Tyler
Ya han pasado varias semanas desde lo ocurrido ese día en la empresa de Collins que Peyton golpeo a Ryan. Debía admitir que fue muy gratificante verlo estremecerse de dolor, eso le pasaba por ser un imbécil con mi princesa.
Después de ese día con la pelea de Ryan en las carreras a Peyton le volvieron más frecuentes los problemas de insomnio. No podía dormir mucho y si lo hacía se levantaba sobresaltada. Nunca nos quiere decir de qué se trata. Algunas noches donde se levante gritando y llorando desconsoladamente. Eso nos parte el alma y nos destroza no poder hacer algo por ella. Aún seguimos haciendo lo que nos ordenó Dominic después de contarle lo que paso esa noche.
–Flash Back –
– ¿Cómo ocurrió eso? –pregunto sin entender nada la situación, le contamos todo lo que sucedió. El negó con la cabeza –Ya veo –hizo una mueca – Entonces por eso estaba así – fue más una afirmación que una pregunta –Ustedes no llevan cargando un pasado como lo lleva mi niña, chicos. Sobre todo, tu Tyler –asentí sin ninguna expresión en mi rostro. Sabía que algo fuerte había pasado hace cuatro años, pero no me imaginaba que era tan grande.
– ¿Pero qué paso hace cuatro años? –pregunte aturdido. Él se quedó en silencio como si buscara una respuesta.
–El pasado es algo que se tiene que dejar en eso, en el pasado. Así tienen que ser, solo hay que hacer que el no vuelva. Es lo mejor para todos –fue lo único que dijo. Suspire derrotado.
¿Qué paso hace cuatro años, para que Dominic no nos diga nada?
–Eso haremos –dijo firme Jayden. Todos asentimos
–Yo por mi parte también voy a tratar de que ese pasado se quede ahí, en el Pasado –afirmo Dominic –No quiero que vuelva haber una matanza. Mucho menos que mi hija se convierta en un ser si corazón –susurro por lo bajo, para sí mismo. Lo alcance a escuchar ¿A qué se refería? Nos abrazó a todos –Tranquilos hijos míos. Todo saldrá bien –dijo
–Fin Flash Back –
Dominic es como un padre para nosotros y se lo agradecemos ya que así nos ayuda con Peyton. Hasta ahora todo ha ido bien excepto por las pesadillas que la atormentan y no la dejan tranquila casi todas las noches a nuestra princesa. Es nuestra vida ella no solo es mía sino de todos nosotros.
– Cariño en que tanto piensas –pregunto Peyton apareciendo en mi oficina haciéndome sobresaltar. Le sonreí negando con la cabeza.
–En las juntas de hoy –dije tratando de soñar convincente.
–No te preocupes por eso –movió las manos restándole importancia – En estos últimos días te he notado muy tenso y para que estés un poco menos estresado he decidido que me voy a ocupar de la empresa –dijo. Iba a negarme que lo haga ya que no era necesario. Estaba tenso por ella, no por la empresa. –No te estoy preguntando, te estoy avisando –dijo burlona riendo. La mire mal y ni siquiera se inmutó. Solo sonrió de oreja a oreja por lograr fastidiarme –Ya no seas gruñón. Anda a descansar y de paso te llevas a los demás, que parecen agotados igual que tú –se levantó – Y sin peros –murmuro cuando iba a protestar. Me levante perezosamente de mi asiento, ella no espero mucho tiempo para ocuparlo. Rodé los ojos divertido.
–Está bien –concedí – nos vemos en la noche princesa –dije dándole un beso en la frente despidiéndome.
Salí de la oficina y me dirigí hacia donde estaban las oficinas de los demás. Vi que todos estaban reunidos en la oficina de Connor tratando el tema de las juntas de hoy. Negué con la cabeza.
–Mejor ni hagan nada, Peyton prácticamente me boto diciendo que ella lo va hacer. Las juntas las va a dirigir ella –informe llegando donde estaban ellos. Hice una mueca cuando todos dejaron de hablar.
– ¿Como? Está segura de eso –dijo preocupado Connor. Todos estábamos muy preocupados por los cambios que tenía.
–Sí, ella sabe qué hacer. Todos le tienen miedo así que no hay problema –dije encogiéndome de hombros. Estaba muy orgulloso de ella por saber manejar cualquier cosa o eso yo pensaba.
–En eso tienes razón –dijo Jasón, uno de los gemelos. El otro era Mason. Asentí
–Sera mejor que muevan sus culos y nos vayamos a descansar rápido. Sino Peyton se va a enfadar –dijo Carter divertido. Era la verdad, no le gustaba que no la obedeciéramos. Todos nos apresuramos en salir. No es nada bonito que ella se enfade daba demasiado miedo. Y eso que somos sus hermanos.
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Editado: 11.04.2019