Trampas Del Corazón

Capítulo 11: "Reconociendo sentimientos"

La semana paso muy rápido y ambos amigos a las justas se dirigían la palabra tras aquel incidente en el aula de su taller, así mismo ambos evitaron hablar de lo ocurrido. Con respecto a Alessia, los dos jóvenes si bien no se mostraban indiferentes con ella, si se habían distanciado un poco de esta, a las justas se reunían con ella para hacer sus trabajos grupales, esa actitud causo nostalgia en la joven, pero no se lo comento a sus amigos, pues ni ella misma comprendía en sí que es lo que les estaba sucediendo a ellos. La más contenta con el distanciamiento de los tres jóvenes, era Mía, quien pensaba que Osca al fin había desistido de estar tras la pobretona becada.

Barcia, por su parte había decidido dar un paso al costado, ya no quería rebajarse más frente a Bruno, y opto por aceptar su derrota frente a Alessia, claro ella no se lo dijo ni a ella ni a él, simplemente no volvió a acercársele a ninguno de los dos, eso sí, ella tenía bien claro que, si Bruno en algún momento necesitaba de ella, ella estaría allí para él, como una buena amiga, como sucedió ese día, que al entrar al mini estadio de la preparatoria lo vio a él, sentado en una de las gradas, con la mirada distante, perdido en sus propios pensamientos.

 

—¡Hola Bruno! — dijo con calidez Barcia, mientras se acercaba a su ex sacándolo de sus pensamientos.

—Ah¡ ¡hola Barcia! — pronunció el joven con la mirada perdida.

—¿Sabes, creo que Osca y tú no pueden seguir así?, siempre han sido los mejores amigos, creo que deberían hablar de lo que sienten ambos y enfrentarlo juntos — acoto Barcia, mientras tomaba asiento junto al joven.

—¿Qué? —respondió Bruno, posando su mirada en la joven.

—Osca y tú andan distanciados y no lo niegues, todos en el aula lo han notado — añadió la joven.

—Ah sí — dijo el joven, con melancolía.

—Sí — contesto Barcia, haciendo una pausa para acotar — Habla con él.

—¿Es que no sé cómo hacerlo Barcia? — respondió Bruno con total sinceridad.

—No puede ser tan difícil, queden en un lugar cómodo para los dos, y abran sus corazones, liberen ese sentimiento que guardan en este — pronunció Barcia, haciendo una pausa para agregar: Una amistad de tantos años no puede afectarse por algo que podrían solucionarlo hablando.

—Lo sé, pero no es tan fácil — contesto Bruno.

—Tal vez, pero no hay nada mejor que la sinceridad, ¿no? — acoto Barcia.

—Así es — dijo Bruno.

—Entonces se sinceró con él, una amistad como la de ustedes no puede romperse por una mujer, habla con él y por supuesto también con ella — añadió con tristeza en su voz la joven.

—Barcia….— pronunció Bruno.

—No te preocupes, por mí, yo ya acepté mi derrota frente a ella, como también acepte tus sentimientos hacia ella, por lo mismo, creo que debes ser sincero con Alessia y con Osca, porque es un hecho que él siente lo mismo que tú por ella — dijo Barcia.

—Lo sé — contesto el joven con nostalgia.

—Pero quién decidirá a quién de los dos le da una oportunidad, es Alessia, por lo mismo debes ser claro con ella y con Osca, solo así podrás luchar como se debe por el amor de ella — añadió la joven.

—¡Gracias Barcia! Seguiré tu consejo — dijo Bruno, mientras por primera vez después de aquella discusión que tuvieron le regalo una sincera sonrisa.

—¡Gracias por regalarme esa sonrisa! — respondió Barcia, dándole un beso en la mejilla, luego de ello, se puso de pie, y camino hacia la salida del lugar.

—¡Barcia! — pronunció Bruno, haciendo que la joven detenga su avance, y gire a verlo.

—¿Dime? — contesto la joven.

—En mí siempre tendrás un amigo — agrego Bruno.

—Lo sé, y tú también siempre tendrás en mi a una amiga — respondió la joven, luego de ello continuó su camino.

 

Bruno se quedó unos minutos más en el mino coliseo, pensando en lo que hablo con Barcia, y en cómo debería abordar aquella platica con Osca, mientras tanto en otro de los ambientes de la prestigiosa institución otro joven se encontraba igual de meditabundo.

 

—«¿Qué debo hacer?, ¿Cómo es que llegamos a este punto?, después de aquel incidente del taller Bruno a las justas me dirige la palabra, aunque lo mismo hace con Alessia» — pensaba Osca, mientras se tomaba la cabeza, al tiempo que apoyaba su espalda a la pared del salón donde estaba sentado en el piso. «Se supone que solo era uno más de nuestros retos, sin embargo, no todo salió como lo planeamos, yo me termine enamorando de Alessia, y creo que Bruno también. ¿Qué hago?, yo la amo y no quiero perderla, pero tampoco quiere perder la amistad Bruno, ¿Qué debo hacer entonces?, Bruno y yo, fuimos los mejores amigos desde el kínder, nunca nos importó nada, más que nuestra amistad, pero desde que empezamos con este reto todo cambió, en mi vida apareció una nueva prioridad, una prioridad que está por encima de casi todo» — pensó el apuesto joven, mientras su mirada entristecía más y más, al tiempo que un nuevo pensamiento paso por su mente — «Jamás una mujer destruiría nuestra amistad, eso prometimos, y no es que la hallamos ya destruido, Bruno y yo aún seguimos siendo amigos, aunque nuestra amistad en estos días no es como la de antes, a las justas cruzamos palabra, ya ni somos compañeros de taller, tal vez se siente avergonzado por lo de ese día, porque él aún no sabe que me enamore de Alessia, ¿o será que lo sospecha?. ¿Qué debo hacer?, ¿tal vez hablar con él, aunque ello signifique volvernos rivales?, ¿o tal vez sea mejor callar y esperar un tiempo más?»




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.