-Sam Blake-
Mis padres al principio estuvieron distantes, pero creo que les duro dos semanas como mucho, mi hermana me abrazo y prometió siempre estar para mi. No voy a culpar a mis padres por no haberme hablado en dos semanas, aun recuerdo cuando mi madre vino a mi puerta llorando a decirme que era demasiado joven para ser abuela, pero que iba a estar en todo para sus nietos. Al día siguiente vino mi padre, toco el timbre desesperado, solo le abrí y me abrazo, me dijo que siempre iba a ser su niña pequeña.
No deje la universidad, seguí yendo, al principio no se notaba mucho la panza, pero al llegar al quinto mes ya todos me miraban raro, no le di mucha importancia, lo único que me importaba es tener a mi lado a mi familia y poder terminar de estudiar para poder darles una buena vida a mis hijos, por suerte estoy en el ultimo año de universidad, tendría que haber terminado el año pasado pero me dejaron ausentarme un tiempo por el primer año de mis hijos, aunque estos dos últimos años no estuve muy presente en la universidad, pude dar muy pocas materias, pero estoy decidida a recibirme este a. Si, escucharon bien mis hijos, resulta que no solo tuve un bebe, sino tres, suena raro, créanme enloquecí cuando me lo dijo el obstetra, pero con el tiempo me entusiasme, creo que todos estaban entusiasmados porque nazcan los enanos.
Si se preguntan por Luke, la respuesta es fácil, no hable con el, no es que no lo intente, fui a su departamento luego de enterarme, nunca me abrió, pero luego recordé que el me había dicho que se iba a ir a estudiar en Londres y digamos que de Londres a California hay 8500 kilómetros, no lo busque. No lo necesito, mis enanos me tienen a mi y con eso es suficiente, se que en algún momento ellos preguntaran por el, pero veré como me las arreglare en el momento.
Lo único que se es que madure, que lo único que me importa son mis hijos, su bienestar y que no les falte nada, trato de ser una buena madre, me embarace a los 20 y creí que todo estaba perdido pero hoy con 24 años, no se que haría sin mis enanos.
Llego a casa agotada hoy me toco trabajar, por suerte trabajo solo cuatro días a la semana, esos días me voy temprano a la universidad y luego a la empresa soy secretaria del jefe de una de las mejores empresas de ventas al exterior, de hecho conseguí trabajo ahí por el novio de April, Tomas, que es el hijo del dueño. A la mañana a los chicos los cuida Abby ya que ella va a la universidad a la tarde y luego los días que trabajo los cuida April.
Estoy muy agradecida con ellas, siempre me ayudaron al igual que mis padres y los novios de las chicas. A veces veo el cariño que les tienen mis hijos a Tomas y Derek, el novio de Abby, creo que ellos se ganaron una gran parte del corazón de mis hijos, más en el de Mack y Maddie, mis hijas realmente están locas por sus tíos, al igual que ellos, cosa que ellas pidan, cosa que ellos les regalan, es increíble el amor que se tienen. Pienso que quizás ellos quieran un padre, pero no puedo dárselo, yo no se donde este el ahora, yo no se que fue de su vida durante estos cuatro años, no puedo llamarlo y obligarlo a que este con nosotros.
Es raro no pensar en el, cuando mis tres hijos tienen esos ojos celeste al igual que Luke, pero el que más se parece es Noah, definitivamente es todo el, aunque Maddie y Mack no se quedan atrás, lo único que sacaron ellas dos de mi, es mi color de pelo.
- Hey Sam ¿En que piensas tanto?- Me pregunta Abby.
-Nada importante ¿Sabes a que hora llegan April y Tomas?- Hoy es viernes, siempre nos juntamos a cenar, las dos parejas y bueno mis enanos y yo.
-¿Tío Tomas?- Escucho decir a Mack, veo como sus ojos se encienden de repente, la verdad me impresiona que con cuatro años hablen tan bien, ya saben siempre hay nenes que a esa edad hay un par de palabras que les cuesta decir, pero a los trillizos no.
- Si hermosa, el tío Tomas esta por venir- Digo agachándome hasta quedar a su estatura, escucho como grita y me mira con una sonrisa.
-Mami mira al tío Derek lo pinte- Dice Maddie muy alegre.
-Oh por dios Derek, Maddie lo dejaste más lindo- Dice Abby riendo.
-Fue un trabajo fácil tía.
-Mami tengo sueño- Miro a un Noah, con los ojos cansados, no puede ser tan lindo.
-Noah hijo, tenes que esperar a que lleguen los tíos, comemos y te acostas mi amor.
-No quiero comer- Dice enojado, el nunca quiere comer, siempre hace berrinches a la hora de la comida, por suerte no esta bajo de peso.
-Mi amor vas a comer así que no te duermas- Veo la cara que pone y la reconozco al instante, esta por llorar, lo alzo y lo llevo a la heladera, agarro un yogurt y lo miro- Si comes aunque sea esto, mamá te deja irte a dormir.
Mira por unos segundos y asiente, me siento con el a upa mientras le doy el yogurt, necesito que coma aunque sea esto antes de irse a dormir, pero como siempre le falta un poco para terminarlo, pero ya esta dormido. Me levanto y lo llevo hasta su habitación, cuando me entere que no tenia un solo bebe, si no que tres tuve que convertir mi habitación de descanso en una habitación para los enanos, me ayudo mi madre y las chicas.
(Imaginenla con los nombres de los bebes)