Si, sí usas el poder del cristal debes ser capaz de volver a la normalidad a ese sujeto”
El chico verde estaba nervioso, si lo que decía ese pájaro era verdad, las probabilidades de que ella sea uno de los enemigos de los que mencionó su amo aumentaron
- “¿Debo usarlo? Pero, hace unos minutos lo intenté y no pasó nada, ¿Podré hacerlo esta vez?”
- “Eso…”
- “Puedes hacerlo”
El que habló fue Sapphire, ya tenía dos espadas lapislázuli en cada mano y veía al coyote negro. Makoto no entendía que pasaba, parecía que intentaría eliminarlo pero también dijo que apoyaba a Makoto. Sin voltearla a ver volvió a hablar
- “Lección rápido de magia. La magia desde hace mucho tiempo es conocido bajo distintos conceptos, uno de ellos es: el poder de darle forma física a los sentimientos”
- “¿Forma física?”
- “Si, mientras más fuertes sean tus sentimientos, tu voluntad será igual de fuerte y la magia responderá a esa voluntad”
Makoto escuchaba cada palabra intentando entender lo que decía. Si lo que decía era cierto, sus sentimientos eran los que le dan fuerza, ¿En verdad ella podría hacerlo?, Sus sentimientos desde el principio eran vacilantes, ella no tenía la confianza de poder hacerlo
- “Yo…”
- “Pudiste hacerlo antes ¿No? Por eso tienes ese aspecto tan rosa”
- “¡Eso es!”
Era verdad, antes detrás del edificio uso magia para cambiar su aspecto, y no solo eso, su habilidad para saltar más alto y mejorar su resistencia eran obra de su magia. Ahora no era momento de vacilar, tenía que ser capaz de usar la magia que le fue confiada si en verdad quería salvar todos
- “De acuerdo, lo intentaré, pero”
- “No te preocupes, yo los mantendré ocupados, tu concéntrate en activar tu magia”
- “Muchas gracias”
Tomando firmemente con ambas manos su bastón, Makoto empezó a concentrarse en usar la magia del cristal, siguiendo las palabras de Sapphire y Zephyr, empezó a ordenar sus sentimientos y calmar su corazón para que estos puedan activarlo
- “Tch, ¡Bestia acaba rápido con ellos!”
- “No te lo permitiré”
Bajo las órdenes del chico verde que no esperaría pacientemente a Makoto y su magia, el coyote negro una vez más se precipitó hacía ella, pero Sapphire se interpuso y sus espadas lapislázuli chocaron con las garras azabaches. Las chispas volaron en su intercambio
El sonido del metal chocando se escuchó por todo el templo numerosas veces. El coyote negro y Sapphire intercambiaban golpes creando chispas una vez tras otras. Sapphire mostraba una formidable esgrima con sus dos espadas lapislázuli mientras que el coyote negro abrumaba con poderosos ataques con sus garras, a veces uno aprovechaba su velocidad otro su fuerza bruta o su alcance
Utilizando su magia y esgrima, Sapphire aprovechaba la distancia para lanzar ambas espadas a su enemigo para interrumpir sus movimientos y continuamente invocar otras dos en sus manos y arremeter con veloces ataques. Del lado del coyote negro, este aprovechaba su agilidad para atacar desde los costados y esquivar ataques mientras daba veloces zarpazos con sus garras, y ataques pesados utilizando su cola, que parece ser puramente esponjosa pero tenía la fuerza de un mazo junto a la velocidad de movimiento del coyote creaban un poderoso ataque que forzaba a Sapphire a usar ambas espadas para cubrirse y aligerar el impacto para después tomar distancia
Este patrón sucedió una vez tras otra, pero la balanza se inclinaba a favor del coyote negro, si Sapphire peleara con todo desde el principio probablemente la situación no sería la misma, pero debido que su objetivo era enteramente distraerlo mientras Makoto activaba su magia, la situación estaba a su favor.
