Bajo el brillo del nuevo día toda La Gruta despertó, iniciando sus que haceres, las muchachas salieron al jardín sorprendidos de ver la figura de un muchacho alto y fornido, era muy guapo de cabello castaño, piel trigeña curtida por el sol, brillando bajo la luz, haciendo suspirar el corazón de Millet hasta ver el turquesa inconfundible de sus ojos, sólo podía tratarse de una línea sanguínea, borrando en un instante el interés.
Liria salió junto a Horiamy reconociendo a aquel joven al instante acercándose hasta el límite del escudo.
-¿Tritón?¿Qué haces aquí?- Él altivo curvo las cejas prestando atención a las energías protectoras que envolvían el hogar, sonriendole.
-Tenemos cuestiones por resolver hermanita, veo que tienes tus propios asuntos no te robaré mucho tiempo pero no me iré de aquí sin hablar contigo. La muchacha volteó buscando a Noah y Cala rápidamente con la vista.
Ambos permitieron el paso al visitante observandolo de pies a cabeza, notando aquel aire egocéntrico pero calmado viendo con curiosidad todo el lugar, prestó atención a las muchachas rodando sus ojos lujuriosos por cada una.
-Vaya, las alturas guardan verdaderas joyas en su interior, es un placer conocerlas a todas. Noah y Nehuem impactaron su mala cara directo sobre él, llevando a todas a dentro.
-Le daremos espacio para que conversen, Liria cualquier cosa. El invitado se rió volteando a ambos.
-¿Acaso crees que pueda dañar a mi hermanita? ¿Me veo como un Moustruo acaso?- Nehuem se molestó oyendo la pequeña ironía que su voz expresaba, respondiendole de mala ganá.
- No, pero uno nunca sabé, esta en la naturaleza altiva arrancarse los ojos uno a los otros, el Padre es prueba de ello ¿Por qué debería confiar en ti?- La joven mantuvo su atención en él regañandolo, sólo bastaba con verla para comprender lo que deseaba decirle.
-Estaré bien, no te preocupes. Los demás se retiraron permitiéndole centrarse en el invitado, Tritón vio curioso la seriedad que presentaba.
-Por lo que entiendo eres la menor de todos nosotros y marcas en tu lindo rostro ese semblante de Titán abatido hace milenios.
-Me imaginó a que se debe tú visita, pero me gustaría oírlo de tú boca hermano.
-Me gusta esa rapidez Liria y ya que hablaremos sin rodeos, cuéntame... ¿cómo pudiste saltarte la línea de sangre y heredar la corona?-Tritón intentaba mantenerse cauteloso pero su voz se tornaba molesta y dudosa ante la pregunta, logrando tensarle cada músculo.
- Nuestro Padre me eligió sólo por una razón, yo no hice nada.
-¿Puedo saber por qué?-Liria miro a su alrededor.
-Este mundo está siendo transformado, pronto lo que conocemos se modificará y él consideraba a este cambió necesario, yo...estoy escrita en ese cambio, sólo quiso favorecerme para cumplir su voluntad...No porque sea merecedora. Tritón se rasco la barbilla atentó a cada palabra como si se tratase de un cuento.
-Sabes, yo tenía muchas diferencia con nuestro Padre, pero puedo reconocer que el no se equivoca en sus elecciones, si te eligió fue porqué lo merecías. Estaba confundida realmente nunca se había sentido capaz de llevar adelanté semejante poder.
-Tritón, eres el primogénito y lo reconozco, por su memoria jamás me pondría contra ti, como tampoco la relevancia de tú figura en el Reino del Mar.
Basta con verla a los ojos para distinguir honestidad respecto a lo que decía.
-Agradezco que me dijieras la verdad y que respetaras mi lugar, pero eso no es suficiente, si quieres ser una buena reina debes empezar a actuar como tal.
-¿Qué debería hacer según tú?-Tritón de un saltó se puso de pié recorriendo fugazmente el lugar.
-Es bonito aquí, pero como señora de Atlantis debes habitar allí y dejar el hogar de infancia atrás, conozco la profecía y si ese "cambió" está próximo debes estar al lado de los tuyos, protegerlos de Zeus. Liria se levantó del borde de la fuente impresionada ante sus palabras.
-Tritón, yo no me puedo ir, aquí hay personas que me necesitan.
-Tienes una reino entero que requiere también por ti.
- Un reino al que no podré proteger si me voy de aquí. La muchacha había perdido su temple calmado y apacible, mostrándose decidida.
-Esto no se trata sólo de mí Tritón, somos todos, no puedo irme y tampoco deseo el lugar de mi padre en Atlantis, sólo conserve este poder para cumplir su voluntad y hacer justicia contra quién nos lo arrebató. Él invitado recordó las acusaciones levantadas por la hija de Atenea.
-¿Es verdad? Lo que dijo tú amiga. Ella acento.
-Zeus lo manipuló para sus planes, intentó que cometiera un crimen, que me matará y hacerlo cargar con la culpa. Tritón guardó silencio mordiendo entre dientes la cólera, apesar de no poseer un buen vínculo con Poseidón seguía siendo su padre y detestaba saber que su fín había sido por actos tan bajos como esos.
-Liria, no podemos vivir bajo un gris, debes definir o vienes a Atlantis conmigo o Continúas con tú destinó aquí.
Cala se movió por el salón de un extremo a otro, era la única forma de calmar los incalmables nervios, el primogénito de Neptuno no podía estar allí por algo menor, nunca se había interesado en el bienestar de su pequeña hermana, sólo podría tratarse de una cosa.
- Ese hombre no me agrada, tiene que tener un plan entre manos, debe estar muy ofendido ya que su padre actuó bajo sus propios principios y no los tradicionales, debe estar celoso de Liria, será mejor que vaya a ver. Horiamy se cruzó en su camino en forma desafiante.
-No lo hagas Cala, calmate de una vez, ella estará bien, está aquí y es un asunto que le toca resolver. Respirando hondo la bella hija de Hades se sentó en la sala con los brazos cruzados, resignada contemplando el vacío e intentando olvidar lo que transitaba afuera.
Nehuem avergonzado observó de costado a la chica, enrojeciendo toda la cara al sentir sus pupilas sobre él, perdió el coraje inclinado la atención hacia el raz del suelo como un pequeño avergonzado.