Titanes-La destrucción de un Imperio.

Capítulo 7- Aprendiz

Los días transcurrieron de prisa, Nehuem se adaptó con gran rapidez a La Gruta conociendo a mucho de sus integrantes, Noah no le había mentido después de todo, un gran número de jovencitas vivía allí no comprendía como su nuevo amigo estaba aún sin una novia oficial, todas eran realmente bellas aún la misma Horiamy y su fieles confidentes pese a sus rostros no muy convincentes con su presencia allí no lo opacaban la hermosura. 

Los hijos de Dionisio y Poseidón fueron elementales para su entrenamiento, Noah le enseñó nuevas técnicas con la espada perfeccionando su talento natural, realmente sus avances lo sorprendían, era rápido y astuto con la capacidad de adaptar sus movimientos a necesidad. Pero en el  fuego control Nehuem no lograba dominar su don con notable excelencia, Liria enfurecia viendo como apesar de estar junto a él indicandole cada paso a dar, las llamas brotaban sin control de entre sus manos resultando completamente empapado por sus aguas.

-Demuestra lo que eres, tienes que poder hacerlo, vamos Nehuem- Alentaba día tras día la bella joven obteniendo limitados resultados que no la convencian.

-¡Vamos Nehuem!

Horiamy observó sus entrenamiento desde lejos contemplando cada movimiento que daba, el poder brotando de sus manos con cuidado pero intentar elevarlo y dirigirlo por las corrientes del aire una extraña apariencia se dibujaba en su rostro. Cala se sentó junto a ella notando la observación atenta que tenía hacia el muchacho.

-¿No me digas que sientes interés por esa sanguijuela?- Horiamy volteó a verla con seriedad.

-Jamás fuiste tonta...asique No entiendo porque dices tonterías. Cala puso los brazos de escudo.

-Yo sólo digo lo que parece, no le quitas la vista de encima, sino es eso porque lo vez.

-Esta aprendiendo, es como ver a un novato infante aprender todo desde cero...Solo que a su diferencia un niño deja volar todo su poder tanto como lo conoce y busca aumentarlo a lo largo del tiempo, pero Nehuem no es así, tiene miedo.

Cala se cruzó de brazo echándose sobre el respaldó del Edén con una sonrisa  burlona.

-Un mortal con miedo, vaya sorpresa.

-Él ya no es un mortal. La hija de Hades se acercó a su oído mirándola de mala gana.

- No quieras engañarte, no puedes cambiar lo que hay en su interior...puedes darle el regaló de la inmortalidad pero si por dentro sigue pensando como humano todo será en vano. La joven miró de re ojos a su querida y bravia amiga, la conocía perfectamente su enojo solo era de dientes para fuera, no tenía motivos redundantes contra Nehuem, pero no le daría el justo de alterarse o demostrar protección por el chico antes que ella.

-Eso lo veremos Cala. Horiamy se levantó de su lado y camino directo hacia sus compañeros. Liria observó con intriga como ella se quedaba quieta en medio de ambos con la mirada atenta a Nehuem.

-Horiamy ¿Que haces?- Ella volteó notando la preocupación de Liria en su rostro.

-Quiero que te quedes justo ahí, lo mismo va para ti Nehuem. Regreso su altiva mirada hacia el muchacho diciéndole:

-Inténtalo ahora y está vez ella no te ayudará, si algo me pasa será completamente tú responsabilidad.

-HORIAMY NO LO INTENTES  TE VA A QUEMAR. 

-Quédate tranquila Liria, se lo que hago muy bien. Él se mostró enojado e irritado ante su presencia ahí.

-¿Estás loca o que? Sabes que aún no domino esto, no me movere contigo en mi camino. Su rostro cambió la mirada calmada mostrándose más irreverente.

-Aquí no hay lugar para cobardias Nehuem, si sientes miedo no mereces estar aquí, ni siquiera mereces ser reconocido como hijo de Zeus...jamás aceptaría a un heredero cobarde cómo  tú. Sus ojos verdes tan perseverantes y llenos de ironía despertaron la cólera más profunda en Nehuem sus mejillas se tornaron coloradas, la mandíbula quieta y apretar sobre la quijada, sus manos se enredaron dando vida a una poderosa llama anaranjada que emergió con fuerza. La mirada de la joven jamás se opaco mantenía la misma firmeza aún cuando él lanzó sobre la corriente del aire a la llamará que viajaba a toda velocidad directo a ella. 

Cala se levantó del sillón viendo como aquella gran ola se le acercaba, hasta que de pronto como un fino hilo Nehuem logró con la punta de sus dedos apartarla  de ella. Horiamy sintió el calor rosando apenas su rostro dejándola ilesa de su poder.

Liria al ver la intensidad con la que corría esa flama  detuvo su andar con toda la cantidad de agua que pudo.

-¡NEHUEM QUE RAYOS FUE ESO! ¡PUDISTE HABER INCENDIADO  TODO NUESTRO HOGAR! ¡ERES IDIOTA O QUÉ! -El chico observó aún con un poco de rabia a Liria aunque su ira no se debiera a ella.

-No me culpes a mí ¡Ella me provocó!-Horiamy  recuperó su temple  tranquilo y sereno.

-Y me queda claro que fue justo y necesario. Nehuem se acercó a ella mirándola con las cejas encurvadas y con un grado de sorpresa en su rostro.

-¿Hiciste eso a propósito?- Ella asentó diciéndole:

-Noté en tu cara como dudabas con miedo de liberar al máximo tu poder...al igual que vi en los últimos días tu carácter efusivo sólo bastaba darte el empujón suficiente y te liberarias a ti mismo. Poco a poco la rabia comenzaba a desaparecer ya que al final todo había sido para ayudarlo.

-Continua tú práctica ahora. Horiamy se retiro del lugar yendo de regreso a La Gruta cruzandose en su camino con Cala.

-Eso no prueba Nada, aún tiene que pasar mucho para que él se vuelva alguien digno de este lugar. Su rostro se mostraba furico.

-Sí el no merece estar aquí, deja de darle importancia jamás será una amenaza para ti y concentrate en asuntos que valgan tu verdadera atención. 

Noah salió hacia el jardín notando como el aire podía cortarse entre aquellas dos, asustado se hizo hacia atrás preguntando con suma sutileza.




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