De lado de Makoto, ella mantenía sus ojos cerrados sosteniendo firmemente su bastón en sus manos intentando concentrarse. Según Zephyr el cristal responderá a los deseos de su corazón y Sapphire dijo que mientras sus sentimientos sean más fuerte, su voluntad será lo suficientemente fuerte para activar la magia. Que sentimientos debería usar, pensaba Makoto, hasta ahora ella sigue queriendo salvar a todos, pero el miedo y terror que sintió antes se quedó plantado profundamente en su corazón, si podría usar magia con tales sentimientos mezclados ponía más nerviosa a Makoto, pero aun así tenía que intentarlo. Queriendo poder proteger a sus amigas, débilmente el cristal empezaba a brillar
- “Esto me está molestando cada vez más”
El chico verde murmuró para sí mismo, una cadena de sucesos ha sucedido esta noche, una cada vez más molesto que el anterior. Todo había empezada bien al crear a su bestia negra, la búsqueda de eso debería ir sin problemas como siempre, pero entonces apareció esa molesta chica de rosa que tenía un extraña presencia que lo hacía ponerse en guardia instintivamente, pero su preocupación se redujo cuando esta no podía usar magia y empezaba a ser abrumada por su bestia, y cuando parecía que estaba a punto de acabar, ese mago enmascarado apareció, y la gota que derramo el vaso fue que este ahora abrumaba a su bestia mientras que la chica preparaba una magia que pueda regresar a la normalidad a su bestia, cosa que era imposible
- “Tch”
Chasqueo la lengua. Hasta ahora los únicos que se interponían eran esos sujetos en ropa blanca, aparecían y desaparecían sin aviso, eran un dolor para él y sus compañeros, no solo eso, otras personas con más poder mágico de lo normal han estado llegando a la ciudad pero se han mantenido ocultos, y según su amo, unos notables enemigos han aparecido sumando más piedras al caminó
- “No llames mucho la atención por ahora”
Morrigan había dicho eso, para ella era fácil, pensó el chico verde, ella es la que le gusta hacer las cosas con “clase y elegancia” mientras que para él, la sutileza nunca fue lo suyo a diferencia del resto, sobre todo Dante, que tenía un método más “practico” según lo que él decía
- “Eso es”
El chico verde interrumpió sus pensamientos cuanto una fuente de magia empezaba a aumentar en el lugar. Buscando el origen de dicha fuente, encontró a Makoto que aún se mantenía de pie enfrente del edificio principal con su bastón en las manos, el cual, empezaba a brillar en la punta. El mana de la chica se estaba acumulando en el cristal que se encontraba en la punta del bastón, esto hizo preocupar al chico verde y su aura se tornó sombría
- “Esto ya dejo de ser divertido”
Sapphire pudo sentir el mana reuniéndose donde Makoto, a pesar de no tener experiencia previa con la magia, su velocidad de aprendizaje era inusual, pero gracias a eso pronto podrá activar esa magia que podría salvar al hombre, si llega a funcionar o no era un asunto aparte, si la bestia se volvía un peligro para ella lo eliminará en seguida independiente de lo que diga ella
- “¡!”
Clank
El sonido de metal chocando se volvió a oír, pero esta vez fue diferente, no era el sonido usual hasta el momento, fue un estruendo como un martillo golpeando el acero
- “…”
- “…”
Sapphire y el chico verde se miraban mutuamente en silenció
- “¿Qué pasa? ¿Te aburriste de ser un espectador”
- “Si, se veía tan divertido que quise unírmeles”
A pesar de las palabras bromistas de ambos, su voz no sonaba nada a una broma. La espada lapislázuli de Sapphire ahora estaba ejerciendo fuerza contra el guantelete negro del chico verde. Era un extraño guantelete de un metal negro, pero lo más desconcertante es que no era usual guante de metal, este tenía un irregular diseño, su mano y dedos estaban cubiertos por piel de cuero negro, y encima de esta el metal lo envolvía y sobresalía, con el diseño de las fauces de una bestia, con colmillos afilados con espacios suficiente para ver la mano de su portador, y un par de luces rojas asimilando ojos en la muñeca. Era como si su mano hubiera sido devorada por una bestia y esta se fundiera con ella
- “Ngh”
- “Hmph”
Mientras ejercía presión con su guantelete derecho, en su mano izquierda, otro guantelete bestia apareció después de que su mano fuera envuelta en unas extrañas sombras. Al notarlo, Sapphire golpeó con otra espada lapislázuli para bloquear el ataque y volvió a tomar distancia.
- “Esto es un problema”
Sapphire susurro para sí mismo, ahora no solo debe lidiar con el coyote negro, también con el desconocido de cabello verde, pero, no le debía de ser una dificultad pelear con los dos al mismo tiempo
- “Jeje”
La risa del chico verde se escuchó, y este mostró una sonrisa malvada como si dijera que sabe lo que está pensando, mirándolo con unos ojos que no daba buena espina
Sin decir una palabra, el chico verde se lanzó contra Sapphire y lanzó un potente golpe con su guantelete, uno tras otro. Sapphire bloqueaba cada ataque con sus espadas a la vez que los devolvía. El coyote negro arremetía contra el si veía la oportunidad pero extrañamente se mantenía a la distancia y la batalla se centraba más entre Sapphire y el chico verde
- “Nada mal, para ser solo un mago”
- “…”
Sapphire ignoro los intentos de provocación y siguió contrarrestando sus ataques evitando dejar una abertura
- “¡Ora!”
