Tú, yo, y la cuerda; un plan perfecto, ¿no?

Capítulo 2: "¿Es lo que creo que es? Entonces..."

Cuando la tierra fue removida del cuerpo de Sakunosuke, o más bien… de Fran, ésta por fin se sintió con la suficiente libertad como para agitarse la ropa tan andrajosa que traía consigo por la misma humedad de su descanso eterno, y al terminar de hacer esto, Dazai le alcanzó un vaso de agua para que pudiera refrescarse la garganta.

—Muchas gracias… —comentó Sakunosuke sin dejar de mirar a Dazai en lo que se llevaba el vaso a los labios, y a su vez, éste tampoco le quitaba el ojo de encima; entre los dos, se notaba a leguas las ganas que tenían de querer decirse algo, no obstante, las palabras no florecían de ninguna parte, en especial por el lado de ese joven castaño, quien cargaba con el antiguo uniforme de la Port Mafia. ¿Qué hacía con eso puesto? Por lo que ella entendía, en la última temporada, Dazai ya era bueno, entonces… ¿por qué estaba con ese uniforme? ¿Por qué estaba rodeado de sus antiguos camaradas? Estas dudas fueron el paso que le permitió entender que quizás no estaba en el momento adecuado, sino cuando Dazai estuvo a punto de dejar la organización justo después de que Sakunosuke muriera, pero… se ve que se arrepintió al escuchar que su mejor amigo volvería, así que… para corroborar su idea, al momento en que vació el vaso, Fran se animó a hablarle, pero sin dejar a un lado un leve sonrojo en su semblante que se mecía al lado de una extraña mirada anhelante. Tal vez esta expresión suya se debía a que había logrado aceptar después de un rato el hecho de ser un hombre, y más lo hizo al entender que quizás, podría tener una oportunidad con Dazai gracias a todos esos fanfics y doujinshis yaoi que había leído de estos dos; tal vez podría ukearselo; podría probar… ¡Era su oportunidad! ¡Sí! ¡De una! Pero antes…

—Dazai, ¿por qué no te fuiste cuando te lo dije? —le consulto regresándole el vaso vacío, y entonces el otro lo recibió, claramente en silencio, y sin mostrar ningún interés en particular por querer responder a su pregunta, lo que tensó a Fran—. ¿Sucede… algo malo? —preguntó inclinando un poco la cabeza en lo que se llevaba las manos a los bolsillos.

—No… —dijo finalmente cerrando los ojos, y entonces sonrió extrañamente de lado—. Me acabas de preguntar por qué sigo con el uniforme, y la respuesta es simple —advirtió—. Cuando iba a irme, el señor Mori me dijo que había conseguido a alguien para revivirte y que lo haría con la condición de que permaneciera dentro de la organización —dio a entender, lo que hizo que Fran pusiera una cara llena de pesar.

—Ese viejo no ha cambiado en absoluto —expresó con cierta molestia en su voz. Si bien Sakunosuke no era su personaje preferido, lo respetaba increíblemente por el ideal que sostenía de no matar, hasta que el terrible dolor lo llevó a: renunciar a sus sueños cuando eligió la venganza y a aceptar las consecuencias de eso.

—Tú sabes como es; no hay nada que hacer al respecto —dijo Dazai quitándole algo de peso al asunto, el cual lo tomó con un poco de gracia—. Pero estás vivo, así que eso ya no importa compañero.

—… —no sabía si era porque ahora estaba cubriendo el papel de Sakunosuke, pero por un momento, sintió unas enormes ganas de golpear a Dazai en toda la cara por decir eso, y ella sabía bien por qué se debía esto… ¿Qué pasaría con la agencia de detectives? ¿Qué pasaría con Atsushi y los demás? ¿Qué pasaría con el sacrificio del verdadero Oda? Pensar en esto, le hizo hervir la sangre y apretar los puños con gran fuerza para contenerse de destrozar ese lindo rostro que tenía en frente.

—Odasaku, te ves muy molesto… —dijo con los ojos bien redondos Dazai; no se veía intimidado para nada, pero sí sorprendido—. ¿Dije algo malo?

—Ugh… —Fran se calmó al cerrar un momento los ojos, tomó algo de aire, y respondió sin pelos en la lengua—. Debiste irte sin importar lo que te dijeran. ¿Qué pasará ahora con la agencia de detectives? ¿Qué será de ellos sin ti? Eres su pilar; su todo, ellos… —de repente, se detuvo al ver la fría expresión en el rostro de Dazai, quien aprovechó su silencio para hablar.

—No sé por qué sacas a colación a esos tipos, pero ellos son nuestros enemigos. Tampoco sé cómo es que supiste que tenía pensado unirme a ellos en cuanto me fuera de aquí, pero este tema se corta aquí, eso… a menos que quieras morir de nuevo —expresó tajante.

—… —una gota de sudor bajó por la mejilla de Fran, haciendo que se pusiera realmente muy incómoda, no… ¡realmente muy asustada! ¡Había olvidado por un segundo que Dazai cometió muchísimos asesinatos!, y eso la… aterró. Por un instante se dejó llevar por sus sentimientos, y bajó la mirada intimidada, quedándose así en silencio. Es aquí cuando Dazai se llevó una mano a la cadera, y para relajar el ambiente, habló con soltura.

—Creo que estar enterrado por varias horas te ha hecho perder la cabeza, así que deberías ir a tu cuarto, tomarte un baño para quitarte lo que te queda de barro y descansar al menos unas cuantas horas antes de la siguiente misión, ¡oh!, ¡y cambiarte esos horribles harapos! —aseveró, lo que hizo que Fran lo mirara con desconcierto; para Dazai esto fue un desliz de parte de Sakunosuke, pero… entendió por un segundo, y recordando la forma de ser de Osamu antes de salirse de la Port Mafia, que ésta era muy diferente a la de ahora; en ese tiempo y sin dudar, él hubiera sospechado de ella y la hubiera matado al instante, por lo tanto, de no haberlo pasado por alto, estaría muerta, después de todo… así lo hizo una vez con Akutagawa, a quien intentó matarlo y éste zafó de milagro. ¿Acaso la muerte de Sakunosuke había… afectado su lado sanguinario?—. ¿Por qué pones esa cara? —lo observó con una divertida sonrisa—. Hasta hace un rato tenías un color brillante en tus mejillas, y ahora estás más pálido que un cadáver —vaya comparación.

—¡No me pasa nada! —agitada, dio un paso hacia atrás, volviendo a tener un vivido color en su rostro.

—Hum… —Dazai silbó con cierto interés, a lo que Sakunosuke agregó.



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En el texto hay: romance y humor, anime fanfiction, bungou stray dogs

Editado: 13.08.2023

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