Narra Charlotte:
Me siento feliz, así comenzaré mi relato, me siento plena y feliz, en esta semana he salido a correr, he ido al gimnasio, he reído como nunca, he conocido mucho el lugar donde me encuentro, Cristina me ha ayudado en cada paso que he dado, Nathan me ha seguido enviando el desayuno cada mañana, nunca es lo mismo, esto me encanta en verdad.
Galveston me ha dado la mejor semana de mi vida, me quedaré por una temporada en éste lugar, es por eso por lo que ya he alquilado una casa, es pequeña, pero perfecta para comenzar una nueva etapa de mi vida, perderé los ricos desayunos del hotel, pero ganaré mi propio rincón en el mundo, mi lugar propio, la casa está en venta, así que, si después de la temporada me queda gustando el lugar, me la compraré.
Ahora quiero cumplir otra de mis metas, “hacer una locura que cambie mi rutina”, me iré de viaje, visitaré un nuevo país, con costumbres distintas, iré a Corea del Sur, siempre me han gustado las costumbres, sus vestimentas, su comida sobre todo, se me hace agua la boca al pensarlo, antes había pensado en ir a Italia o París, pero creo que son destinos comunes entre los turistas, yo quiero algo que cambie de forma radical mi día a día, pero debo conseguir un traductor, solo sé palabras simples, nada muy elaborado.
Después de dejar mi pequeña casa ordenada, ordeno mis maletas, llevaré más de una, porque quiero ir por varios días, es que, ¡vamos!, no todos los días vas a Corea ¿no?, pongo mi mejor ropa en las maletas y confirmo mi vuelo, sale mañana a las 12:00 horas.
Al otro día:
Despierto a las 6:00 a.m. y pongo la cafetera, necesito un rico café para comenzar mi día con energía, paso a sacar mis tostadas y les echo mermelada de frambuesa, me lo como mientras veo los últimos detalles, Cristina vendrá a ver mi casa por las tardes, por el tiempo que no me encuentre.
Cuando estuvo todo listo llamé un Uber para llevar mis maletas, cuando estuvo afuera salí.
Emprendí mi viaje al aeropuerto, al llegar busqué donde saldría mi vuelo, tomé mi pasaje y me puse en la sala de espera, comencé a leer mi libro favorito “Vuelve a mí”, me gusta la autora, estaba en eso cuando siento que alguien se sienta a mi lado.
Xx: ¿me puedo sentar aquí? – escuché esa voz, esa voz la conozco, tan gruesa y varonil
Char: Nathan – sonrío sorprendida – ¿Qué haces aquí?
Na: Vine a acompañarte – me sonríe amplio – no pensarías que irías sola a Corea, necesitas un traductor – dice tocando su pecho
Char: Es… es ¿en serio? – La miro sorprendida – ¿irás a mi lado? – lo miro y él asiente – pero debes administrar tu hotel y la construcción de los nuevos hoteles
Na: Seguro todo irá bien si me ausento unos días – me sonríe amplio – no te preocupes, ahora solo debemos ir y disfrutar del viaje – dice apoyando su cabeza en mi hombro, cierra sus ojos.
No podía creer que haría este viaje junto a Nathan, pensaba ir sola para sentirme independiente, pero no me molestó que él vaya a mi lado, es guapo y tiene porte, me será útil para conseguir beneficios, río para mis adentros.
Na: No tengas pensamientos sucios conmigo – dice sonriendo sin abrir los ojos – no podrás tocar mi cuerpo virginal
Char: No pensaba en eso – suelto una carcajada y veo que se sienta mirándome con el ceño fruncido – es en serio, solo pensaba en los beneficios de llevarte, podré ofrecerte como ofrenda a las coreanas – sigo riendo
Na: Así no juego – comienza a reír también – las coreanas son muy delgadas, a mí me gusta tener algo para agarrar – me guiña un ojo.
Char: Pues búscate una coreana rellenita – sonrío mostrándole los dientes – así tienes qué agarrar
Na: No es lo que yo estaba pensando – me sonríe coqueto – pero no insistiré
Solo me río, escucho que estaban llamado para nuestro vuelo, me levanto y tomo mis maletas, Nathan me sigue tomando una de mis maletas y la suya, llegamos hasta el área de abordaje, dejamos todo listo y nos subimos al avión.
Char: Allá voy Corea – digo cerrando mis ojos – 12 horas de sueño, aquí voy
Na: No puedes dormir 12 horas – dice codeándome – por lo menos podemos conversar 6 horas
Char: No tengo tanto tema como para 6 horas – río y me giro – buenas noches
Na: No puedes dejarme hablando solo – escucho que dice a mis espaldas – es una falta respeto
Escucho que alguien le responde un “si quieres, yo converso las 12 horas contigo” y sonrío, ya no tendrá que aburrirse solo, ese es el beneficio de ser guapo en un avión.
Después de aproximadamente 10 horas desperté y me giré, Nathan dormía apoyado en el asiento, me dio ternura verlo así, acaricié su cabello, no despertó, pero se acomodó, recién ahí pude ver a la morena sentada a su lado.
Xx: Es bastante guapo – me dice sonriendo – lo invité a salir en Corea, espero lo haga
Char: Es probable que quiera – le sonrío mostrando los dientes – le gustan las curvas – digo alzando las cejas – y veo que tú eres bastante curvilínea
Xx: Gracias… supongo que es un cumplido – me dice confundida – tú también eres curvilínea, eres guapa – se pone nerviosa de pronto – no… no es tu novio ¿verdad?