Daniel
Tarareaba la melodía de una canción de nuestra banda mientras me estacionaba dentro de la empresa. Hoy empezábamos a trabajar la importante campaña de publicidad que teníamos. Mientras esperaba el ascensor revise mi celular, tenía una manía de ponerlo en silenciador que hacía que no me percatara de las llamadas o mensajes que recibía. Subí al ascensor y marqué al piso que había estado la última vez que estuve aquí, al llegar a este me encontré con los chicos, ellos se habían adelantado porque estaba en el centro comercial comprando algunas camisetas y crema de afeitar.
Nos acercamos a la recepcionista que después nos mandó a la oficina número 15. Un señor barbeado apareció presentándose y explicando acerca de lo que teníamos que hacer cada uno. Después de veinte minutos apareció otro empleado, informando que el presidente de la empresa había llegado junto con la modelo que daba imagen a su publicidad.
Si no me equivocaba había escuchado en los pasillos que se habían creado rumores de ellos, diciendo que fueron vistos en la ciudad de Milán, muy acaramelados. Salimos de la oficina para quedarnos cerca de la sala de la sala de espera de este piso. Rasque mi nuca mientras sentía que alguien me estaba observando, pero mire a mi alrededor y no había nadie.
De la nada se escuchó un gran estruendo junto con una palabra mierda. Venia de la oficina del presidente de la empresa.
Ryan Collins.
En ese momento en la empresa, entraron ocho hombres con trajes como mafiosos. Los observe fijamente, parecía como si ya los hubiera visto pero creo que eran alucinaciones mías. Se fueron directo a la oficina del presidente, del Sr. Collins. Todos los empleados se habían quedado callados y Jake apareció entre con ellos, mientras se dirigía a la oficina de su hermano tenía el ceño fruncido y se lo notaba muy molesto.
– ¿Que está pasando? –pregunte a la secretaria de los hermanos Collins. Lucí
– ¿Nos has visto las noticias? –negué – ¿Ni las revistas o periódicos? –Pregunto incrédula, negué nuevamente con la cabeza –Todos los que vistes recién entrar a la empresa, van a matar al Sr. Ryan, literalmente creo que lo van a matar. –Hizo una mueca –Supuestamente la Srta. Preston está comprometida con él y para mejorar el asunto dicen que está embarazada –ladeo la cabeza hacia la oficina de Collins. Fruncí el ceño exasperado, gran escándalo por eso.
– ¿Y los que entraron quiénes eran? –pregunte
–Son los hermanos de la Srta. Preston –dijo con pánico. Alce mis cejas mientras asentía.
Bueno, ahora se podía entender un poco porque tanto alboroto. Creo que a nadie le gustaría enterarse que su hermana esta comprometida y embarazada por la prensa rosa. Se escucharon gritos y Lucí dijo que desalojemos esta planta. Jake hermano de Ryan Collins, le había dado esa orden de que no se encuentre ninguna persona en esta planta. Todos los empleados y nosotros fuimos saliendo poco a poco. Me quede pasmado pensando en cómo nos habían hecho salir de esa planta solo para que nadie escuche la discusión.
Volví a mirar por donde había entrado esos hombres al momento en que nos retirábamos del lugar, me parecía que los conocía de un lugar. Negué con la cabeza después que pasara todo este alboroto sacaría mis propias conclusiones.
Ryan
Todos me tenían apuntando con sus armas. Me miraban con rabia, estaban enfurecidos. Bueno, tampoco es que esperaba menos de sus reacciones. Trague saliva y mire a Peyton que estaba nerviosa.
– ¡Qué coño significa esto! –Grito Tyler. Lanzó al escritorio todas las revistas donde salía que Peyton estaba embarazada y yo le había propuesto matrimonio. Si hubiera podido desaparecer en este momento hubiera sido genial. –Habla antes que te vuele la cabeza –escupió con rabia al no encontrar respuesta de parte mía
–Yo puedo explicarlo –hable vacilante tratando de soñar tranquilo, pero por dentro me estaba cagando del miedo. Nadie en su sano juicio es capaz de enfrentar la ira de los hermanos Preston.
–Entonces esto es verdad –dijo con rabia Jayden, uno de los hermanos.
– ¡No! –Respondió Peyton hablando por primera vez. Se arregló la ropa –Es decir, es totalmente falso. Una, Ryan y yo solo fuimos por mi desfile. Dos, todo lo que dice ahí –señalo las revistas que estaban en el escritorio –Donde sale que Ryan me propone matrimonio es completamente falso. El acepto que escucharon o vieron fue porque él me dijo que podíamos hacer unas carreras de moto y si gano el será mi esclavo, dos semanas –explico tranquila. Lo último con un tono burlón hacia mí, rodé los ojos.
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Editado: 11.04.2019