- “Ugh”
El chico verde dio un poderoso golpe que obligó a Sapphire a protegerse con ambas espadas pero fue empujado hacia atrás. Mientras sus pies hacían fricción con el suelo mientras se detenía, el chico verde ya había acortado distancia una vez más listo para dar otro ataque igual de poderoso, pero, Sapphire no se molestó en bloquear y en vez dio un salto con giro hacia adelante esquivando por completo al chico verde que se encontraba golpeando el vacío donde antes se encontraba su objetivo. Sapphire aterrizó perfectamente justo detrás del chico verde e inmediatamente, listo para atacar, creó otra espada lapislázuli en su mano y realizó un tajo hacía abajo dibujando un arco de luz en el aire, pero el chico verde reaccionó rápido, y dando un paso enderezó su postura, giro su cuerpo y con el dorso de su mano, cubierta por el guantelete, detuvo la espada lapislázuli que le apuntaba
Las chispas no dejaban de salir en este intercambio de fuerza entre sus armas, Sapphire y el chico verde se miraban fijamente sin ceder ante el otro en fuerza. Ambos tenían un arma reteniendo al otro, y una segunda arma lista para atacar apenas uno empiece a ceder, pero, Sapphire estaba arrinconado, se estaba defendiendo del chico verde ahora mismo, pero si el coyote decide atacar, tendrá que usar su segunda espada para contrarrestarlo, pero le dará la oportunidad que busca al chico verde, o eso pensaba
- “Es una lástima, pero no es tan simple como crees”
- “¿Qué?”
Como si leyera sus pensamientos, el chico verde hablo con un tono de burla y sonrío de forma malévola, ante estas palabras Sapphire se mantuvo atónito por un momento
- “¡Bestia, ve tras esa chica e impide que completé su magia!”
- “¿¡Qué!?”
- “¿¡Eh!?”
- “¡Acabala permanentemente!”
Sapphire y Makoto alzaron sus voces ante las órdenes del chico verde, esto provocó que Sapphire bajara la guardia y recibió un potente golpe desequilibrándolo y provocando una abertura que el chico verde no tardo en aprovechar y dar un poderoso golpe de nuevo el cual Sapphire no tuvo tiempo de reaccionar recibiéndolo de lleno. Siendo lanzado hacía la entrada del templo, Sapphire tenía en frente al chico verde que se interponía entre él y Makoto a propósito
- “Bastardo”
- “¿Oh? ¿Acaso te hice enojar? Jajaja jajajajaja”
El chico verde se reía plácidamente en su lugar ante un aparente Sapphire furioso
- “¡Bestia, acabala ahora!”
- “¡Muévete Diamond!”
Makoto se volvió a congelar, desde el momento que escucho al chico verde decir, permanentemente, supo de inmediato a que se refería. Ella será asesina. Makoto tenía que huir rápidamente e intentar de nuevo poder activar su magia, pero la presión que ejercía sobre ella esos ojos rojo era aterradora pero aun podía moverse lo suficiente para evitarlo, pero
- “Sería una pena que lo esquivaras”
Apenas Makoto dio un paso, el chico verde la llamo. Al detenerse, volteo a verlo y sin dejar su posición, el chico verde había girado su cuello para verla mientras mostraba una sonrisa burlona
- “Sería una pena que esas chicas detrás de ti fueran heridas en tu lugar”
- “¡No puedes!”
- “Puedo y lo haré jajajajajajajajaja”
Mientras que el chico verde se reía con total confianza, Makoto estaba en conflicto en su mente ahora mismo. Si se movía podía esquivar el ataque del coyote, pero sus amigos serán asesinadas en su lugar, y si no se movía ella sería asesinada. Los ojos de Makoto se empezaban a humedecer al no saber qué hacer
- “No… no puedes…”
- “Puedo y lo haré”
Intentando hablar con una voz temblorosa fue interrumpida de nuevo por el chico verde que sonreía de oreja a oreja. El coyote negro mostro sus garras y colmillos y empezó a correr en dirección a Makoto con intensión asesina
- “¡Muévete!”
- “No… no puedo hacerlo”
Sapphire que estaba peleando con el chico verde intentando pasarlo le grito a Makoto pero esta no podía escucharlo, no porque su voz no le llegara, sino porque no podía hacer lo que le pide. El coyote negro se había acercado lo suficiente y dio un salto hacía en frente para atacar a Makoto sin demora, y si esta se apartaba para esquivar, alcanzar a las dos chicas que estaban detrás de ella
- “¡¡Noooooo!!”
Makoto cerro lo ojos con fuerza mientras gritaba. Iba a morir. No podía moverse, si lo hacía Ryoko y Akiyama serían atacadas en su lugar, ella tampoco quería eso. A pesar a ver llegado tan lejos al final no pudo hacer nada, y por su culpa sus amigas saldrán lastimadas, incluso cuando Zephyr y Sapphire intentaron ayudarla todo fue inútil. Ella quería ayudar, en verdad quería salvar a todos, pero tenía demasiado miedo para moverse. Makoto se empezaba a hundir en un mar de oscuridad, llana de miedo y tristeza, de desesperación y odió, parecía que estaba perdida
- “Makoto-chan”
Makoto, que antes estaba en la oscuridad ahora estaba de pie en algún lugar llenó de luz, no, era un lugar que conocía perfectamente, su usual caminó a la escuela, en el cruce donde se encuentra con su amiga de la infancia, Hayashi Ryoko
- “¿Ryoko-chan?”
