Bruno
Ese mismo día en que Peyton se había ido. Todo cambio
Nosotros nos fuimos a vivir con Dominic como nos dijo Peyton en la carta. Llevamos todas nuestras cosas, no quedo nada de nosotros ahí. Claro, también llevamos a mi perro. El regalo de mi princesa.
Dominic estaba destrozado, jamás pensó que esto ocurriría. Nosotros tampoco. Nos contó porque Peyton pasaba mucho tiempo con Matt, quería enfrentar su pasado por nosotros. Cerrar página, como había dicho ella. Para poder vivir en paz y armonía
Solo ha pasado una semana desde que se fue. Todos los traicioneros la buscan cielo y tierra. Y así como ella dijo, no la vamos a encontrar, aunque busquemos a debajo de las piedras. Es como si fuera que la tierra se la hubiera tragado. No sé por qué, pero Scott y yo no sentimientos como vigilados. Se lo dijimos a Dominic y a Matt, pero ellos en vez de preocuparse sonrieron. Entonces comprendí.
Nos estaba cuidando.
Era cierto. Dijo que nos cuidaría donde quiera que esté, y así lo está haciendo. Como los demás se la pasan buscándola por cielo y tierra sin descansan, por eso decidimos que era lo mejor que nosotros nos hiciéramos cargo de la empresa. Ahora era el Presidente con Scott, así como nos había dicho Peyton. Ella sabía que iba a pasar esto. Así mismo paso con la empresa de los Collins, el hijo de puta de Ryan pasa buscándola que descuida mucho su trabajo y para que no quiebre Jake tomo el cargo, ahora es el presidente.
Todo parecía una pesadilla, una vil mentira. Quería pensar que en cualquier momento despertaría y encontraría a Peyton durmiendo en su habitación. Pero no era así. Todo era la jodida realidad. Ella no estaba con nosotros.
Se había marchado.
Peyton
Paso una semana desde que me marche. Me dolió mucho dejar a Bruno y Scott, pero era por su bien. Todo lo hacía por ellos. Por otro Ryan y mis demás hermanos me seguían buscando, no los odio. Claro que no. Estoy dolida, me sentía traicionada, pero sobretodo decepcionada. Quisiera decirles que todo va estar bien pero no estaba muy seguro de ellos. Quizás más adelante. Con todo lo que paso, me llego una frase a mi mente, no sabía a qué se refería antes.
Ahora la entendía
"…El amor no se mide con ña intensidad de sus comienzos felices sino de los tristes y dolorosos que son sus finales…"
Suspire negando con la cabeza. Me encontraba en un departamento que había comprado con el dinero de una cuenta bancaria que tenía oculta. No quería que nadie me rastree. Antes de irme avise a los cinco.
Luke, Allec, Derek, John, Andrew. Eran los únicos que sabían mi paradero exacto. No quería que pase una sorpresa sin que yo esté enterada. Ellos me dieron su visto bueno para venir hasta acá y de paso investigar algo que nos carcomía la mente a los seis. Tenía que saber la verdadera verdad una vez por todas.
Ya había decidido ir enfrentar una parte mi pasado. Estaba caminando a él justo ahora.
Me había teñido el cabello de turquesa y las puntas un poco más claras. Me quedaba bien y me gustaba mucho, tenía que admitirlo. Solo lo había hecho porque no quería que me reconocieran por ser Peyton Preston la modelo mundialmente famosa y que se regara la información que estaba por estos lugares del mundo. Dominic también se había encargado de que nadie se entera ni hiciera preguntas de donde estaba. Toda la ropa que tenía, no me lleve, la deje.
Me compre ropa aquí, ahora llevaba puesta una chaqueta y un calentador de Nick, me gustaba mucho. Era ropa para hacer ejercicio que rara vez usaba, pero se trataba de hacer cambios.
Llegue aquella casa que tenía muchos recuerdos para mí. Unos buenos y otros no tanto. Habían pasado seis años desde que me había marchado de aquí. Todo cambió radicalmente. De repente se me vino a la mente toda la información que me dio Matt, hice una mueca.
Después de encargarme de aquí tenía que comenzar el plan de investigación
Iba lentamente subiendo los escalones de esa casa que me causo tanto dolor que me trajo una ráfaga de recuerdos. No me permite estar débil ahora, respiré profundo y cerré los ojos. Me prepare mentalmente nuevo tomando fuerza. Toque el timbre
Cuando toque, no paso ni un segundo cuando salido la mujer que me había engendrado durante nueve meses en su vientre y con ella mi progenitor a su lado. Ellos al verme se sorprendieron y se pusieron pálidos al mismo tiempo. Me había reconocido. Me sorprendí verlos juntos todavía.
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Editado: 11.04.2019