A las 9 en punto Alexia está en la puerta de su casa esperando a Christian, que puntualmente llega a buscarla. El se baja y se acerca a ella, le da un beso en la mejilla y se saludan, ambos suben al auto y él la lleva a su primer sorpresa.
-Alexia esta es una de las cosas que más me gustan, volar sin motor, o sea, planear. Me gustaría llevarte a planear, por su puesto si tú estás de acuerdo.
-Por supuesto que estoy de acuerdo, será mi primera vez que vuelo.
Estaciona el auto en el aeródromo donde va siempre y los dos bajan del auto. Van caminando hasta donde un hombre los espera al lado un planeador.
-Hola Jack. Está listo para levantar vuelo?
-Hola señor Grey. Si, está listo.
-Te presento a mi acompañante la señorita Alexia Dornan.
-Señorita un placer conocerla.
-Igualmente señor.
-Tendríamos que colocarnos los paracaídas. Ven que te ayudó.
-Yo voy preparando el avión para poder despegar cuando estén listos. Mi compañero sostendrá el ala para que puedan despegar bien.
-Muchas gracias Jack, te avisare por la radio cuando estemos listos.
Jack va hacia el avión que llevará a las alturas al planeador.
-Christian sabes pilotear?
-Si Alexia. Volar es una de mis pasiones, se volar helicópteros, aviones y planeadores.
-Es increíble las cosas que puedes hacer.
-Ya estas lista, por favor sube acá adelante, yo iré detrás tuyo sentado. No tengas miedo que de acá puedo ver muy bien.
Alexia hace lo que le dice y se sienta, Christian le ata los cinturones de seguridad y luego se acomoda en su lugar. Una vez preparados le avisa a Jack que ya pueden salir. Se escucha el motor de la avioneta y en un momento se están moviendo.
Christian se siente entusiasmado y espera que todo vaya bien. Empiezan a tomar altura, Alexia mira para todos lados muy emocionada. Cuando están a la altura indicada el planeador se desengancha de la avioneta, empiezan a volar con las corrientes en un silencio que hace que parezcan pájaros.
-Qué te parece Alexia?
-Es increíble esto, la vista es hermosa.
De pronto Christian realiza un giro con el planeador que los hace quedar por un momento mirando hacia la tierra. Alexia parece una niña pequeña, ríe y disfruta del vuelo.
-Otra vez?
-Si, si por favor.
Vuelve a hacerlo y ella sigue riendo, eso hace que el se sienta reconfortado al verla tan feliz.
Cuando ya las corrientes van menguando comienzan el descenso suave hacia la pista de aterrizaje. Christian se comunica con la torre para avisar que están por aterrizar. El planeador se posa en tierra con un pequeño sacudón. Christian se desabrocha el cinturón y se saca el paracaídas para luego ayudar a Alexia para que pueda bajar.
-Qué te pareció el viaje Alexia?
-Me pareció extraordinario Christian. Muchas gracias ha sido una experiencia única e incomparable. Lo volvería hacer cuando quieras.
-Me alegra mucho. Se te ve muy bien y relajada. Ahora te llevaré a comer. La señora Gail preparó un picnic para nosotros.
La toma de la mano y juntos van caminando hasta el auto, para dirigirse a un parque donde poder poner una manta y deleitarse con la exquisitez preparada por la señora Gail.
Pasaron juntos un día único para ambos, sobretodo para Alexia, que nunca se había sentido querida y tratada con tanto cariño.
Esta fue la primer sorpresa de Christian, pasó toda la semana haciendo diferentes cosas para Alexia, siempre algo distinto, que le demostrara a ella que podía ser querida y tratada bien.
Cuando llegó el sábado Christian tenía preparado algo muy especial, quería mostrarle a Alexia todo su amor y deseaba con el corazón hacerle dulcemente el amor a esa mujer. Pero debía esperar hasta la noche para ver si eso podía llegar a pasar.