Delante de ella estaba Ryoko, con su uniforme escolar y su mochila, al igual que ella, Makoto también tenía su uniforme. Ryoko que se dio cuenta que Makoto parecía confundida se acercó a ella un poco preocupada. Mientras Makoto, aun no entendía cómo y porque estaba aquí. Mientras pensaba en eso Ryoko le dio un rápido vistazo, y entonces se paró delante de Makoto y sonrío
- “Buenos días Makoto-chan”
El viento empezó a soplar y algunas hojas cayeron de los árboles, y movía gentilmente el cabello de ambas
Oh es cierto. Pensó Makoto, al ver a su amiga Ryoko sonreír, ella recordó, lo grandiosa que era su sonrisa. Esa sonrisa era una prueba de lo mucho que se ha esforzado Ryoko para obtenerla, de los esfuerzos que hizo para encontrar su felicidad y poder reír tan felizmente a lado de Makoto.
- “En verdad eres increíble”
Makoto murmuró para sí misma mientras dejaba salir una suave sonrisa. Ella recordaba los días de cuando eran niñas y hablaban de sus sueños cuando sean grandes, de lo emocionadas que estaban cuándo entraron a la misma secundaria y en la misma clase, de sus planes para el futuro, que quieren trabajar, a que universidad irán, como será la persona con la que se casen. Para Ryoko hablar sobre cómo sería su futuro la emocionaba, deseaba un futuro lleno de felicidad y Makoto quería ayudarla y seguir a su lado
Makoto mantuvo esos recuerdos y esas emociones en su corazón, ella sabía que tenía que hacer, lo que debía hacer. Abrió los ojos una vez más, estaba de vuelta en el templo, y era justo como antes, el lobo estaba a punto de alcanzarla, pero no era la misma de antes, ahora sabía qué hacer. Rápidamente tomo su bastón con ambas mano y lo alzó al aire y este empezó a brillar
Ella sabía, lo que tenía que hacer, y era proteger esa sonrisa angelical de Ryoko
- “¡Nido de cristal!”
- “ “¡!” ”
Gritando esas palabras, que llamo la atención de Sapphire y el chico verde, Makoto, con el coyote casi a unos metros de ella, bajo con todas sus fuerzas el bastón y estelas de luz aparecieron a sus costados siguiendo al cristal que estaba en la punta del bastón. Las estelas de luz rodearon a Makoto y se cruzaron sobreponiéndose unas con otras y como si fueran una burbuja, se dispersaron para revelar 2 pares de alas emplumadas echas de un cristal brillante rodeando a Makoto como si un ave protegiera a sus polluelos
El coyote no se detuvo y con ambas garras atacó las alas de cristal, pero, las chispas salieron pero el cristal no cedió, al ver esto el coyote empezó a golpear con sus garras repetidas veces pero seguía sin ceder
- “¡Atrás perro malo!”
Con el grito de Makoto las alas de cristal se abrieron de golpe extendiéndose como un ave apunto de emprender vuelo para después desaparecer en un polvo brillante. El coyote negro fue lanzado con fuerza y haciendo que rodara en el suelo
- “¿Qué demonios?”
- “…”
El chico verde y Sapphire estaban pasmados. Hasta hace unos momentos no era capaz de moverse y mucho menos usar magia tan poderosa, pero ahora, esa chica estaba dando pasos hacía ellos con su bastón en mano y unos ojos que no mostraban ni una pisca del miedo que tenía antes, en cambio tenía una mirada que mostraba que no retrocedería, era casi como una persona diferente
- “¡Maldita! ¡Ugh!”
- “Tu pelea es conmigo”
El chico verde estaba a punto de ir atacar a Makoto lleno de ira, pero Sapphire lo detuvo con sus espadas lapislázuli comenzando otro intercambio de golpes
El coyote negro se levantó y una vez más atacó a Makoto con ambas garras
- “¡Nido de cristal!”
Una vez más usando su bastón como guía, Makoto convocó otros dos pares de alas de cristal. Las garras volvieron a chocar con las alas de cristal y con la misma fuerza estas se abrieron y el coyote fue lanzado una vez más. El coyote furioso se levantó de nuevo y fue tras Makoto pero ella saltó y lo esquivó como antes para tomar distancia, y el coyote volvió a perseguirla y atacar con sus garras pero Makoto invoco otro nido de cristal y volvió a arrojar lejos al coyote. Dando otro salto para tomar distancia
- “No puedo seguir así”
Makoto murmuró para sí mismo. Aunque ahora podía usar magia, no le daban el tiempo de pensar en otro ataque aparte del nido de cristal, debía pensar en una forma de acabarlo y regresarlo a la humilde forma original de un hombre
- “¡¡¡Gaaaaahhhhh!!!”
El coyote grito de completa ira y se abalanzó una vez más contra Makoto a gran velocidad
- “¡Nido de cristal!”
Makoto no titubeó e invocó otro nido de cristal para bloquearlo. El coyote a pesar de ver el nido de cristal no detuvo su avanzar e incluso acelero. Makoto creía que intentaría romperlo otra vez con sus garras y estaba preparada para lanzarlo una vez más, pero
- “¿¡Qué!?”
