Tragó saliva con dificultad viendo lo que tenía frente a sus ojos, Cala se mantuvo abrazada a su cuello ignorando el panorama, respiró profundo sintiendo el aroma hediondo que cubría cada rincón sin apartarse de aquellos tenebrosa mirada, volviendo su voz suave como una seda.
-Cala ¿Qué hace Cerbero aquí?- La muchacha parpadeo recordando al guardián, giró sobre los talones viéndolo.
-No Cerbero, Ni se te ocurra morder a Noah. La criatura gruño con fuerza pero paso aireoso junto a ambos sentándose en un rincón del Jardín. Noah se tapó la nariz preguntándole:
-¿Qué está pasando aquí? Traer a Cerbero del inframundo es una medida radical. Ella avanzó hacia adentró.
-Era radical, te contaré todo más tarde ahora hay un asunto mayor por atender.
-Parece que sí. Un segundo le había hecho falta para distinguir la pesada neblina que corría por los rincones. Avanzó detrás de ella hasta el cuarto de Liria viéndola dormir, sus labios estaban agrietados, la piel había perdido el deslumbre dejándola pálida como papel.
-¿Qué le pasó?
-Demonios de la Sombras, Zeus atacó La Gruta en complicidad de mi Padre, pude ahuyentar a los demonios con ayuda de Cerbero pero aún la oscuridad correr por sus venas, no puedo quitarla...Mi naturaleza no me deja.
-Pero...¿ y los dones de Persefoné?-Ella vio con enojó al chico.
-¡Sabes que no puedo usarlos! Por eso le pedí ayuda a tú padre para encontrarte... perteneces a luz Noah, se que puedes ayudarlos sino partirán al otro mundo.
-Gracias por la motivación.
Se sentó al lado de su cama sosteniendole la mano, estaba helada como nunca antes. Un pánico espantoso le recorrió el cuerpo hace tiempo no utilizaba sus dones y no creía ser capaz de poder sanar, aún así debía intentarlo, era la única esperanza que tenían concentrándo toda su energía en ello, apartó los sentimientos dolorosos, la imagen perfecta de su antigua prometida y los hechos ocurridos viendo la figura opacada de su hermana.
Liria corría desesperada por la isla mientras los pesados pasos iban detrás sin dejarle un pequeño respiró, podía sentir las manos frías enredandose en su pelo intentando alcanzarla, pero ella aumentaba el ritmo alejándose, no había escondite donde refugiarse sólo esa lucha por alejarse de la muerte. Noah corrió delante de ella sujetandola de la cintura y resguardandola detrás. Patio con todas sus fuerzas aquellas sombras fracturandolas en mil pedazos de un sólo toque.
Liria dio un respiró colosal volviendo a abrir sus ojos al mundo.
Cala sentía despertar de aquella pesadilla iluminandose como la luna sobre el manto negro viendo nuevamente el encantador turquesa sobre ella.
-¡Lo hiciste! ¡Lo hiciste! Sabía que podrías. Abrazó al muchacho dándole los buenos días a la joven.
-Buenos Días Dormilona, mira lo que te traje. Liria observó confundida al chico hasta notar bajo esa barba la piel quemada y esos encantadores oyuelos al reír.
-¿Noah? ¿Eres tú?
-Buenos Días princesa. Ella saltó a su encuentro compartiendolo con Cala en ese ansiado reencuentro.
-Hermano. Por un instante gozaron del reencuentro pero la diosa le recalcó la situación de los demás. Noah avanzó por los cuartos asistiendo desde Millet a Tenacio el cuál realmente le sorprendió estuviera allí, avanzó hasta la recámara de Horiamy viendo la cama vacía y aún lado Nehuem.
-¿Qué pasó aquí? -Le preguntó él.
-¿Dónde está Horiamy, Cala?- Le cuestionó Liria a la par.
-Una cosa a la vez, primero ayuda a Nehuem. Sus palabras resonaron dentro de él, le resulta imposible estar oyendo eso ¿Cala realmente estaba pidiendo por el cruzado? Realmente debían haber pasado muchas cosas en su ausencia para estar viviendo eso. No dijo nada y sólo avanzó hacia su viejo amigo logrando ingresar en sus sueños.
Vio con asombró las imágenes que cruzaban delante suyo Nehuem permanecía bajo la noche oscura entre los arbustos del bosque viendo las lejanas figuras alejarse de él, Horiamy delante lo observaba diferente asqueada con su sola presencia, apartando con rabia la vista de él retirándose lejos de él.
-No te vayas, por favor- Noah estaba confundido en que pensar, pero aún así dejo que su don corriera por Nehuem, haciendo regresar a la joven sobre sus propios pasos y juntó a ella el sol dandole vida a las plantas, Nehuem aferró con fuerza las manos a su cintura queriendo resguardarla por siempre dentro de él, oyendo en su oído el regalo de su risa.
-Quédate por favor. Horiamy susurró:
-Estaré contigo la vida entera. Un alivió infinito corrió por sus venas dejándose perder en el perfume que le regalaba, cerró los ojos perdiendo la noción del tiempo.
Noah se separó de él llenó de intriga, mientras lo veía regresar, Cala y Liria saltaron de alegría viéndolo sano y salvo.
-¿Qué fue lo que pasó? -Él altivo curvo las cejas marcando el disgusto.
-Eso mismo preguntó yo. Al oír el tonó de su voz Nehuem prestó atención al chico, sin reconocerlo bien, hasta verlo más de cerca.
-¿Noah?
- Recuerdo haberte pedido que las cuidaras y terminan socorriendote a ti ¿Qué parte dije mal?
-Bueno, las cosas algunas veces salen al revés de lo que esperas. Noah se rió.
-Eres un idiota, pero te extrañé.
-Y yo a ti. Ambos se abrazaron cuando un grito horroroso se colo hasta ellos.
-CALA ¡¿CÓMO LLEGÓ ESTO AQUÍ?!- Sus ojos se abrieron espantados recordando que en medio de todos los hechos había olvidado decir quién estaba en el jardín.
-CALA, SACALO DE AQUÍ.
Liria observó la gota de miedo corriendo por su rostro alarmandola.
-Cala ¿qué hiciste?
-Nada, en un momento vuelvo. Ella corrió a la puerta gritando al viento.
- ¡No salgan!
- Noah ¿Sabes algo?- Él asentó diciendo:
-Vive en el inframundo, tiene tres cabezas, mueve la cola como péndulo y vaya que asusta, ahora alguien puede decirme lo que pasó aquí.
-Es muy largo. Nehuem volteó contemplando la cama vacía.