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Esto parecía un sueño, ellos realmente estaban aquí. Quería tanto llorar de felicidad, pero no lo hacía. No quería que pensarán mal.
Respire profundamente observándo todo a mi alrededor. Aún no podía creer todos estuvieran aquí, me era difícil aceptar qué Dylan, Max, Aiden, Travis, Blake, Noah y Elliot estuvieran aquí.
-Es tu día Charlie -Travis me guió hacia el pequeño patio que había en la casa con todos los demás siguiendonos. -Me alegra tanto poder verte Lottie -beso mi frente para luego separarse.
Pude observar un pastel encima de la mesa que se encontraba aquí. Sonreí al ver algunos globos con diseño de caricaturas de niñas. Restregue mis ojos para tratar despejar las lágrimas que se habían formado como charco en mis ojos.
Los chicos se sentaron alredor de la mesa y Blake cojio un encendedor para prender la velita que había en el pastel.
Relami mis labios, era demasiado imposible no llorar. Solo faltaba el para que todo sea como antes.
Pero el volvería a estar.
-Es momento de pedir un deseo -Elliot sonrió con los ojos brillosos. Cerré los ojos y sople lentamente la vela pidiendo lo que más deseaba.
Quiero volver a estar con él, estar con Seth.
Quiero que me devuelvan al amor que me fue arrebatado.
-Como todos sabemos cual es tu sabor favorito de dulce -Noah me guiño el ojo cortando el pastel -A tu honor, todo esto es de chocolate.
Reí negando con la cabeza permitiéndome disfrutar de un momento tranquilo y en paz con personas que eran muy importantes en mi vida.
Max soltó una carcajada cuando Dylan trajo helado de chocolate para comer con el pastel. Literalmente, había demasiado chocolate. Pude ver como Travis y Aiden le trataban de hacer un broma a Noah, pero no les salio como esperaban.
De un momento a otro comenzó una guerra de agua. Sin importarme de que podía enfermarme, me uní a la diversión. Entre risas y más risas terminamos todos empapados.
Me quedé sentada en el césped regulando mi respiración. Estaba feliz, después de tanto tiempo me sentía de esa manera. Tenía miedo de jamás volver a sentirme así.
Que solo fuera una sensación efímera.
No se cuantas horas habían pasado, pero todos comenzaron a recojer todo el desastre que habían hecho. Me levante y agarre mi móvil que había dejado en la mesita. Alce las cejas sorprendida al notar que ya era medio día.
El tiempo había pasado demasiado rápido que no me había dado cuenta de el.
–Niños se acabó la diversión, es momento de irnos –hablo Blake de la nada sonriendo. Todos soltaron burlas mientras comenzaban arreglar todo el desastre que habían hecho.
Negue con la cabeza sonriendo uniendome en el labor de dejar un poco limpio el lugar. Ladee la cabeza cuando todos dejaron limpio, vaya. Habían limpiado rápido.
Travis murmuró algo en el odio de Elliot, haciendo que este asintiera. Me dio una mirada rápida guiñandome el ojo en el proceso.
De un momento a otros todos comenzaron a recojer sus chaquetas y las llaves de sus coches. Cuando salí fuera de la residencia me di cuenta que habían más de dos coches afuera de esta. Vaya, no me había percatado que estaban allí.
–El día aún no acaba Lottie –Aiden sonrió pasando un suéter por mi cuerpo. Asentí sin decir nada –Venga, tenemos que ir a nuestra próxima parada. –lo mire sin entender.
Al parecer todos se habían puesto de acuerdo y comenzaron a subir a sus autos. Elliot llegó a mi lado y me hizo una seña con su cabeza para que me subiera al suyo.
– ¿A donde vamos? –pregunte luego de un largo silencio. Este me miró con el rabillo del ojos sin contestar.
No tenía ni una idea, es decir, nos encontrábamos casi a las afueras de la ciudad. Comencé a sentir un poco cansado los ojos, estaba exhausta. El entrenamiento de ayer fue demasiado pesado, pero tenía que aguantar.
Faltaba poco para que comenzará el torneo y tenía que estar en condiciones para participar en el.
No se en que momento me dormí, simplemente me sobresalte cuando sentí que me levantaron en el aire.
–Despierta bella Charlie –Travis se carcajeba mientras caminaba conmigo en sus brazos.
Busque ayuda a través del hombro de él donde me encontré con Elliot mirándome son una sonrisa traviesa.
–Bajame –reí –Ya me levante –dije, este simplemente se hizo el desentendido siguiendo caminando conmigo. Cuando quize mirar al frente para ver donde nos encontrábamos sentí una manos tapandome los ojos. –Hey –me queje tratando de ver, pero me era imposible.
Escuche como una puerta se abría y Travis aún conmigo siguió caminando. Se detuvo por un momento y me bajo suavemente sin lastimarme.
– ¡Feliz cumpleaños Charlie! –gritaron al momento en que quitaron las manos de mis ojos.
Estábamos en la casa de mis padres. Todos se encontraban aquí, hasta Marie y Will con su esposa.
Esto era demasiado para mi, eran tantas cosas que habían sucedido en tan poco tiempo que me era difícil de aceptarlo. Era como antes.
–Un año más de vida mi niña –la mamá de Elliot se acercó a darme un abrazo muy fuerte. Apreté los labios sintiendo mis ojos húmedos. –Recuerda que el siempre te cuidara donde quiera que estés. –asentí formando una pequeña sonrisa.
Trate de no ponerme a llorar al frente de todos, no quería amargar la tarde a nadie. Aunque era mi propio cumpleaños, no lo sentía como uno. Solo quería seguir en compañía de las personas que quería.
Cada una de las personas que se encontraban aquí comenzaron a felicitarme. Hasta los padres de Colton.
Sonreí agradecida y me aparte un poco sin que nadie se diera cuenta.
–No es momento de llorar Charlie –mi padre con su típica voz ronca hablo acercándose a mi pequeño ezcondite –Es momento de disfrutar este día.
–No puedo evitarlo.
–Lo sé, cariño. Pero tienes que seguir siendo fuerte.
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Editado: 11.11.2021