El coyote frenó en seco a pocos paso del nido de cristal, entonces giro sobre sus pies dando una media vuelta, pero lo más problemático, era su cola, utilizando la fuerza de su carrera, uso su pesada cola para golpear el nido de cristal de forma contundente. Las alas de cristal se empezaron a agrietar y eventualmente rompiéndose. Makoto al ver las grietas en su nido de cristal decidió saltar hacía atrás y momento justo que lo hizo la cola de coyote destruyo las alas de cristal
Debido al salto de emergencia, Makoto aterrizó mal y rodo un poco en el suelo. Intentando ponerse de pie antes que el coyote la atacara de nuevo, volteó a ver el lugar donde estaba antes y se sorprendió al ver al coyote negro caer de rodillas mientras respiraba pesadamente, y parecía que unas extrañas partículas negras se desprendían de su cuerpo pero lentamente se regeneraban. Makoto comprobó que lo que decía Zephyr era cierto, pero ahora necesitaba un ataque que lo pueda acabar de un golpe. Su nido de cristal era más defensivo que ofensivo y no podría ser ayudar en este caso, pero Makoto no podía pensar en un ataque mágico ahora, su mente aún no podía procesar todo debido al shock de hace un momento y usaba todas sus energías para mantener la compostura
- “Vamos piensa Makoto”
Estaba frustrada, ahora tenía la oportunidad de acabar con la pelea pero no podía pensar en un ataque, o si solo pensarlo sería suficiente para lograrlo. Makoto tenía la oportunidad pero había una brecha entre ella y la victoria
- “Adelante”
- “¡!”
Una voz suave y pacífica se escuchó, aunque pareciera que solo Makoto podía escucharla. Mirando a todos lados preguntándose de quién era la voz, preguntándose si era un enemigo o no, Makoto noto que su sombra se había vuelto más notable que antes, no, más precisamente, la iluminación del lugar había aumentado, pero la única fuente de luz aquí era, la luna. Makoto volteó hacia atrás y miro al cielo para encontrar una hermosa luna llena brillando como la plata
- “Úsala”
Esa voz se escuchó de nuevo, una voz masculina y suave que daba tranquilidad. Makoto miro fijamente la luna, como si fuera esta quién la llamara. Los ojos de Makoto brillaron como si hubiera entendido algo y tomaron una actitud determinada sabiendo que tenía que hacer. Volteando para encontrarse frente a frente con el coyote negro que intentaba ponerse de pie. Juntando sus talones, extendiendo su brazo izquierdo hacía un lado, con su brazo derecho con el bastón en la mano, este lo levantó al cielo, haciendo lo que parecía ser una pose. El cristal que se encontraba en la punta, que parecía a verse alineado con la luna detrás de ella empezó a brillar
- “ “¡!” ”
Sapphire y el chico verde detuvieron su pelea cuando sintieron un aumento inusual de magia proveniente de Makoto, que ahora estaba en una pose extraña
- “Cristal que refleja la luz, toma prestado la luz plateada la luna guardiana y dame la magia para alejar a la oscuridad que nos atormenta”
Diciendo lo que parece un hechizo, empezó a bajar el bastón desde el lado derecho, y siguiendo el cristal, una estela de luz la seguía. Bajando el basto y volviéndolo a subir por el lado izquierdo seguido por la estela de luz. El bastón se detuvo en un punto, con una media luna echa de pura luz blanca con Makoto detrás de ella mostrando la espalda, la luz se convirtió en un parpadeo en cristal, brillante como el diamante con una luz plateada. Makoto alzo de nuevo el bastón y la media luna la siguió y se detuvo encima del cristal
- “Toma esto, ¡Destello plateado!”
La media luna empezó a brillar intensamente y en el momento que Makoto bajo el bastón con fuerza y apuntar con él al coyote negro, la media luna la siguió empezando a girar sobre su eje dibujando una circunferencia y dejando una estela de luz plateada detrás de ella
- “¡Gaaahhh!”
- “¡Ora!”
El coyote negro intento detener la luna resplandeciente que venía en su dirección utilizando sus propias garras. Milagrosamente pudo detener su avanzar pero estas seguían girando a gran velocidad y empujando, hasta que no pudo más y sus garras fueron rechazadas. La luna atravesó el cuerpo del coyote a la mitad, pero, dejo de avanzar en medio del cuerpo del coyote negro, a pesar de no avanzar, seguía girando, incluso aumentaba su velocidad de giro y su luz se volvía mas intensa
- ““¡¡¡Gaaaaahhhhh!!!”
El coyote negro soltó un último rugido antes de ser envuelto en una esfera de luz, segundos después reventar como una burbuja y revelar a un hombre con traje de oficinista, había vuelto a su anterior forma. La magia capaz de repeler la oscuridad
- “Imposible…”
- “Yo… yo…”
El chico verde que estaba viendo en silencio hablo, algo que se supone que no debía pasar ocurrió frente a él, su bestia, creada utilizando su poder de la oscuridad, no solo fue vencido, si no que fue devuelto a la normalidad, todo por una mocosa salida de quien sabe dónde. Mientras Makoto estaba viendo con ojos abiertos su bastón que ahora sostenía con ambas manos, sus hombros temblaban y parecía querer decir algo, entonces cerró los ojos
- “Yo… ¡Lo logre! ¡Lo logre de verdad!”
