Capítulo 25- Trampa

Coraly termino de conversar con Millet respecto a todo lo ocurrido la noche anterior cuando sus ojos se sorprendieron de verlos en el jardín. Ella se acercó a saludarlos cuando percibió la energía que corría a través de ambos invisible y mezclada. Dirigió la atención a Nehuem pero este permanecía atentó al accionar de la muchacha junto a él.

Soltó el canasto y alzó sus manos hacia arriba diciendo con una voz triste.

-Cala, oye mi voz por favor, necesito que vengas a mí ahora, es importante. Sus ojos se cerraron por un instante cuando la brisa trajo el aroma de su perfume.

-¿Qué pasa ahora?- Ella levantó el canasto envolviendo con sus brazos.

-Liria está en grave peligro, tenemos que encontrarla antes que sea tarde. Cala se detuvo frente a la joven marcando la clara preocupación.

-¿Tarde para qué?- Horiamy endurecio su mirada recordando las visiones que había dislumbrado.

-Poseidón se la llevó sino la encontramos antes del anochecer...podría No volver más. El corazón de ambas se oprimia con fuerza en el pecho ante esas palabras.

-Tenemos que comunicarnos con ella, debemos encontrar alguna forma. La hija de Hades estaba decidía a encontrarla a cualquier costo antes del final del día.

La bella princesa nisiquiera percibió el mal que asechaba tras ella, sólo confió plenamente  en las palabras de su padre terminando sobre las cristalinas aguas de Karpathos metió los pies dentro del mar sintiendo un cálido cosquilleo entre los dedos, bajo las profundidades del agua pudo distinguir las estrellas de mar y caracoles tornasolados. Poseidón esperó tranquilo en la costa viéndola recoger los moluscos, apesar del hechizo hecho por su hermano el Dios era consciente de lo que veían sus ojos sin poder actuar, Zeus había diseñado un plan completamente enfermó, mantenía  despierta su consciencia mientras él se colaba sobre su voluntad haciendo ir y venir o moverle la lengua para decir mentiras a Liria.

Desde su prisión mental Neptuno luchaba por escapar, él rostro sereno y confiado de su amada hija lo volvía loco, ella creía estar segura allí bajo el resguardo que le brindaba.

-¡ZEUS LIBERALA! ¡DEVUELVE LA! ¡TE JURO POR TODO MI REINO QUE SI LE TOCAS UN SOLO CABELLO TE MATARÉ! ¡OISTE! ¡TE MATARÉ! ¡NO HABRA LUGAR EN EL UNIVERSO QUE PUEDAS OCULTARTE DE MI!- Entre las sombras se escucho una risa baja disfrutando verlo fuera de sus cabales.

-No estás en posición de amenazar querido Hermano, al final de todo tú generaste esto...yo no fui quien te envió a procrear una hija tan bonita en tiempos tan malos y ahora que la veo bien debo decir que es muy parecida a su madre ¿No lo crees? Verla en esta isla, así de tranquila ¿te debe traer recuerdos a ti también? Lástima que ambas tengan que compartir el mismo final.

-¡CALLATE! ¡NO TE ATREVAS A TOCAR A MI HIJA! DESGRACIADO.

Liria salió del agua con un sin fin de caracoles y conchas entre sus manos, atravesó las arenas humedas hasta sentarse junto él enseñándole con entusiasmo el preciado tesoro.

-Realmente son muy lindas padre, jamás había visto estos colores en las conchas ¿por qué nunca me trajiste aquí?- Poseidón inclinó la vista al suelo diciendo con un tono melancólico.

- Esta isla tiene muchos recuerdos para mí querida, buenos y malos, pero creí conveniente traerte aquí, mi hermano jamás pensaría buscarte en este lugar. Ella fruncio el seño enojada al recordar todo.

-Padre, aún no entiendo ¿Acaso ni siquiera tú puedes hacer algo contra él? No puedo quedarme el resto de mí vida aquí escondiendome de él mientras mis hermanos también peligran. Él enrollo sus manos alrededor de su cara mirándola con tranquilidad.

- Ya te lo expliqué Cariño, Zeus te quiere a ti, no a ellos por eso te pedí venir conmigo, mientras te mantengas fuera de su alcance nada te pasará y no podrá exigirles respuesta a tus amigos cuando no las tienen ¿Entiendes? Porqué te pedí que no le dijieras nada, sería mejor para todos. Los labios de Liria se tornaron en un ligero puchero estar bajo la mira del padre era un verdadero peligro, en ese aspecto Poseidón no se equivocaba mientras más alejada se mantuviera de sus hermanos estarían seguros aún que tampoco le gustaba preocuparlos,  mantenerse desconectada de ellos no le gustaba pero apenas su padre se distrajera oraria a Cala para informarle que se encontraba en buenas condiciones.

Nehuem no sabía como contener la situación, la hija de Hades ardía en furia dando vueltas de un lado a otro, escupiendo palabras de cólera contra Zeus, había revisado los lugares favoritos de la diosa pero ella parecía haberse esfumado, rezo al igual que Coraly pidiéndole volver pero Liria no atendía al clamor, Horiamy regresó apareciendo junto a la fuente.

-¿Y? ¿Ningún rastro?-Ella sacudió la cabeza en forma negativa sintiendo un sabor amargó en la boca.

- No, a dónde se la allá llevado no es un lugar que conozcamos. 

Cala se llevó las manos al pecho queriendo apagar el fuego que sentía por dentro.

- Se que está en algún lugar, puedo sentir su espíritu vivo aún Poseidón no se a atrevido a tocarla. Horiamy se sentó en el borde de la fuente observando el esplendoroso jardín y sus radiantes colores, sintiendo el fervor de la rabia colarse a través de sus venas, junto sus manos golpeandose una y otra vez el mentón de manera histérica, quería matar a Zeus por arrastrar a los Dioses a esa situación, cerró los ojos intentando serenar sus impulsos y poder descubrir alguna pista por mínima que fuera de donde se encontraba Liria cuando oyó el tono rabioso de la altiva.

-¡¿Por qué la dejaste sola eh? ¿DÓNDE ESTABAS? ¿CÓMO LA DEJASTE SOLA CON ÉL?- Horiamy se levantó del lugar viéndola a la cara.

-Yo no la deje sola, Liria estaba paseando con nosotros se separó un instante de mí y él lo aprovechó, sabía que no importaba lo que dijiera Liria acataria su pedido porque confía plenamente en él, igual que tú con Hades.

-NO ME VENGAS CON ESO, ESTABAS AHÍ, CON ELLA, ERAS LA ÚNICA BARRERA ENTRE AMBOS Y NO LLEGASTE NI SIQUIERA A TIEMPO. Nehuem se interpuso entre las dos observando a la diosa oscura.