El sol salió por las montañas alumbrando las calles del clan hun Lin, la fría briza del viento recorriendo las calles, el sol apareciendo una vez más proclamando el nuevo día, aquel sol alumbraba cada casa de las calles de Hun Lin, alumbraba el hogar del patriarca Kotaro el cual estaba destruido por la rabieta del mismo al sentirse engañado por el dios y por último el templo, los rayos del sol alumbraron los cuerpos de los cinco dioses cada uno dándoles la bienvenida a la tierra, los jóvenes dioses los cuales se encontraban dormidos en el frío suelo del templo cubiertos por aquellas blancas telas mostrando la pureza de los mismos.
Bang el primer dios en abrir aquellos dorados ojos, el joven dios se levantó mirando por primera vez "el mundo", los ojos del rubio recorrieron cada parte del templo, sus ojos se acostumbraban cada vez más a la luz del lugar dejando ver la construcción, aquel lago que rodeaba el templo.
Bang bajo la mirada para poder ver sus manos y sus brazos, era algo nuevo para el ver un cuerpo tan humanoide, su piel era blanca, tenía ciertas marcas rosadas en la piel, sus manos eran delgadas, pero no se veían debido, más bien cada vez que novia su mano podía ver como se le marcaban ligeramente las venas en el dorsal de su mano. Bang toco las telas que cubrían su cuerpo, el joven dios se levantó del suelo lentamente me cuando iba a dar un paso fue tomado del tobillo notando como la joven de ojos heterocromaticos despertaba, la joven diosa de negro cabello miro a Bang desde abajo, la diosa sonrió ante el dios quien le ofreció la mano para que la diosa se levantara quien no se negó, jamás se negaría a algo dicho o hecho por Bang, Istar estiro su mano dispuesta a tomar la mano de Bang pero al notar aquel cuerpo humanoide de ella, se quedó mirando su mano un rato hasta que el joven y rubio dios tomo la delgada mano de la diosa
Estos cuerpos ...-Istar hizo una pausa al ser tomada de la mano por Bang y poco después ligeramente jalada por el mismo para que se levantara del suelo, ninguno de esos dioses estaba acostumbrado a los cuerpos humanos por ende Istar perdió el equilibrio en las piernas teniendo que ser sostenida por Bang-
Son nuestros nuevos cuerpos -Bang hablo acompañado de unas suaves risas mientras soltaba a Istar quien parecía ir acostumbrándose a mantenerse de pie-
¿Entonces el dios supremo... si confió en nosotros para darle piedad a los humanos?
Al parecer si
Ambos dioses se miraron con una sonrisa, los dioses solo bajaban cuando estaban preparados pues antes de eso eran simples vapores de colores, si supieran cual era la razón del por qué los habían mandado, si supieran que el dios supremo los había mandado porque sabría que no tardarían mucho en destruir a cada mísero humano.
Los otros tres dioses despertaron poco a poco, cada uno sorprendido por su propio cuerpo, ninguno podía ver su propio rostro así que solo podían saber cómo eran gracias a que un contrario los describía, Bang miro a cada uno, los conocía bastante bien mas ahora verlos con un cuerpo que si podían tocar y sentir y sobre todo ver era extraño antes solo se veían como humo, solo humo, pero ver a Istar, a Nabu, a Eli y a Scola con cuerpo era tan extraño.
Los dioses en las últimas dos horas desde el amanecer del lugar estuvieron conociendo los rincones del templo, los jóvenes dioses sabían para que hablen bajado, para que estaban ahí más no sabía toda la razón, los dioses tenían una errónea idea de que los humanos eran tan puros como un dios.
Pobre jóvenes dioses.
Tan inocentes, tan ignorantes de lo que realmente era el mundo humano.
Tan ignorantes de que almas tan puras podían corromperse.
Tan creyentes de que serían seres perfectos que ayudarían, que realmente ayudarían a alguien...
Sin saber que por esa ayuda podrían corromper.
•••
Los días pasaron en el clan Hun Lin, nadie aparece en el templo, ¿la razón?, el patriarca no tenía idea de que los cinco dioses habían llegado, desconocía aquello y estaba esperando a que yuang el dios creador le dijera la llegada, pero sin importar cuantas veces lo invocará...jamás apareció ante el patriarca nuevamente. La furia se apoderaba del cuerpo del hombre había usado el recurso de su pueblo para crear un templo completamente inservible sin saber que cinco jóvenes dioses habitaban aquel templo.
Enserio creen que alguien venga... han pasado días desde nuestra llegada-exclamo Scola, el joven dios de la fertilidad- no tiene caso que el dios creador nos mandara ...
Bang al escuchar a Scola lo miro, por la cabeza de Bang pensó que quizás nadie vemos por qué quizás no pecaban tanto, cuan equivocado estaba. El joven de rubios cabellos miro a Scola, el negro cabello del dios se movía ante el viento del lugar moviendo su suave y delgado cabello azabache dejando apreciar el notable rostro de incomodidad del dios de la fertilidad ante lo que estaba pasando.
Solo dales tiempo -Istar hablo mientras abrazaba sus piernas, la joven heterocromatica no quería pensar que el dios creador los había mandado para simplemente hacer nada-
Scola solo suspiro dejándose caer en las piernas de Eli, la joven diosa de negro y corto cabello acaricio el rojo cabello del Scola, Eli diosa de la suerte y riquezas era de la más callada de los cinco dioses por ende la más seria.
Los dioses se preguntaban ¿Qué hacían ahí?, ¿acaso yuang no le había avisado al patriarca de su llegada?, los jóvenes dioses no sabían que pensar de ello, pero no se quejaban, no se aburrían pues el templo era grande y los animales iban y venían, los dioses jugaban entre ellos pues al ser tan jóvenes y sin responsabilidades por el momento.
Mientras los dioses se preguntaban el ¿por qué? De lo que estaba pasando, del porque nadie iba mientras que en el templo del patriarca Kotaro una gran multitud se abrumaba en la puerta del clan Hun Li para escuchar las palabras del patriarca