Dio un salto de alegría mientras gritaba su triunfo. No dejaba de saltar y reír de felicidad, parecía una niña que logro ganar alguna competencia o concurso de su escuela por primera vez. A pesar de las dificultades que tuvo, se sobrepuso a su miedo y logro pelear así salvando al hombre y sus amigas
- “¡Jajajajaja no creí lograrlo pero lo hice! ¡Soy asombrosa!”
- “¡Maldita! ¿¡Como hiciste eso!?”
- “¡Ah! Es cierto, me olvide de el”
Su celebración fue interrumpida por la ruidosa voz del chico verde que parecía estar a punto de estallar en ira, empezó a caminar en dirección de Makoto quien ya tenía su bastón preparado si la atacaba
- “Será mejor que te quedes atrás”
- “¡Tú bastardo!”
Dos espadas lapislázuli se clavaron en suelo frente a él evitando que avanzara, entonces Sapphire se adelantó y se puso a lado de Makoto y ambos lo veían al mismo tiempo
- “Hora de irnos Diamond”
- “¿Eh? ¿enserio? ¿Qué hay de él?”
- “¡No creas que los dejare escapar!”
- “Si lo harás”
Ambos se quedaron viendo a Sapphire confusos mientras este sacaba algo de su bolsillo. Era un teléfono móvil, lo levanto a la altura de su pecho para mostrárselo al chico verde
- “Aproveche que no mirabas y llame a la policía”
- “¿¡Ah!? ¿Y eso qué?”
- “Estoy seguro que no quieres llamar la atención”
- “…”
El chico verde se quedó callado ante sus palabras, y Makoto mientras volteaba a verlos sin saber que pasaba. Al silencio, Sapphire siguió hablando
- “Lo note cuando estaba oculto, cuando esas personas de la entrada corrían fuera del templo inmediatamente ordenaste su persecución”
- “¿Y eso qué?”
- “También, la hora del día, justo es a esta hora que no hay gente transitando por los alrededores pero si la suficiente para lo que sea que estés tramando”
- “Tch”
El chico verde chasqueo su lengua, parece que sus acciones eran más transparentes de lo que pensaba. Mientras pensaba como lidiar con el problema Sapphire se dio vuelta y llamo a Makoto por el sobrenombre que le dio
- “Vámonos Diamond”
- “Pero, las personas”
- “No te preocupes, las autoridades se encargaran de ese hombre y las chicas, y mira, esas marcas negras en el cuerpo de los demás están desapareciendo”
Cuando Makoto volteo a ver al grupo de personas en el suelo, era como Sapphire decía, las marcas en sus cuerpos parecían encogerse y desaparecer, al verlo, Makoto soltó un suspiro de alivio y pensó que estaba bien irse. Junto a Sapphire que salto y subió a un techo de uno de los edificios, Makoto empezó a correr al pequeño bosque que estaba detrás del templo
- “¡Deténganse! ¿¡A dónde creen que van!?”
El chico verde grito intentando detenerlos pero estos no le hicieron caso, al menos uno de ellos
- “¿Qué quieres?”
La que volteo a responderle fue la misma Makoto, que detuvo su carrera, Sapphire que estaba corriendo en el techo se detuvo en la orilla preguntándose qué hacia
- “Eso que utilizaste no era magia normal, ¿Quién demonios se supone que eres?”
Makoto estaba un poco sorprendida por la pregunta, pero pensó, si era su responsabilidad pelear contra enemigos iguales a el, era obvio que este no sería su último encuentro, pero no podía presentarse como Kobayashi Makoto, así que escogió la mejor opción posible, y volvió a hacer la misma pose extraña que hizo antes cuando peleaba sorprendiendo al chico verde y Sapphire
- “Soy la guardiana de la luz y la amistad, la magical girl de cristal, Diamond”
Makoto, Diamond declaro enfrente de ambos, ella era la enemiga de la oscuridad y pelearía para proteger a aquellos que lastimen
- “Recuérdalo villano”
Apuntándole con su bastón, dijo eso ultimo y se volvió a dar la vuelta y se adentró en el bosque junto a Sapphire y se perdieron de vista
- “En verdad, que noche de mierda”
Maldiciendo su día, el chico verde hizo aparecer un extraño hoyo negro detrás de él y entro para después desaparecer junto al hoyo
♦ ♦ ♦ ♦
Dentro del bosque en un pequeño espacio abierto iluminado Makoto estaba tomando aire de tanto correr enfrente de Sapphire
- “Espera, dame, un respiro”
- “¿Entiendes lo que acabas de hacer?”
- “¿Eh?”
De repente la voz de Sapphire parecía enojada y estricta, Makoto se sorprendió debido al repentino cambio que tuvo
- “¿A qué te refieres?”
