Trampas Del Corazón

Capítulo 18: "Un cruel engaño"

En el pasadizo de una preparatoria un apuesto joven se encontraba con la mirada perdida, haciéndose diversas preguntas tras ver partir a la chica de la que estaba enamorado junto a su mejor amigo y rival de amor.

 

—«Alessia, ¿acaso ya tomaste una decisión?, no, no ello es imposible, ella dijo que cuando esté segura de sus sentimientos por nosotros, nos buscaría a ambos para comunicarnos su decisión, ello dijo, pero siendo así, ¿por qué le dijo a Bruno que quería hablar a solas con él?, ¿por qué hizo ello?» — se cuestionaba mentalmente Osca, cuando de repente alguien se paro frente a él fingiendo inocencia.

—¿Bebe, que te pasa?, te noto extraño, como triste y a la vez ansioso — pronunció Mía, fingiendo preocupación.

—¡Eh! no es nada Mía — dijo con seriedad Osca, luego de ello empezó a caminar por el pasillo hacia la salida.

—No me digas ya te enteraste de que la arribis.…, respondió Mía, guardando silencio por algunos segundos. Eligió a Bruno — agrego la joven, fingiendo inocencia, dando inicio al plan que había formulado.

—¿Qué dices?, ¿Quién te dijo eso? — contesto con firmeza Osca, deteniendo su andar para dar vuelta y tomar de los hombros a su ex, al tiempo que la zarandeaba.

—¡Suéltame Osca, me lastimas! — dijo Mia, fingiendo dolor.

—¡Discúlpame!, pero de ¿Dónde sacaste eso? — agrego el nombrado, tratando de mantener la calma, cuando en eso el celular de Mía, comenzó a vibrar.

—Ahora te explico, pero primero déjame contestar esta llamada — acotó con inocencia en su voz, mientras Osca asentía. ¡Alo! si dime, te escucho, si, bien, bien, ok, gracias, ya voy para ya, pero mientras tanto ya sabes lo que tienes que hacer — decía Mía, hablando muy despacio para evitar que su ex escuchara la conversación.

 

Una vez que culmino la llamada, Mía camino nuevamente frente a su ex, al tiempo que este la miraba expectante.

 

—Ahora si continuemos — dijo Mía.

—¿De dónde sacas eso de que el elegido fue Bruno?, o es solo un invento mas de los que estas a acostumbrada a hacer — agrego molesto Osca.

—Mira bebe, comprendo que después de todo lo que hice no quieras confiar en mí, pero no es ningún invento mío, es mas ahora ellos dos te están viendo la cara en el parque que está a dos de la casa donde ella vive, hace unos días que ella tomo la decisión solo que aún no han tenido el valor de decírtelo, pero si no me crees puedes ir para allá y comprobarlo tú mismo — añadió Mía, muy confiada de que todo resulte como ella esperaba.

 

Osca no sabía si creer o no lo que Mía le decía, después de todo él la conocía bastante bien, y sabía lo mentirosa que ella podía ser, pero la curiosidad lo mataba, y llevado por esa curiosidad decidió ir a aquel parque, sin imaginar que ello sería la peor decisión que pudo tomar en ese momento.

Mientras tanto en el parque Alessia le terminaba de decir a Bruno el motivo por el cuál quería un lugar privado para que pudieran hablar.

 

—Entonces para eso querías que estuviéramos a solas, lejos de todos — dijo Bruno, mirando directamente a los ojos a la joven.

—Si — respondió bajando la mirada Alessia, pues estaba muy avergonzada por la bochornosa propuesta que le acababa de hacer a su amigo.

—Jamás hubiera imaginado que Ojitos fuese más listo que yo, pero no importa, yo te ayudare a despejar tus dudas — pronunció Bruno con una linda sonrisa, que produjo un sonrojo en la jovencita.

 

En tanto Osca tras manejar como loco en la autopista, llego al parque indicado, y desde su auto busco con la mirada al par de jóvenes, hasta que los logro ubicar, sentados en una banca,  y su corazón se quebró, al ver como su amigo de toda la vida con una mano cogía el suave y delicado rostro de su amiga y la besaba tiernamente.

 

—No puede ser, era cierto — dijo en voz baja, mientras su vista se nublaba por las lágrimas que amenazaban con salir. Ya no resisto más, ya no, ya no — agrego, encendiendo su auto, para retirase del lugar, mientras unas lágrimas rodaron por sus mejillas.

 

Osca se retiró del lugar, pensando que había sido víctima de un engaño por los dos seres que él consideraba a pesar de todo sus amigos.

 

 —¿Por qué me hicieron esto?, ¿por qué?, ¿por qué? — repetía mientras manejaba. ¿Por qué no me lo dijeron?, quedamos en que seriamos honestos y no cumplieron — decía mientras manejaba a toda velocidad en su auto.

 

Mientras dos jóvenes conversaban muy lejos de la pareja que estaba en una de las bancas del parque, la cual ya no se encontraban besándose, sino más bien platicando.

 

—Todo salió mejor de lo que imagine, la estúpida esa me ayudo solita a salirse de la vida de mi bebe — decía Mía.

—Sí, es cierto, parece que eligió a Bruno — contesto Liza.




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