Titanium Heart

CAP. 3. SELECCION

Cuando llegamos al círculo habíamos combinado a la perfección sin llamar la atención pero al momento en el cual yo había puesto un pie afuera del carruaje habíamos sido el centro de todos por el único bordado distintivo en mi ropa, la evidencia de que pertenecía a una casa importante sobresalía, pero no solo eso… se decía que sería la única con aquella forma de reconocerme lo que crearía muchos comentarios ya fuesen buenos o malos y no había mentira en eso como para negarlo. La ultima Noite.

De cualquier forma los ignore y los comentarios que vinieron con ello.

El caldero podía irse al infierno si esperaba que yo sonriese y diese saludos a cada mago que miraba en mi dirección por llevar el apellido de los perros falderos del gobierno.

Entonces entre al gran salón de recibimiento y ocupe un lugar entre muchos aun llamando la atención aunque no lo buscase. El lugar estaba casi lleno hasta arriba y frente a nosotros, en el estrado estaba Ellen vistiendo su formal ropa de gobernante, con el pecho hacia adelante orgulloso, buscándome, quizá entre la multitud o yo estaba siendo demasiado orgullosa e infantil al pensar eso.

Despues ellos se aclararon las gargantas y una mujer rubia, la prima de Ellen hizo su aparición, unos años mayor que mi apoderado pero igual de fascinante que él.

Ella comenzó con su discurso cuando las puertas se cerraron y todos los asientos estuvieron ocupados.

Para los siguientes diez minutos me encontraba aburrida dormitando y a eso siguió unos diez minutos más mientras que ella nos recordaba un pasado lleno de dificultades, nuestra misión en el mundo y nuestras posiciones en la vida.

En conclusión para tanta palabrería sentimentalista, ella quería decir que la guerra había cobrado muchas vidas, como cualquier otra. Nos recordó que todos debíamos de luchar por mantener un orden y después que deberíamos pelear por nuestras tierras, aún si eso significaba la muerte.

“Entonces que el caldero os bendiga”, casi concluyo mientras que yo me repetía que odiaba esa parte sobrevalorada da de la cháchara.

—… y, le daremos pase a nuestro gobernador, Sir Ellen de la casa Rowling. —los aplausos apabullantes llenaron el salón y se escucharon suspiros y silbidos pues no había nadie que odiase a Ellen como siempre. Él se los tenía ganados a todos.

—Gracias —sonrió él y el silencio apareció— y ahora sin más preámbulo después de que su querida Rectora les ha recordado nuestra historia, me gustaría presentar a nuestras ramas, nuestras facciones.

Siete banderas cayeron detrás de Ellen, cada una de un color, con un símbolo único y palabras que lo representaban en un solo movimiento coordinado siguiendo uno después de otro y entonces la luz se captó en cada una de ellas meciéndose, orgullosas.

La primera fue nombrada en una runa, Lootus que era empleada para aquellos a quienes la ilusión les hacía afinidad. Estaba gobernada por un color humo, plomo y gris.

La segunda representaba a Dromen, que encapsulaba a los portadores del sueño, algunos más poderosos capaces de tener el poder de la adivinación mientras que los más comunes solo podían viajar en sueños. Lo saturaba el color dorado.

La tercera era Elfen, en donde se encontraban los más fuertes físicamente por ser capaces de dominar algún elemento natural, uno al cual podías domar siempre que viniese de la tierra sin restricción. La bandera era roja y la runa más enredada que las otras.

La cuarta fue Krijim, la magia de la creación, muchas veces para traer a objetos de la imaginación y muy pocos en los cuales podía crear elementos de la tierra, usando un Elfen pero no con todo su poder. Esta tenía el color verde como su igual.

La quinta y extinta facción era Thith, en donde hace muchos años habían forjado su poder los líderes más supremos de Mageia, la magia de la absorción, una magia peligrosa y tabú ahora en el mundo, representado por el color negro y motivo por el cual los magos habían decidido volverse brujos, como si con ello pudiesen cambiar la decisión del caldero.

La sexta era Athrú, la magia que transformaba; normalmente iba desde objetos hasta a los más fuertes que adoptaban una única apariencia animal o aquellos que iba aún más lejos con la fuerza suficiente para transformar a alguien ajeno a su cuerpo, si bien en objeto o… otra criatura viviente. Esta era representada por el amarillo.

La última, la séptima facción era Vid, la magia de la sanación, muy cotizada y podía variar en débil o fuerte. Algunos decían que había habido una vez en la cual una maga había sido capaz de traer a fallecidos nuevamente de la muerte. El celeste claro lo representaba.

Ellen nombro cada una de ellas y después del honroso silencio, se sentía el orgullo en cada pecho por pertenecer a su facción, menos de personas como yo, cuya facción no era definida por ser nuestra magia demasiado débil para manifestarse en alguno de ellos.

—Muchos ya tienen su facción, una facción que se les fue otorgado al llegar a los diez años como dicta la ley. Ahora jóvenes, vosotros peleareis para ser seleccionados o bien en el mundo de la pelea, de la sanación, de la belleza y otros tantos. En ustedes recae esa obligación a con el caldero y entre ustedes ya hace el próximo gobernador, el que nos traerá la paz en la historia de este milenio…



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En el texto hay: romance aventura, destinos enlazados, magia

Editado: 17.01.2020

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