- “Acabas de anunciarte abiertamente a ese tipo, que obviamente no está solo”
- “Pero eso…”
- “Aun no termino”
Sapphire interrumpió abruptamente a Makoto sin dejarla decir algo, que hacia ponerla nerviosa
- “Acabas de entrar a un mundo al cual no deberías pertenecer”
- “¿Eh?”
Lo último que dijo Sapphire planteo más dudas en ella y remplazo su nerviosismo por intriga
- “Lección rápida de magia, esta existe desde hace siglos y aquellos que la estudian, dominan, hacen uso de ello, pertenecen a lo que llamamos el mundo mágico, una sociedad dentro de la sociedad, ocultos en la clandestinidad desde hace cientos de años debido a los avances de la humanidad”
Makoto estaba sorprendida, al escuchar las palabras de Sapphire aunque parecía imposible lo que escuchaba de alguna forma sentía que es verdad y decidió preguntar ella
- “¿¡Entonces cosas como hechizos, círculos mágicos, pociones, artefactos mágicos, monstruos, ángeles y demonios, incluso dioses, todo eso existe y todavía hay gente en la actualidad que sabe y hace uso de ese conocimiento!?”
- “Si”
Con esa sola respuesta la percepción del mundo de Makoto cambio, cosas que siempre estuvieron ahí y no podía ver ahora eran visibles para ella, pero todavía tenía una duda
- “Una cosa más, ¿Por qué dijiste que no debería pertenecer a este mundo?”
- “Esa es una pregunta obvia ¿no crees?”
Makoto inclinó su cabeza a un lado con un rostro diciendo que no entendía lo que decía, al verla Sapphire dejo salir un suspiro y comenzó a hablar
- “Tú solo eres una chica normal sin ninguna conexión a este mundo, no tienes ninguna tutela sobre la magia y tampoco deberías tener mucho poder mágico, alguien como no debería estar en este mundo por muchas otras razones”
- “Entiendo…”
Makoto bajo un poco la mirada mientras reflexionaba las cosas, al verla así Sapphire pensó que logro convencerla y siguió hablando
- “Si lo entiendes, entonces ve a casa y no te vuelvas a involucrar con estas cosas y ese chico”
- “¡No puedo hacer eso!”
- “¿Qué?”
Makoto levantó la mirada para mostrar un rostro serio y determinado, al verlo Sapphire se sorprendió que quedó sin palabras y no entendía el porqué
- “¿Por qué? ¿Acaso no lo entiendes? El peligro que te aguarda si avanzas de dónde estás, algo similar a lo de hoy podría suceder”
- “Es exactamente por eso, no quiero que algo tan horrible vuelva a pasar”
Mientras ella decía eso, apretaba el bastón que sostenía con sus manos. Sapphire no entendía por qué estaba tan empeñada o que la motivaba
- “¿No tienes miedo?”
- “…”
- “Si no hubiera aparecido no la hubieras librado ¿Entiendes eso?”
- “Si, lose perfectamente”
- “¿Entonces por qué?”
Sapphire no podía adivinar lo que pensaba esta chica, con una mirada decidida sin signos de duda
- “Es mi deber, no sé cómo explicarlo, pero ahora tengo el deber de pelear contra esas personas, y quiero hacerlo, no dejaré que mas personas salgan lastimadas por su culpa”
- “¿Tu deber?”
- “Así es, lo es”
- “¡Es verdad! ¡No podemos dejarlo así como así!”
- “¡Zephyr-chan!”
En medio de su conversación Zephyr salió del bosque se poso encima del sombrero de Makoto
- “¿Un ave parlante? ¿Qué eres?”
- “Él es Zephyr-chan, mi molesto compañero”
- “Soy Zephyr, el compañero de esta criminal”
Ambos hablaron mientras insultaban al otro con toda naturalidad y un rostro normal
- “Bien ¿Y que se supone que eres? No recuerdo que las aves puedan hablar por este vecindario”
- “Soy un ave especial y ahora el compañero de esta niña, si eres un mago, puedes referirte a mi como un familiar”
- “Ya veo, me gustaría preguntar dónde conseguiste un familiar, pero estoy seguro que sería molesto, para mí, así que dejémoslo así”
- ““¡Bien!””
Ambos respondieron al unísono. Aunque todavía no entendía a lo que se refería con lo de responsabilidad, al ver que seguía sin vacilar no pudo hacer otra cosa que ceder en el asunto mientras soltaba un suspiro cansado
- “Parece que no tendré mucho descanso a partir de ahora”
- “¿A qué te refieres?”
Makoto planteo su duda al extraño comentario que hizo Sapphire mientras este dejaba caer sus hombros
- “Me refiero que a partir de ahora te ayudare siempre que pueda”
- “¿¡En serio!?”
- “Si, además, alguien debe enseñarte lo básico de la magia para así no llegues a explotar algo como una galaxia”
- “¡Gracias!”
