Un Amor Inesperado (editando)

Capitulo 20

-¿Y? ¿Cómo te fue? -me preguntó Laura.

Mis amigos habían llegado a mi casa para preguntarme como me fue en la cita.

-¡Responde, Kenzie! -gritó Gaby.

-Tranquilas chicas. 

-No sé por qué se alteran, solo fue una salida normal -habló Emilio.

-Así empiezan los novios, después el matrimonio, los hijos y . . . 

-La muerte -la interrumpi.

-¡¿Por que eres así?!

-¿Asi como?

-¿Qué es eso de "muerte"?

-Todos llegamos a la muerte de una u otra manera.

-Está loca -susuró Mateo.

-¡Te escuché Mateo!

-No le hagas caso Kenzie, ahora dime ¿como te fue en la cita?

-¡¿No te hice algo que tu no quisieras verdad?!-preguntó Lucas como todo un hermano sobreprotector. 

-¡No estúpido!

-Entonces, ¿como te fue?

-Estuvo increíble, la pasé genial. Dylan es una gran persona.

-¡Aquí hay amor! ¡Aquí hay amor! ¡Aquí hay amor! -gritaba Daniel.

-¡Agh! Yo me voy -dijo Emilio y se fue.

-¿Y a este que le pasa? -preguntó Mateo.

-Anda muy raro últimamente.

-Bien ¿ahora que hacemos?

-¿Helados?

-¡Si!

♡♡♡

-Aquí están sus pedidos. 

Estábamos en una heladería cerca de mi casa.

-Kenzie ¿que harás para tu cumpleaños? -preguntó Lucas.

-¡Uy verdad, ya se acerca!

¿Mi cumpleaños?

18 años.

Ya estoy vieja.

-Oye Mateo ¿tu padre tiene una casa en la playa verdad?

-Ohh verdad.

-¡Ya está dicho! ¡este año el cumpleaños de Kenzie la pasaremos en la playa! -gritó Laura.

-Bien ¿cuántas personas somos? Debo avisarle a mi padre con anticipación -avisó Mateo. 

-A ver . . . Creo que somos ¿7 verdad? -empecé a contarnos.

-¡Si, somos 7!

-Perfecto, solo hay que avisarles a nuestros padres.

-Debemos decirle a Emilio -dijo Daniel.

-Ah verdad, ya me habia olvidado de él -comenté.

-¿Por qué Emilio y tú siempre pelean? -preguntó Gaby.

-No sé, pero me divierte verlo enojado.

-Están locos.

-Gracias.

Estuvimos un buen tiempo hablando hasta que cada uno se tuvo que ir.

Yo fui a mi casa.

Me di una ducha.

Y me tiré en la cama.

-¿Por qué siempre todos los días son aburridos? -me pregunté a mi misma.

Mi madre nunca paraba en casa.

A veces me encantaría estar con ella.

Decirle como me fue en el día. 

Que hice en el Instituto.

O contarle sobre todos los chicos que me han gustado.

¡Agh!

Fui al balcón a ver el atardecer.

No sé por qué, pero siempre me relaja ver el cielo.

Algo tonto. Lo sé.

-Hola Kenzie.

Esa voz.

-Hola.

-¿Que haces?

-Aquí observando el maravilloso atardecer ¿y tú?

-¿Estas bien? -me preguntó Emilio.

-Si ¿por qué no debería estarlo?

-Te noto un poco rara.

-Creo que solo es cansancio.

-¿Segura?

-¿Por qué todo en esta vida es dinero?

-¿Qué? -preguntó confundido.

-¡Estoy harta!

-¿Harta de qué?

-Harta de las aciones de mi madre. No hay un solo día que pueda verla. Siempre está metida en su trabajo. Yo sé que necesitamos el dinero pero ella sabe que tiene una hija debe al menos darle un poco de su tiempo -dije aguantandome las lágrimas.

-Tú sabes que en esta vida todo es dinero, ella trabaja para darte una buena vida, para pagarte las colegiaturas del Instituto y cumplir con los gastos de la casa. Tu sabes que ella está trabajando, ella no pierde su tiempo. Esta bien, tiene una hija, pero esa hija está grande, Kenzie ¡estás creciendo! Pronto ingresarás a la Universidad y tú madre estará orgullosa de eso, te apoyará en todo lo que tú decidas. Solo entiendela, ella necesita el trabajo, no creas que ella se ha olvidado que tiene una hija, ella sabe perfectamente que tiene una hija y la ama demasiado. Ella te ama Kenzie. Eres su hija, su única hija.

-Pareces un padre hablando -dije limpiandome las lágrimas.

Si, he llorado.

Lloro por qué esto realmente me importa.

Y las palabras de Emilio me ayudaron bastante.

-Te quiero Kenzie, aunque ni tú ni yo crea lo que estoy diciendo, te quiero, y todos tus amigos te quieren, los chicos te adoran.

-Yo también te quiero Emilio. Eres mi idiota favorito.

No sé por qué dije eso.

Solo me nació decirlo.

-Y tú mi gruñona favorita.

-Oye . . . Ehh . . . Mira, mi cumpleaños se acerca y los chicos y yo hemos estado pensando que sería divertido pasarlo en la playa.

-Oh increíble ¡¿por qué recién me dices?! -gritó haciéndome reír.

Idiota.

 Emilio es el idiota que siempre me saca una sonrisa.

-Tranquilo, no te pudimos decir en la mañana porque te fuistes.

-Oh verdad, ya recordé.

-Idiota.

-Amargada.

-¡Yo no soy amargada!

-¡Yo no soy idiota!

Nos empezamos a reir por los estúpidos e inmaduros que somos.

-Entonces ¿te apuntas?

-Donde hay fiesta siempre estará el rey Emilio.

-¿Rey Emilio?

-Claro.

-Que estúpido.

-Gracias, me encanta que me llenen de halagos.

-Tonto.

-Y . . . este ¿como te fue en tu cita con Dylan? -preguntó de la nada.

-Bien, la pasé genial.

-Oh vaya, me alegro.

-Bueno, me voy, mañana te veo -me despedí.

-Adios gruñona.

-Me gustaba más princesa.

-Pero te queda mejor gruñona.

-¡Adiós idiota!

 

 

 

 

 

 

HolAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!

¿Que les pareció el capítulo? ¡Los leo!

Amo a Emilio y a Kenzie.




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