Titanes-La destrucción de un Imperio.

Capítulo 36- Secreto

La Gruta estaba callada y en vilo esperando el regreso de la muchacha, Cala caminaba desesperada de un lado a otro mordiendose las uñas, no era capaz de decir una palabra, Liria continúaba con la vista perdida en la nada, apretaba los dobles de su vestido conteniendo la cólera que sentía. Noah escuchó asombrado cada hecho que Nehuem le contó, el imponente altivo había dejado su peor  faceta a la intemperie, no había una diferencia entre él y un Moustruo; Utilizó a Poseidón para sus tretas, enfrentandolo en un duelo que sólo él o Liria saldría vivo, la joven que tanto adoraba ahora cargaba sobre sus hombros el peso de un Reino enteró, había casi muerto de dolor a causa de la tragedia pero seguía en pié, Horiamy había sido raptada por Apolo con un fin miserable. Apretó los puños sin poder creer tanta cobardía entre esos renombrantes hombres, el mundo los aclamaba como las mayores deidades y actuaban tan impunes.

- No puedo creerlo.

-Ha sido duró, muchas cosas en un cortó tiempo...Horiamy ni siquiera se recuperó de lo que ocurrió con el infeliz de Apolo y Zeus ya descargó toda su furia sobre ella.

-Esto tiene que ser consecuencia de ello, Júpiter debió  castigar al mejor guerrero que tiene, la debe estar culpando.

- Es probable, nadie es capaz de saber el próximo pasó que dará. 

-Tengo ganas de tomar a Liberty y matarlo de una vez. Nehuem apoyó la moción respondiendole:

-Podríamos hacerlo, liberariamos a Horiamy. Noah pensó mejor suspirando tristemente antes de decirle:

- No sé puede, aún quedaría Cronos, necesitamos encontrar la otra espada, sino jamás nos dejará en paz, es inútil enfrentarlo ahora.

-Eso no ayuda en nada a Horiamy. Le Respondió  Nehuem ofuscado a Noah, quién arqueo las cejas con enojó.

-¿Y cuál es tu repentino interés por el bienestar de mi hermana? Por lo que recuerdo hace un tiempo ni siquiera te gustaba estar dos segundos con ella. Nehuem palidecio contrayendo cada extremidad, sin saber que decir, no tenía palabras, se sentía extrañó,confuso respecto a sus sentimientos.

-Y bien, estoy esperando. Nehuem respondió de mala ganá  sonando enojado.

-Eso no te interesa, hice lo que me pediste me quedé aquí cuidandolas, mientras tú te largaste como un cobarde. Se levantó del suelo intentando apartarse de él, pero Noah lo sujeto del hombro con fuerza haciendo voltear, lanzando el primer puño contra él.

Las jovenes diosas quedaron en estado de shock contemplando la pelea de ambos, Nehuem rabioso como estaba no dudo en limitarse, permitiendo emerger los sentimientos que guardaban golpeandolo con fuerza. 

- Haz algo Cala. Le suplicó su hermana haciendo reaccionarla de aquel transe. La altiva tiro por atrás a Noah haciéndolo caer al piso, antes que Nehuem se pudiera avalanzar sobre él, ella se colocó en medio esperándolo llegar, impactando un fuerte golpe en su nariz.

-¡BASTA!- Cala vio al joven arrodillarse en el piso tocándose la cara.

Noah se levantó del suelo queriendo gozar de la situación pero la altiva giró en sus talones deslizando en un pequeño movimiento el mismo golpe certero a la nariz.

-¡Cala!

-¡Eso es para que aprendas! ¡Ambos! ¡¿Qué rayos les pasa?! ¡Nuestra amiga está perdida y ustedes a los golpes! ¡¿Acaso son idiotas?! Ya tenemos muchos problemas para sumarle sus estupideces, maduren por favor...todos cometimos errores, pero hay que aceptarlos para poder continuar con nuestra vida. Ella tomó a Liria del brazo y se marchó adentró.

 

 

Estaba cansada el día seguía igual en aquel lugar, pero su cuerpo sentía el malestar de la larga jornada.

-Necesito parar. Él volteó viéndola caer de rodillas en la arena, con el semblante distinto, ya no se veía enojada,  parecía una niña herida deseando ser socorrida.

-¿Te encuentras bien?-Ella dejó caer su cuerpo pesado en las arenas diciéndole:

-Necesito descansar un momento.

- Es un camino largo es entendible no te preocupes. Baley se sentó frente a ella cruzado de piernas viéndola con detenimiento, había algo invisible en la muchacha que lo ponía nervioso, estaba seguro de ser le familiar pero no sabia de dónde.

-Niña ¿De qué lugar vienes?-Ella agachó la vista.

-¿Qué hay con eso? Acaso importa. Baley se rió, apesar de su rostro bonito seguía escuchandose altanera.

-Responder con otra pregunta no es de buena educación, tus padres no te lo enseñaron. Horiamy puso los ojos en blanco soltandole con tranquilidad.

-Nací sólo con una madre, una mujer que me entregó a penas me dio a luz, bajo la tutoría del ser más despreciable del universo, asique perdóneme por no tener educación. Era filosa como una espada, ya no recordaba casi a una persona así pero pese a todo le agradaba.

-Vaya, decirle eso a un extraño, realmente no la quieres mucho.

Siempre había sentido sentimientos opuestos contra ella, por un lado algo le impedía odiarla era su madre y cada vez que la veía sentía al menos reconocerse en alguien, mientras que la otra se sentia molesta con ella por ocultarle aquella parte tan importante de su vida alegando ser por su propio bien así como el alejamiento que mantuvo durante años de ella.

-Puede ser, nuestra historia es bastante larga y no todo puede arreglarse con facilidad. Horiamy clavó la mirada en el horizonte dejando ver con claridad el bello color verde de sus ojos. Baley no sabia como hablar, la mandíbula le colgaba inmanejable sólo conocía a una persona en el mundo con un lucero como ese.

-Al menos podrías decirme ¿Tú nombre niña? ¿O por qué tienes la necesidad urgente de regresar?- Ella se negó a responder la primera pregunta pero si lo hizo ante la última.

-Hermanos, ellos son todo lo que tengo en este mundo, debo volver, me necesitan y yo mucho más ¿Qué hay de ti no tienes alguien por quién volver?-Baley bajo su atención dejando entre ver una sonrisa al recordar la antigua vida que tuvo.

-Eres extraña, no dices pero si preguntas.




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