Makoto sonrió de oreja a oreja y sus ojos brillaron de felicidad, Sapphire soltó otro suspiro al ver a la sonriente Makoto que tenía enfrente y pensó que ya no tendría tanto tiempo libre como antes, pero era cierto que la ayudaría, ya que se preocupaba de verdad por ella
- “Por cierto ¿Por qué me ayudas?”
- “¿Mh? No necesito una razón para ayudar a un amigo”
- “¿Somos amigos? Pero no recuerdo a verte conocido antes”
Makoto que preguntaba algo obvio recibió una respuesta de Sapphire con un tono que decía lo obvio plantando más dudas en ella
- “Ese es el chiste”
Mientras decía eso último, aunque no debería poder ver su rostro debido a su máscara, Makoto pudo imaginar una sonrisa juguetona detrás de ella
- “Es hora de irnos, sobre todo tu”
- “¿Por qué yo?”
- “Si yo fuera padre, no me gustaría saber que mi hija salió a escondidas a estas horas de la noche”
- “¡Es cierto! Debo volver a casa rápido”
- “Entonces este es el adiós”
- “Ha espera”
Mientras Makoto se ponía nerviosa al recordar la hora, Sapphire se dio la vuelta para irse pero lo detuve Makoto
- “¿Qué sucede?”
- “Solo quiero decir, ¡Muchas gracias por ayudarme antes Sapphire-san!”
Makoto bajo la cabeza mientras expresaba su total gratitud a Sapphire, este le dio un vistazo y le dio la espalda de nuevo
- “No fue nada, y puedes llamarme Sapphire a secas”
- “Entendido, Sapphire”
- “Nos veremos de nuevo, Diamond”
Y con esas palabras, se adentró al bosque hasta desaparecer de la vista
- “Nosotros vayámonos a casa Zephyr-chan”
- “Si, por cierto, antes de venir, me quede a revisar las cosas en el templo, las autoridades llegaron y empezaron a atender a las personas desmayadas, Ryoko y esa chica Akiyama despertaron y fueron atendidas con ellas”
- “¿¡En verdad!? Eso me alegra, aunque parece que mis padres se pondrán algo tenso cuando se enteren que Ryoko-chan estuvo involucrada”
- “Si bueno, eso es todo, vámonos ya, quiero comer”
- “Te daré más galletas al volver”
Y ambos felices volvieron a toda velocidad a casa a través del bosque
- “Espera, ¡¿Cómo dejo de verme así!?”
- “Ni idea”
- “¡Eres un inútil!”
Y ambos discutiendo juntos se perdieron a la vista
♦ ♦ ♦ ♦
Viendo de lejos al grupo de patrullas policiacas frente a las escaleras del templo, un chico de cabellera verde miraba desde la esquina de un callejón
- Que furia, todo se fue a la mierda
El chico verde maldijo para sí mismo mientras veía la escena de lejos. Su plan era atacar un lugar donde se había notado actividad mágica más notoria que en los alrededores. Todo marchaba bien como en cualquier otro día, pero entonces aparecieron esa chica de rosa y el enmascarado y arruinaron todo
- “Parece que no te fue bien, que lastima”
- “¿¡Ah!? ¿Qué haces aquí bastardo?”
- “Sentí una presencia extraña por los alrededores y vine a investigar, y parece que di en el clavo”
Del callejo apareció un chico de piel oscura y un largo cabello color ceniza que llegaba a sus hombros y parte le cubría su ojo izquierdo, era uno de los compañeros del chico de cabello verde, que parecía burlarse mientras hablaba
- “¿Y bien?”
- “¿Bien qué?”
- “¿Qué fue lo que sucedió?”
- “…”
Ante la incógnita de su compañero, el chic verde desvió la mirada a un lado mientras que recordaba con odio lo que sucedió esta noche, pero como no podía guardárselo, tomo un respiro y lo volteo a ver de frente
- “Todo iba bien, hasta que aprecio una chica mágica vestida de rosa y un enmascarado apareció de la nada a ayudarla”
- “Aja”
- “Esa chica utilizo una extraña magia y derroto a mi bestia”
Su compañero lo escucho sin decir nada hasta el final, mientras que el chico verde fruncía el ceño. Cuando terminó de hablar, su compañero decidió abrir la boca
- “En resumen, Madoka magica y Tuxedo mask aparecieron y arruinaron tu espectáculo”
- “¡Deja de molestar, hablo enserio!”
Al sentir que su orgullo estaba siendo herido, el chico verde intento defenderse y parecía que quería golpear a su compañero. Al verlo así, su compañero decidió aceptar por el momento lo que dijo
- “Bueno, dejémoslo así por ahora, será mejor volver y contarle el resto a los demás”
- “Tch, no me lo tienes que decir”
Dándole la espalda su compañero empezó a caminar al fondo del oscuro callejón seguido del chico verde
- “Además… se parecía más a Illya que a Madoka”
- “¿En verdad te pusiste a pensar en eso?”
- “¡Cállate!”
Y con eso ambos desaparecieron en una oscuridad anti natural dentro del callejón, finalizando esta noche