Abro los ojos, estoy en una habitación llena de muñecos de trapo y caballos de madera. Al otro lado de la habitación hay otra cama, los dos pequeños humanos duermen plácidamente junto a princesa. Me levanto de la cama, no sé cómo he llegado aquí, solo recuerdo haber realizado el hechizo para eliminar la magia negra de su pequeña princesa, después todo son imágenes borrosas en mi mente. Miro por la ventana, la luna está en su posición más alta, no hay nadie afuera. Deseo salir, pero no estoy segura de que sea una buena idea. Al lado de su cama mantienen una lámpara, la vela se ha terminado. –"Iluminati voltano"- un pequeño unicornio de luz tan brillante como su sol, pero tan cálida y dulce como la luz de la luna corre dentro de la lámpara y un dragón vuela sobre él. Una luz eterna que jamás se apagara, cuidara de sus sueños convirtiendo las pesadillas en mágicos momentos que harán que jamás vuelvan a temer. Salgo de la casa, Melisande está aquí, mira hacia el cielo contemplando la luna. –No puedes dormir-.
-No. Extraño Harld, y a todos. Solo espero que pronto podamos volver- siento un hueco en el estómago, al parecer Brujilda no les dijo nada sobre Harld. Ackerley y Thomas también aparecen, así que creo que es momento de decirles sobre todo.
-Hay algo que debo decirles, en la taberna escuche que los brujos oscuros buscan Harld para tomar el libro oscuro que Bentley protege. Hice una proyección de mí hasta allá para saber si estaban bien, por el momento lo están. No sé cómo, Bentley pudo verme, intenté convencerlo de que se alejaran de ahí, de esconderse pero no me hizo caso alguno, dijo que pelearían, por nuestra aldea y por todos nosotros. Ellos confían en que haremos lo correcto, pero la verdad es que ya no sé si lo que estamos haciendo es realmente lo correcto, me siento culpable por todo lo sucedido y... Deberíamos estar protegiendo Harld ahora mismo- Melisande llora, su madre y hermana están ahí. Nuestro hogar puede ser destruido. Ackerley parece desconcertado, pero Thomas, él solo me mira como suele hacerlo siempre. Es el que siempre me hace saber cuándo he hecho lo correcto y cuando no, si confío en alguien para que me diga la verdad tal y como es siempre recurro a Thomas y ahora necesito que me diga la verdad, aunque sea dolorosa. Me observa con una mirada cálida, entonces sonríe.
-Estamos haciendo lo correcto Hope, los brujos oscuros intentan volver inmortal a alguien y creo que debe ser alguien muy poderoso y malvado, si no los detenemos a tiempo cuando sea inmortal ya habrá sido demasiado tarde, entonces nuestra aldea no será la única atacada sino todas las demás, aldeas de nuestro linaje, humanos inocentes. Mírame Hope, nada de esto es culpa tuya, no es culpa de ninguno de nosotros, Bentley tomó su decisión y ambos sabemos que ninguno de ellos iba a querer esconderse porque no somos de los que se esconden, somos los que luchan hasta el final y sabes eso más que todos en Harld-.
No sé si ha sido muy tonto de mi parte, si en esto entre la parte que Brujilda repitió más de una vez sobre no hacer algo que un brujo del sol no haría, así que creo que el venir de noche al puente a admirar por última vez el lago no es algo que un brujo del sol haría. El aire es fresco y la manera en que la luna se refleja en el agua es asombrosa. El caballo camina alrededor del lago justamente como lo hice yo. –Sabía que estaría aquí, señorita- hago que el caballo se detenga y gire hacia él, Eirian está aquí. –Creo que he acertado, no es usted una bruja del sol ¿No es cierto? Es una bruja de la luna- no puedo decir palabra alguna, ha sido muy directo con ello, no parece estar molesto sino al contrario, su sonrisa brilla, así como sus ojos. –Lo supe desde el momento en que la vi, la manera en que veía todo tan maravillada como si nunca hubiese visto como el sol daba aún más vida a todo a nuestro alrededor. No sé la razón, pero confío en usted, tanto como para confesarle que también soy un brujo de la luna, mis padres también lo son, recibieron ayuda de alguien para cubrir la verdad. Mi padre ayuda a los brujos de la luna, se volvió el líder de Aldous para proteger a los nuestros. El rey del Brayton nos asesinaría en la hoguera si supiera la verdad así que debemos ser cuidadosos, por ello me ha sorprendido verle con el príncipe de Brayton, no sé la razón por la que esté con él, es mi deber informarle que si la descubre puede hacerle daño, en cambio si decide quedarse en Aldous recibirá la protección de mi padre, la mía y la de toda la aldea. Sea cual sea su misión puedo ayudarle con ella, es peligroso estar cerca del príncipe-.
-Tengo que admitir que...me ha dejado totalmente sin palabras, debo agradecer infinitamente por todo. Es bueno ver que tenga una buena vida aquí en Aldous, me parece trágico que tengamos que fingir quienes somos en realidad. Por desgracia por ahora no puedo quedarme aquí ni abandonar mi misión con el príncipe de Brayton, aunque no lo parezca le aseguro que no es tan parecido en cuanto a carácter se refiere a su padre, seré cuidadosa en no revelarle quien soy, se lo aseguro. No sé si algún día pueda volver a este lugar, aunque le aseguro que nunca lo olvidaré, Eirian, tiene un gran corazón. Desearía poder prometerle que haré que no tengamos que escondernos más detrás de un par de ojos como el sol para cubrir lo que somos en realidad, pero lo intentaré, lucharé con todas mis fuerzas por ello. Lo que sí puedo prometer es que los brujos que han desparecido, incluido su hermano, volverán a salvo- me observa sorprendido. –Así que cuando vea a su hermano frente a usted sabrá que he cumplido mi promesa y que jamás lo olvidaré-.
-Si eso llega a suceder tendré que encontrarla para poder agradecerle en persona por devolver a mi hermano a salvo. Admito que me ha dejado confuso, creía saber quién era usted- sonríe confuso. -ahora creo que no sé nada en realidad. Ignoro cómo lo hará, pero confío plenamente, quizás su verdadero ser no es una bruja de la luna o el sol sino un ángel, porque no solo parece uno, sino que actúa como uno. Creo que debo irme ahora porque si continúo mirándola más tiempo no podré detenerme en besarla, en tocar su rostro con delicadeza con mis manos y deslizar mi mano hasta su cintura para atraerla a mí- mi corazón late deprisa al escucharlo. –Deseo de corazón tenga usted suerte en su viaje, esperaré con ansias no solo el regreso de mi hermano sino el suyo también- extiende su mano y en ella tiene algo envuelto en papel. –Es para usted, mi obsequio por el tiempo que estuvimos juntos, que, aunque fue corto, para mí fue único- lo tomo, entonces tira de mi mano, el caballo avanza al igual que el suyo y entonces sus labios besan los míos, el beso es corto y lento pero me ha dejado sin aliento. –Lo siento, tenía que hacerlo para poder salir huyendo en paz. Esperaré por su regreso, señorita Hope- miro mi mano, quito el papel y se trata de un libro de hechizos que jamás había visto. Miro hacia el puente y se desvanece en su caballo dorado por la oscuridad de la noche y la niebla flotante sobre el lago, una nostálgica noche que envuelve mi corazón y mi alma en sentimientos que antes parecían ajenos, un corazón que ante semejante latir se extraña, latidos rápidos que dejan una marca en mi ser deseando que aquel brujo que ha desaparecido entre la niebla vuelva a mí, el calor en mis labios permanece, así como el sabor de su boca.