Rayo
—Peleándose como un par de niños no los encontrarán —dice.
Ella abre la puerta y se muestra, ¿Es Lili? ¿Qué hace aquí?
¿Cómo nos encontró si yo la estaba buscando y no había nadie? ¿Qué hace que ella esté aquí?
—¿Sabes dónde están? —pregunta Luke.
—Sí —asiente.
—No te creo, revisé toda la instalación y no encontré una mosca —gruñe.
—Hay cosas que tú no puedes ver que yo sí —afirma.
—Bien, Tormenta ve con ella —ordena— yo tengo asuntos con este tipo que solucionar.
Ella asiente y se va detrás de ella.
—En lo que queda contigo —me observa serio— sígueme.
Salimos al pasillo. Él me apreta el cuello y me empuja contra la pared.
—Cuidado con lo que haces con aquella mujer —dice totalmente serio— la vida no es un juego.
—¿De qué estás hablando? ¿Acaso te has vuelto loco? —pregunto enojado.
—Ambos sabemos de qué estoy hablando —me mira inexpresivo— ella quiere algo de ti y lo sabes.
—¿Quién te dijo eso? —pregunto. Se supone que pasó hace un rato y nadie debería saberlo.
—No te hagas el tonto y escucha; no sé qué te haya pedido pero tampoco me interesa, lo único que te pido es que si incluye a mi hermana no hagas nada —exige.
—¿¡Y tú quién te crees que eres para intervenir en mis decisiones!? —grito.
—¡Recuerda que es mi hermana menor! Y lo que le hagas a ella me lo pagarás tú —sentencia.
—¡Por eso dejaste que Tormenta se fuera con ella así nada más! Necesitabas tenerme a solas para hacer lo que quisieras sin que se enterara —me acerco a él— ¡Seguramente lo tenías arreglado con esa mujer!
—Acertaste, yo sabía que Lili vendría, es más, yo le dije en que segundo entrar y hasta qué decir —cuenta orgulloso.
—Eres un desgraciado, pero, ¿cómo te enteraste? —pregunto.
—¿No sabes de las tres chicas especiales? —responde a mi pregunta con otra pregunta. Maldito suelta la respuesta de una vez.
—No, responde mi pregunta.
—Conmigo no intentes pasarte de la raya porque no sabes cómo soy —responde, suspira y vuelve a hablar—. Se tratan de la representación terrestre de las tres hermanas portadoras de la sabiduría total, una posee el ojo del destino, de las tres es la más poderosa, la otra sería el oráculo, quién puede decirte sobre tu destino pero de una manera muy compleja, y la última, puede saber cualquier cosa que desees, mientras no sea algo del pasado o el futuro.
Esto es raro, pero tiene sentido, creo.
¿Pero para qué acudir con chicas raras? No, él no la buscó. “Yo le dije en que segundo entrar y hasta qué decir”. ¿Ella puede ser una? No lo creo, supongo que no dejarían que se supiera. A menos que.
—¿Qué traes tú con Lili? —pregunto.
—Eso no te importa, realmente no es de tu importancia —responde.
—¿Acaso son pareja?
—¿Si fuera así, tendría algo de valor la información? No, ¿verdad? Metete en tus asuntos.
—Esto se volvió mi asunto cuando me comenzaste a preguntar sobre aquella mujer, ¡responde! —exijo.
—Escucha niño, a mí nadie me alza la voz —dice furioso.
Me sujeta del cuello de la camisa. Le pateo el estómago quitándomelo de encima. Se levanta mirándome enojado. Me golpea en el estómago con su puño. No lo vi. Me tira al suelo con un golpe en la cara. Me levanta jalándome del cuello de la camisa. En su rostro puedo ver aquello que vi una vez en Tormenta; una mirada aterradora. Me separa de la pared sin soltar su agarre, me empuja fuerte contra la misma, dificultándome respirar.
—¿Qué está pasando aquí? —interrumpe Tormenta. No sé si sea buena idea— ¡Luke! ¡Déjalo! —insiste—. Su absurda pelea se escucha en todo el edificio.
—Pregúntale a este tipo, aprovechó que te fuiste con Lili para golpearme —digo como puedo, casi no respiro y menos hablar.
—Tenía que advertirle de algo, pero como es terco se negó.
—¡Ay, Luke! —se queja— tú sí que no cambias más.
Luke me suelta, ella viene hacia a mí y eso le molesta, veo que se va a hablar con Lili. Tormenta me ayuda a levantarme. Me sonríe.
—¿Estás bien?
—Sí, no podrá conmigo —respondo.
—Yo ya vi que te ha hecho puré —se burla— no te culpo, es una bestia.
—No quiero interrumpirlos, pero una bruja quiere vernos a todos antes de cometer semejante locura como la que planea Luke —menciona Lili.
—¿Para qué? —pregunto.
—Dice haberse enterado de algo importante y que debemos saber antes de que sea tarde —menciona.