Tu mi destino

Edwin muller

-hola ilian-

-hola katty-  que tenemos el dia de hoy.

-el señor baner ya tiene su pedido desde temprano y dos cafes mas junto con algunos croissant salados.

-genial katty-

Llevaba justo un mes adaptandome a mi nueva vida parisina, mi dia de descanso era sábado y domingo el de sheil era domingo y lunes  les pedimos a los señores Hans darnos la libertad de movernos por nuestros propios medios.

-chicos les tengo una nueva noticia-

-mas noticias, cuéntanos  sheil- comente mientras daba un trago a mi tizzana de frutos rojos con caramelo y vainilla.

-los señores Muller, decidieron meter a su primo a ser el nuevo encaegado del cafe, esa bella oficina estara ya ocupada- exclamo sheil

Mierda, mierda, mierda..  Avente el sorbo de tizzana, lo bueno que sandra se habia marchado unos minutos antes. Todos abrieron los ojos como platos, sonrei con toda la inosensia posible.

-wow, que sorpresa tan agradable, disculpen creo calenté demas mi tizzana, disculpen.

Colgue mi delantal, me despedi amablemente y camine hacia la plaza mas cerca, me senti un poco nostalgica por mi ciudad, exttañaba esos enormes rascacielos y el central parck mi lugar favorito en america, europa era hermoso pero nostalgico,  tome el autobus para gerberoy, en el trayecto hacia casa pensaba, en ese chico, ni lo conocia para sentir esa angustia, tal vez, la primera imprecion no fue de lo mas agradable, tal vez cambiaria mañana y seria menos arrogante.

A la mañana siguiente desperte mas temprano de lo normal, me duche en la tina, el agua caliente casi hirviendo relajaba las tenciones que hoy sentia mi cuerpo, a pesar de haber dormido mas de mis ocho horas, me vesti con mi uniforme negro el de costumbre tenia como cuatro iguales, sali mas temprano.

Entre al restaurant lo mas rápido posible, seguro el niño rico llegaria tarde.

-buenos días señorita parcker, que puntualidad-

Por los clavos de Jesucristo, ya esta aqui, tragame tierra.

-oh buenos días señor muller-

-llamame edwin, por favor, no me gusta que se dirijan asi a mi. ¿Siempre llegas mas temprano?, oh es por impresionarme.

-¿perdon? Para nada señor siempre soy puntual con mis trabajos, me gusta la puntualidad, y no es para impresionar ni a ud ni a nadie, si me disculpa tengo que trabajar ¿señor muller o joven muller?

-tranquila parcker, solo edwin- sonrio (dios mio esa sonrisa es hermosa, por dios iliak concentrate.)

-ok joven Edwin-

Camine echando chispas hacia la  cocina, lo mire sonreir cuando lo volte a ver de reojo, marcos, un chico apuesto compañero de cosina y Grecia una chica delgada como fideo igual que yo con cabello rizo me miraron espantados.

-¿estas bien? - corearon los dos al mismo tiempo.

-he, si, solo que el chico me saca de mis casillas, es tan irritante-

-lo mismo creo ili- contestó marcos

-tal vez si, pero admitan que es un completo dios griego-

Marcos y yo volteamos a ver a grecia como si hablara en chino.

-ilian, el joven Edwin pide verte ahora mismo-

-¿encerio?, claro katty en un segundo boy-

-suerte la tuya- (sheil)

-quieres que te acompañe- sonrio grecia.

-adelante señoritas, comanselo- las mire con ojos de pocos amigos.

-oh señirita parcker, o mejor dicho ili, jaja en fin como te llames, reyna de la cocina, necesito que prepares algo especial para mi y mi acompañante tu sabrás como sorprendernos, steffy es de gustos muy raros y exóticos en fin, y dile a marcos que vaya por el mejor vino por favor, te puedes retirar.

Diablos, no me dio ni un segundo para protestar, lo odio, es tan irritable, y para acabarla cosinare para la pequeña ardilla, diablos, maldicion, maldito dia, encerio estaba muy molesta.

Prepare tallarines con crema de 4 quesos, una pechuga de pollo empanizada con coco y unas verduras salteadas en pimienta y un toque de miel, prepare la mejor mesa,  puse unos candelabros para veladora y un jarrón con fresias y rosas.

La ardilla llego con un vestido rojo y zapatillas altas negras, su cabellera rubia bajaba en rizos suaves y un abrigo blanco de lo mas ostentoso, sobre su cuello un collar de perlas blancas.

A ella le brillaron los ojos cuando lo vio, el sonreia y me vio de reojo, no explico por que sentia calor di la media vuelta y me meti a la cosina.

Marcos, gresia y sheil me ayudaron a cerrar el cafe,  decidieron ir a tomarse una copa, no los acompañe me fui a casa, llege me puse mi pijama y subi al jardín del techo el aire soplaba fuerte, mi taza de cafe se enfrió y mis pensamientos igual, me imagine a edwin tomado de la mano por el puente serca de la torre eiffel, tal vez besándose. ¿Besandose? Demonios ¿encerio me imagine eso? ¿Que me pasa?.

Baje inmediatamente las escaleras, subi mi edredon hacia mi cara y me quede dormida enseguida.

Desperté y me veía a mi misma, con un vestido negro pegado a mi delgado cuerpo, veia gente bailando a mi alrededor en un momentos empeze a bailar alguien sujetaba mi sintura, y davamos vueltas en la pista del hermoso salon el se acerco a mi y me beso abri mis ojos y era el ¡Edwin!.

-oh por dios-  griteeeeee

-ilian, ilian ¿que pasa? ¡Es tarde! Son las siete y media.

-oh nooo maldición sheil boy boy dile al señor Hans si su chofer nos puede llevar.

 

-buenos dias señoritas, creo anoche se pasaron de copas-

-no, disculpe señor muller- se disculpo sheil

-no es de tu incumbencia- lo mire con ojos de pocos amigos.

-salga mas seguido ilian- contestó el maldito niño rico 

-ilian-

-dime marcos-

-mañana ¿descansas verdad? Vamos a tomar un helado.

-si claro ¿a las ocho? Para que vayan las chicas.

-Amm claro ili perfecto-

 

Malgastemi dia de descanzo como los demas, durmiendo hasta trade, me puse unos jeans cortos deslavados un poco rotos, estan a la moda, eso dijo sheil, me puse una inocente blusa rosa palo con un moño ligero en el cuello y unos flats color dorado.




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