42- en la casa de piedra

El corazón de Tthor sólo pareció tranquilizarse cuando, diez minutos después, estaba claro que la señora Yalfom había recuperado el sentido y se encontraba bien. Sostenía a su bebé y lo amamantaba, mirándolo embelezada.

Darius estaba afuera, poniendo al caballo alazán y al marrón de los Yalfom a resguardo, mientras Tthor y Lee- Won alimentaban la fogata que ardía en una pequeña chimenea con abundante leña. Lily miraba todo, callada, desde un rincón. Su cuerpo parecía temblar levemente.

Tthor se dio vuelta y la miró. Una lágrima cruzaba el rostro de la pequeña. El muchacho caminó hacia ella y la levantó del suelo. La envolvió con sus brazos para darle calor. La niña lo abrazó, instintivamente, y apoyó su cabeza en el hombro de Tthor, dando un suspiro.

- Todo va a estar bien. Yo te lo prometo- le dijo el muchacho con voz suave.

- Lo sé. Ahora que estás aquí, me siento mejor.- contestó la niña, bastante conmovida. 

Tthor rodeó un montículo de nieve que habían esparcido sobre el charco de sangre y se acercó a la señora Yalfom que ahora descansaba en otro extremo de la habitación, cerca del fuego.

- ¿Se encuentra bien?- le preguntó Tthor, con Lily aún en brazos.

- Las dos estamos bien.- contestó visiblemente cansada pero sonriente.

- ¡¿Las dos…?!- dijo Lee- Won acercándose a Tthor.

- Sí, es una niña.- explicó la señora Yalfom, descorriendo un poco la manta de la cara del bebé para mostrárselas.

Tthor la miró embelezado.

- Es tan delicada…parece una flor.¡Es hermosa!- susurró- ¡Cómo tú!- agregó mirando a Lily.

La niña se sonrojó y escondió su cara en el hombro de Tthor.

- ¿Qué pasó? - preguntó Lee- Won- ¿Por qué están aquí?

- Vinimos a por leña. Mi marido y mi hijo están colina arriba sacando la última cosecha de papas del aire antes de la tormenta.- explicó la señora Yalfom- Yo vine en la carreta para cargar toda la leña seca que pudiera encontrar porque sabía que mi marido no haría a tiempo, antes del atardecer. Pero me sentí mal y me refugié en esta cabaña, pensando que…el malestar se me pasaría y retomaríamos el camino.- dijo empezando a llorar.

- Tranquila.- le dijo Tthor- Todo está bien ahora. Nada malo les pasará.

- Mi parto se adelantó. Sentí un dolor muy fuerte.- contó la señora Yalfom- Y, a partir de ahí, recuerdo muy poco…

Darius entró y cerró la puerta.

- Tendremos que pasar la noche aquí.- dijo en voz baja- Tenemos leña suficiente para mantenernos calientes. Ya mañana pensaremos cómo volver a Warghost. Menos mal que Lee- Won saltó de la carreta y te siguió, Tthor, sino hubiésemos perdido tu rastro en seguida.

Darius se acercó a la mujer y le dejó el bidón de agua cerca y le dio unos trozos de choco-telarañas que había encontrado en un bolsillo.

- Gracias, Darius.- le dijo la señora Yalfom.

El pequeño hombre se dejó caer cerca de la puerta y apoyó la cabeza en la pared, visiblemente cansado.

- ¿Y cómo llegaron ustedes aquí?- preguntó la señora Yalfom- ¿Buscaban refugio?

Lee- Won clavó su mirada en Tthor y dijo, con voz misteriosa:

- Tthor…escuchó el llanto de la bebé. Pero no sé cómo. Estábamos a más de dos kilómetros y el viento era muy fuerte. No se veía ni se oía nada más que el azote de la tormenta a un par de metros alrededor.

Tthor se quedó pensativo, mientras acomodaba a Lily cerca de su madre.

- Iré a ver a los caballos.- dijo, de repente, Lee- Won.

- Yo voy contigo.- pronunció Tthor, intempestivamente.

Salieron de la cabaña y, rodeándola, llegaron a un pequeño galpón con techo bajo y paredes de madera. Lee- Won miró los caballos y les aflojó las correas, aunque no era necesario. Era evidente que buscaba evitar a Tthor a toda costa.

Pero Tthor no se dejó influenciar por la aparente indiferencia del muchacho y se le acercó lentamente.

- Lee- Won…

El muchacho no lo miró pero se puso visiblemente nervioso y comenzó a morderse el labio. Tthor se acercó un poco más y , en un impulso, lo abrazó. El joven moreno se rindió a la calidez del muchacho y lo rodeó con sus brazos.

- Lo lamento. Lamento haberte contestado tan mal. Lamento haber dicho lo que dije.- le susurró Tthor- Perdóname.

- No, tú perdóname a mí. Fui muy tonto al hacerte esa broma.

El abrazo se apretó un poco más y se prolongó por varios minutos. Cuando se separaron, Tthor buscó la mirada de Lee- Won. Éste se la devolvió con una amplia sonrisa.

- Gracias por venir detrás de mí.

Lee- Won dio un suspiro.

- Tú hubieses hecho lo mismo…

-…Por ti, sí…- le dijo Tthor, sonriéndole.

Lee- Won se estremeció de pies a cabeza. Y, si no hubiese sido por la interrupción de Lily, quien llamaba a Tthor desde la puerta, Lee- Won creyó que no hubiera sido capaz de que sus piernas lo siguieran sosteniendo.

Entraron justo cuando la señora Yalfom les hacía señas para que se acercaran. La bebé dormía profundamente, envuelta en una manta.

- Señora Yalfom, ¿cómo se siente?- le preguntó Tthor, agachándose a su lado.

- Mi nombre es Cisanar. Ustedes pueden llamarme Cisa, como me llaman mis amigos.

Tthor se sentó con la espalda cerca de la pared. Lily se ubicó a su lado y lo abrazó sonriente. Lee- Won se paró en otro rincón, con los ojos clavados en las llamas. Tthor lo miró, mientras Cisa Yalfom decía:

- Si no hubiese sido por ustedes…, no sé si estaríamos vivas…

Tthor se movió, algo nervioso.

- Es cierto, Tthor. Como también es cierto que yo no debería haber emprendido este viaje. Debí esperar a que mi marido regresara con Arcod. Pero sabía que, cuando volvieran, estarían cansados. Mi marido trabaja de sol a sol, en la cosecha. Pero apenas nos alcanza. Y ahora, con otra boca más para alimentar.- la voz de la señora Yalfom tembló un poco.

Lee- Won se movió nervioso, sin sacar sus ojos del fuego.

- Saben, por el tamaño de mi panza, Ciluus, mi marido, estaba convencido de que podrían ser mellizos. Arcod fue mellizo, saben. Pero, desgraciadamente, su hermanita falleció al nacer, junto a su joven madre.