C A P I T U L O T R E S

– ¡PAPÁ! –Grito James preocupado mientras se dirigía corriendo a la habitación de su padre. – ¡PAPÁ! –volvió a gritar.

James llegando a la habitación de su padre y se aventó a su cama y jaloneo a su padre para que despertara.

– ¿Qué quieres James? -respondió Logan adormilado.
–Es Michael –Dijo su hijo menor con la voz entrecortada de la falta de aire que le faltaba. – Michael y yo íbamos bajado a la cocina para hacerte él desayuno –La idea de sus hijos lo hizo sonreír.-Pero cuando bajábamos las escaleras Michael se tropezó y callo de las escaleras. Se raspo la pierna.

Logan se exalto y salió de la cama y sé fue directo como bala hacia su hijo. Bajo las escaleras con agilidad y velocidad y vio a su hijo sentado en el suelo con un raspón en su pierna. Se inco junto a él. Tenía un raspo.

– ¡Pero que te ha pasado Michael! ¿Te sientes bien? ¿Te duele algo? – Pregunto preocupado.
–Me duele la pierna.-Le respondió.

Logan no sabía qué hacer. Nunca había estado en una situación como esta. Cuando se trataba de curar a niños siempre lo hacían las empleadas.

– ¿James, donde estás? –Pregunto Logan al no ver a su hijo.
-Aquí estoy papa –le respondió su hijo. –Le he llamado a…

No término de hablar cuando él timbre de la puerta sonó. 

–Cuida de tu hermano. Iré a abrir la puerta.

Logan dejo a Michael en cuidado de James. Trataba de pensar en qué hacer. 
En cuanto abrió la puerta ella entro sin pedir permiso y entro a la casa. Trato de tranquilizarse, pero aquella mujer lo hizo explotar al entrar así a su propia casa. Cerró la puerta y salió tras ella.

– ¿Se puede saber qué hace usted aquí?
–James me ha llamado diciéndome que Michael está herido – Le explico. 
–No hace falta, lo tengo todo bajo control…

Los dos se dirigieron dónde estaba Michael. Julieta lo vio y se puso a su altura para ver la herida. Era un leve raspón pero tenía que ser desinfectado antes de que le duela más.

–Sobre todo que lo tenía todo bajo control –Dijo burlonamente haciendo que Logan se enojara.
–Mire, si viene a decirme que…

No termino de decir cuando Julieta entro al baño que estaba cerca y salió con un botiquín. ¿¡Porque rayos no se le había ocurrido ir por el botiquín que siempre está en el baño!?, pensó Logan.
Ella saco alcohol en el algodón y paso este por la herida para así quitarle la sangre y desinfectar la herida, después saco una gasa y se la puso con un vendaje.

–Te has portado muy valiente Michael–Lo felicito Julieta al ver que no se quejó mucho por el dolor del alcohol. 
–Yo soy muy valiente –Le respondió orgulloso.
–Ya ves papa. Sabía que Julieta sabía qué hacer.-Le dijo el rubio al morocho.
– ¿Pero cómo te has caído Michael? –Pregunto Logan.
–Me tropecé con la ropa sucia de James ya que no la dejo en el canasto de la ropa sucia.

Logan había visto ropa regada desde que él llego y se le hizo muy raro de que la ama de llaves no haya limpiado.

– ¿acaso no ha venido la ama de llaves? 
–Emm… Ella… Ella se fue –Le respondió el castaño nervioso. –Ha dicho que ya no soportaba más nuestras travesuras y que éramos unos diablillos. Lo mismo dijo la niñera antes de irse.

Logan se enojó más de lo que ya estaba. Primero por el accidente de Michael, después vino aquella mujer a enojarlo más por entrar así a su casa y burlándose de él porque no tenía la situación bajo control y para finalizar que el ama de llaves lo ha dejado. ¿Acaso no podía pasar algo peor?

–Papa, tenemos hambre –Dijo James.

Definitivamente este día era uno de los peores. 
Julieta dio un largo suspiro, aquel hombre aunque lo ocultara necesitaba ayuda. Se dijo así misma a no ayudarlo pero sabiendo de que Michael y James necesitaban que los atendieran no tuvo más remedio que ayudarlo.

-James que te parece ¿si me ayudas a hacer el desayuno mientras tu papa lleva a tu hermano a su habitación para que descanse?

James acepto con toda felicidad, Julieta ni le pidió permiso ni autorización para ir a su cocina. Los dos con juegos y risas terminaron de hacer el desayuno.

–Llévale a tu hermano su desayuno a su habitación.

James asintió y se fue directo a dejarle el desayuno a su hermano mientras ella preparaba la mesa para que desayunaran él y su padre.

-No tenías por qué hacerlo Julieta -La voz masculina de aquel hombre hizo que a Julieta se le pusiera la piel como gallina.
–Claro que tenía que hacerlo. Sus hijos necesitaban que les dieran de desayunar. –Respondió ella. Logan capto su indirecta.
– ¿Acaso me está diciendo que no podía darles a mis hijos de desayunar?
– ¿Qué les podría haberles dado de desayunar? ¿Cereal? No Sr. Lerman, sus hijos necesitan desayunar comida.

La poca paciencia que tenía en esos momentos con aquella mujer se esfumo ¿Le acaba de decir que era un hombre que no sabe ni siquiera darle de desayunar a sus propios hijos? 

–Mire. Usted no tenía la obligación de hacerlo –Contesto Logan enfurecido.-Y si no le gusta como alimento a MIS hijos, será mejor que se valla de MI casa. -Remarco algunas palabras. –y por favor no me diga Sr. Lerman
–Tiene razón, yo no soy nadie para juzgar el tipo que le toco a sus hijos. –Le respondió igual de furiosa que él. –Y agradezca que le digo Sr. Lerman en vez de ‘soyelhombremásirresponsableconmishijos’ 
–Y usted agradezca que no le diga ‘Soylamujermásperfectayhermosaquehayanvisto’

Los ojos de Julieta se abrieron de par en par al oírlo decir eso. ¿Acaso le dijo que era hermosa?
Por un lado Logan estaba furioso con aquella mujer, las palabras salieron por si solas y no midió las palabras, eso no era lo que él realmente quería decir… ¿oh sí? 

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