CAPÍTULO 2

«Las tristezas y las decepciones del pasado te harán ser más fuerte en un futuro»

En su oficina, Mateo esperaba que le avisaran que el programa de visita guiada daría inicio. La cervecería de la cual era  presidente, ofrecía a los visitantes la opción de ver de cerca el proceso de producción, y a él le gustaba ser parte de ello, siempre y cuando sus demás compromisos laborales se lo permitieran. Al ser ingeniero industrial y estar involucrado en la labor y desempeño de cada uno de los departamentos de la empresa, veía conveniente ser parte de la visita guiada, para así cerciorarse de que esta se hiciera de manera correcta y de que el departamento de producción estuviese en su punto óptimo.  

Su labor no era solo dirigir la empresa, sino también, promover su crecimiento a través del aumento de su productividad. En un inicio, Stärke, era una fábrica de cerveza artesanal, pero con el pasar del tiempo, y gracias a la calidad de su producción, fue ascendiendo, convirtiéndose en una de las cervecerías más conocidas y renombradas en toda Alemania. Sin embargo, su dirección, manejo y ejecución de ciertos procesos de producción estaban un poco anticuados para la era actual. Por ello, apenas se posicionó en la presidencia, Mateo, presentó un plan de crecimiento empresarial, que consistía en ampliar los objetivos y planes financieros, puntualizar las oportunidades de expansión y desarrollo de la cervecería y poner en práctica un nuevo plan de estrategia y comercialización de la marca.

Una de esas estrategias, era el servicio de visita guiada, que daba la oportunidad de interactuar directamente con el consumidor, y a su vez, promocionar el producto. Esto, aprovechando que, la cervecería más famosa de Múnich, la Hofbräuhaus am Platzl, no ofrecía a los visitantes la opción de descubrir su proceso de producción, debido a que sus instalaciones se encontraban a las afueras de la ciudad, y no en el casco urbano como era el caso de Stärke, siendo de fácil acceso a los habitantes de la ciudad y a los turistas que los visitaban y sentían curiosidad por conocer un poco más sobre su bebida predilecta.  

—Señor, ya es hora —le aviso Marlene, su asistente, por el intercomunicador.

—Perfecto. Ya salgo para allá —le respondió y de inmediato tomó la chaqueta de su traje y salió directo al área de producción.

En el camino, se encontró con diversos empleados, que amablemente le saludaron. A pesar de tener menos de un año en el cargo, se había ganado el afecto de la mayoría de los empleados, lamentablemente, existía un pequeño grupo al que no le hacía gracia su nombramiento, ya que esperaban que fuese alguien más experimentado y que llevara más tiempo en la empresa quien llevara la presidencia. Ese alguien tenía nombre y apellido, Bruno Schmidt, actualmente Gerente de producción y trabajador de la empresa hacía más de veinte años.

Comprendía perfectamente el sentir de sus compañeros de trabajo, él apenas tenía tres años laborando en Stärke. Desde que se fue a Múnich a cursar su maestría, su abuelo le ofreció un puesto adjunto a la presidencia, donde puso en práctica lo aprendido durante la universidad y desarrollo profesional, de la mano de sus padres en la Corporación Monsanto. Posteriormente, surgió la oportunidad de concursar por el puesto a la presidencia de la empresa y su abuelo lo alentó a que se postulara, consideraba que tenía lo necesario para desempeñar el cargo.

Y así fue, se postuló y dio lo mejor de sí en cada una de las demandas impuestas por la junta directiva, ganándoles el puesto a Bruno y a Adler, Gerente de administración. La mayoría, supo reconocer su valor como trabajador, pero existía ese pequeño grupo que creía que la única razón por la que había ganado el puesto, era porque era el nieto de Frederick.  Cosa que no era cierta, había luchado codo a codo con sus compañeros, demostrando ser el más calificado.

Pese a esas opiniones negativas, se sentía a gusto dirigiendo la empresa y estaba comprometido a hacerla crecer aún más. Si algo tenía Stärke, era potencial para ser la mejor cervecería del país.

—Guten tag —dio las buenas tardes en un perfecto alemán, y posteriormente lo hizo en inglés—. Good Afternoon.

Los tours se ofrecían en inglés y alemán, debido a que entre los visitantes había tanto personas locales como extranjeros. Se daban días viernes y sábados a las 13.30 horas y tenían la duración entre sesenta y noventa minutos. Al ser una planta mediana, ese tiempo era suficiente para que los espectadores apreciaran a detalle el proceso de fabricación y disfrutaran de la cata de tres variedades de cervezas.  De igual manera, se programaban visitas privadas, en el caso de las agencias de viajes que decidían incorporar ese tipo de actividad dentro de su programa de turismo.

Una vez finalizado el saludo, procedió a iniciar el tour, explicando a detalle el proceso de fabricación, haciendo énfasis en que a pesar de ser una fábrica en constante crecimiento, la cerveza, aún se seguía fabricando de manera artesanal, y así seguiría siendo.

Para cuando termino de pasear a los visitantes por cada una de las áreas seleccionadas para el tour, dirigió al grupo a la pequeña taberna que se encontraba junto a la fábrica, donde se hacían las catas. La taberna también era propiedad de la empresa, de hecho, era el lugar donde todo había iniciado, donde por primera vez se había fabricado una cerveza Stärke.

La cata termino y con ello dio por finalizada su participación, no sin antes despedirse del grupo de visitantes, quienes se mostraron contentos y agradecidos, ya que Stärke, era el único lugar dentro del casco urbano de Múnich donde todavía se podía conocer por dentro una fábrica de cerveza.