Tormenta Black

XXIII

20 de agosto, 2015

Bradley

Me solté bruscamente del agarre de James cuando intento tocarme el rostro que tenía lleno de hematomas. Apreté los puños. Estaba furioso, realmente furioso.

¿Cómo ese imbécil pudo dejarme así?

Esquive a mi hermano e ignore cuando trato de decirme algo. Seguí hacia mi primera clase. No tenía porque de perder el tiempo. Cuando iniciaron las clases trate de concentrarme, pero se me fue imposible.

Por Dios, era la novia de mi hermano. No podía quitar de mi mente la imagen de ella en brazos de otro, aun estando cabreado por la mierda que le hacía a James. Parecía que me estaba enloqueciendo. Me estaba arruinando. Pude sentir los celos cuando la vi entrando al bar en compañía de ese imbécil. Aun lleno de cólera pude acercarme a ella esa noche cuando el perro faldero la soltó y se fue a la barra. Trate de tranquilizarme antes de acercarme y hablar con ella como personas civilizadas, pero todo se fue a la mierda cuando ni siquiera me dirigió una mísera mirada.

Todo era dirigido a él.

Cerré los ojos y recosté mi cabeza contra el pupitre cuando el maestro se había salido. Hice una mueca cuando mi brazo toco con mi pómulo. Estaba hinchado con una tonalidad verdosa. Infeliz.

Además, sumándole a mi mal humor todos los de mi clase no dejaban de mirarme cuando si fuera una jodida atracción del circo. Joder. Que no es la primera vez que ven a alguien golpeado.

–Vaya es cierto –dijo Colton apareciendo al frente mío –Te han hecho mierda –se burló.

Puse los ojos en blanco conteniéndome de sacarle el dedo del medio. Estaba más cargoso de lo normal hoy. De por si era molestoso, pero parecería que hoy se hubiera inyectado adrenalina. Parecería eufórico.

– ¿Y a ti que te tiene tan feliz? –pregunte ignorándolo. El soltó una carcajada

–Pues que te puedo decir. Las cosas están saliendo bien –se encogió de hombros sin perder la sonrisa. Fruncí el ceño

– ¿Qué quieres decir con eso? –Lo mire –No te estarás metiendo drogas ¿Verdad? –pregunte mirándolo fijamente.

–No seas imbécil –rodo los ojos –Lo que sucede... –fue interrumpido no pudiendo terminar lo que me iba a decir dejándome con la intriga cuando el siguiente profesor ingreso al aula.

–Bueno chicos recoge las cosas que vamos al patio de futbol.

Y el resto del día continúo con normalidad. Al salir de la facultad pude ver a James acercarse a un auto que no conocía. Podría estar seguro que no era de ella. Lo vi subirse al auto y marcharse de la universidad en un abrir y cerrar de ojos.

Llegue a casa mirando por todos los lados buscando a mi hermano, pero nada. Entrecerré los ojos pensando con quien se pudo a ver marchado. Hice una mueca sacando mi móvil para llamarlo. Lance el móvil al sillón después de la cuarta llamada que realizaba y nada que respondía. Negué con la cabeza dándome por vencido. Ya aparecería.

Golpee con mis dedos mis piernas dirigiéndome a la cocina para ver una bolsa de hielos para ponérmelos en el rostro. Ya estaba comenzándome a doler.

–Hola mamá –me acerque dándolo un beso en la mejilla.

–Hola cariño –sonrió, pero luego frunció el ceño – Aún no me dirás que te paso en el rostro –negué. Soltó un suspiro –Solo espero que no andes metido en cosas malas.

–No es nada de eso. Tranquila –dije –Por cierto, mamá – llamé su atención cuando la vi siguiendo cocinar.

– ¿Si?

– ¿Has visto a James? –Pregunté –Porque cuando salí de mi faculta lo vi montarse a un auto y salir de la universidad.

–Si –me miro por un momento –Me aviso que almorzaría con unos amigos

–Ah – fue lo único que dije.

Después de comer subí a mi habitación y traté de dormir. Pero fue imposible, el dolor no me lo permitía. Gane tiempo haciendo los deberes que tenía pendiente e investigaciones que aún faltaban de terminar. Cuando por fin pude cerrar los ojos lo único que vino a mis sueños fueron sus ojos.

Aquellos ojos que me tenían hechizados.

Mierda. Estoy tan jodido.




 

23 de agosto, 2015

Bradley

Entre al bar que siempre venia ya con regularidad "Strength" y me senté en la barra. Ahora que lo pensaba. Este bar estaba asociado con el gimnasio que tenía el mismo nombre. Si. Ahora que lo recordaba los dos lugares tenían el mismo propietario que era un ex boxeador de la UFC.

Ahora que lo pensaba también en este bar habían hecho en especial de boxeo por petición del dueño. Claro. En su gimnasio se hacían peleas de boxeo.

Cuando el barman se me acerco ordene solo una cerveza. Estaba solo y no quería tener ninguna sorpresa. Mordí mi lengua, estaba fastidiado. Ningunos de mis amigos quisieron venir conmigo a divertirnos. Ni siquiera Colton.

–Yo a ti te conozco –una voz conocida hablo a mis espaldas sobresaltándome.

Me gire sorprendido al verlo. Pensé que nunca me lo volvería a encontrar

–Travis –el recién nombrado asintió estrechándome la mano – ¿Qué tal colega?

–No me puedo quejar.

El sentó a lado mío sonriendo para después girarse al barman que llegaba hacia nosotros

–John a los tiempos –lo abrazo –Es un gusto poder volverte a ver.

–El gran Travis Johnson –lo alabo sonriendo–Pensé que solo eran rumores, pero al parecer la pandilla volvió –rio negando

– Si –asintió sin perder la sonrisa –Todos estamos aquí. Se acerca la fecha y no queremos dejar a Lottie sola.

Lottie.

Sabía que conocía ese nombre cuando lo escuche hablar a esos dos desconocidos –Dylan y Blake –en la cafetería. El mundo parecía muy pequeño al parecer.

–Cierto como olvidarlo.

Travis asintió quedándose en silencio. El barman –llamado John –sin decir nada le sirvió un tequila. Bebí un poco de mi cerveza mirándolos detalladamente desde que se saludaron hasta ahora. Al parecer se conocen desde tiempo.




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