Pase todo el camino pensando en lo feliz que mi padre debió de haber sido todos estos años sin mi.
-¿Alma estas bien?- pregunto Gabriel
-Si- conteste con una sonrisa.
La verdad que Gabriel es oro, siempre hace maravillas por mi, no se como lo pude llegar a merecer.
-Ya llegamos- dijo mi padre
Todos bajamos de la camioneta, no íbamos a estar solos habían unas cuantas familias.
-Iremos a buscar la cabaña- dijo mi padre bajando las maletas.
Gabriel me tomo de la mano y caminamos hacia un lugar solo.
-¿Alma en serio quieres estar aquí?- pregunto Gabriel un poco nervioso
-En realidad creo que quiero pasar tiempo con mi padre pero si tu no quieres estar nos podemos ir- conteste
Me abrazo y me beso.
-¿Por que fue eso?- pregunte
-Para que sepas que siempre tendrás mi apoyo- contesto
Nos tomamos de las manos y volvimos a donde estaba Marta y mi padre llego.
-Tenemos la cabaña- dijo mostrando 5 llaves, nos dio una a cada quien.
-Gracias- dije
-No te preocupes- contesto mi padre con una sonrisa.
Caminamos hacia nuestro cuarto, creo que estas serán un fin de semana perfecto.