Tormenta

Capítulo 35

Tormenta

Luke camina delante de nosotros, creo que muy bien no le cae Rayo, aunque el odio parece ser mutuo, estos dos juntos son un dolor de cabeza, ya lo veo venir.

—Tengan cuidado —advierte— mi equipo y yo habíamos encontrado un lugar por el cual él podía estar en un lado y en segundos en otro.

—¿Cómo es eso posible? —pregunta Rayo.

—Chicoportales —responde.

—¿Y esos qué son? —pregunta Rayo.

—Verás, son en su mayoría chicos que pueden moverse creando portales, digamos que su mayor fortaleza es crear portales, de ahí su nombre —cuenta Luke— encontraron la presencia de unos pocos habitando por aquí hace unos días y efectivamente tenían contacto con ya sabes quién.

—Tiene más aliados de los que creemos —comenta Rayo.

—Podríamos estimar que tiene cierta cantidad de aliados, por ejemplo, si lo que sea que haya pasado fue cuando él tenía menos de dieciocho; actualmente tendría dos movimientos subterráneos a su favor y más de mil aliados pero no llegaríamos a más de dos mil debido a que no es muy amable—digo, en lo que ambos quedan boquiabiertos—. ¿Qué? —pregunto.

—Tiene sentido —responde mi hermano, mientras calcula algo en su cabeza.

—¿Cómo sabes eso? —pregunta el otro.

—Sencillo, antes de haber sido líder se le facilitaba para moverse a dónde él quisiera, se pudo haber unido a algún movimiento existente ya que no estaba relacionado con nada más, entonces al haber pertenecido allí, puso infiltrarse en quién sabe cuántos lugares, donde conoció gente, mucha gente; todos diferentes y con poderes especiales cada uno —argumento mientras ambos me ven confundidos.

—Cuando dijeron que eras una cerebrito no se equivocaron —se limita a decir Luke.

—Tuve buenas tutoras, quizá sea eso.

Nos quedamos calados. Si bien lo que dije tiene sentido, no sabemos cuándo pudo haberse infiltrado, ni tampoco cómo fue que logró hacerse Adalid. Lo más importante ahora es regresar.

Rayo me ve con cierta vergüenza, pasó de celos a enojo con Luke, ahora me ve apenado. ¿Realmente fue para tanto? Después de todo fue mi primer beso, no de él. Quién sabe a cuántas se besó. De seguro muchas.

Lo siento extraño, a mi creo que no me afectó. ¿Por qué? ¿Tan fría realmente soy? ¿Quién o qué soy yo? Porque no parezco ser como el resto.

—Tormenta, ¿en qué piensas? —dice Luke, sacándome de mis pensamientos.

—Todo esto es un verdadero enredo, hay cosas que no comprendo —comento, evadiendo su pregunta.

Me mira desconfiado. De seguro sabe que miento. Al parecer decide ignorarlo. Se devuelven mutuamente sus miradas de odio. Este va a ser un largo camino.

—Por si no saben, o si levemente sospechaban —dice Luke, llamando nuestra atención— él ya sabe quién es su objetivo.

—Hablas de la chica prodigio. ¿No es así? ¿Para qué la quiere? —pregunta Rayo.

—Al menos sabes que es una chica —menciona— verás; las chicas como ella se hacen realmente fuertes y eso sería una amenaza para él, por lo que la quiere exterminar.

—¿Sabes quién es al menos? —pregunto, parece buscar respuestas en su cabeza.

—Sí, lo sé. Pero no es seguro decirlo —comenta. Rayo parece enfurecerse.

—Genial, vienes y nos dices que sabes a quién busca, pero no nos dicen quién es —dice sarcástico. Nunca lo había visto así, Rayo no es así— ¿a qué juegas cerebrito?

—No estoy jugando, ¿al menos sabes por qué es que existen personas así? ¿O acaso sabes si es seguro hablar aquí? —pregunta desafiante—. Solo para que sepas, soy mayor que tú, y posiblemente esté mejor entrenado.

A modo de respuesta, Rayo intenta golpearlo, pero Luke lo sujeta del brazo, colocándoselo en la espalda y empujándolo. Lo patea tirándolo al suelo. Lo mira con desprecio y solo sigue caminando.
Ninguno le cae al otro, al intentar golpearlo le dio lo que quería. Le dio ventaja. Luke fue entrenado desde muy pequeño, eso me contó mi madre. Para él eso fue un simple juego de niños, nada real.

—La próxima vez no seré tan suave contigo, así que cuídate —le recomienda.

Dimitruk

—Hay mucho movimiento sospechoso —comenta Terri.

Estamos en una habitación secreta, solo tenemos una mesa, sillas y suficiente información guardada en las estanterías. Además de decoración. Esto es totalmente secreto, solo están Satu y Terri conmigo. Son las únicas en quienes puedo confiar aquí.

—Todas las habitaciones estaban vacías, pero antes de venir Elay me contó que algunos estaban volviendo —informa Satu.

—No tiene sentido, eso fue en menos de doce horas, para haber salido debieron ser muy hábiles escapando y sin contar que tendrían que conocer el lugar de memoria —Terri agacha la cabeza y parece comprender algo. Me mira a los ojos— Solo hay dos o tres que podrían saber eso, sumando a aquellos que de por si tienen buena ubicación por sus poderes, no serían muchos.




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