Capítulo 21

-No lo supongas- dije-. Es tu fin.

Clave mi mano en su pecho, con la fuerza y furia suficiente como para romperle huesos y llegar a su asqueroso corazón, para arrancarlo. Lo decapité al segundo con una ráfaga de viento.

El cuerpo empezó a moverse de forma epiléptica y extraña, convirtiéndose en polvo negro, dejando un horrible olor a putrefacto.

Lancé el corazón al suelo con asco. Es la única parte de su asqueroso ser que se quedó. Limpié la mugre en el río, dejando una pequeña zona con agua roja, pero con el fruir, esta mancha desapareció.

Alejo se acercó a mí.

-Lo siento...- dijo e intenté abrazarlo, pero retrocedió.

-No me toques- dijo con desprecio.

Lo miré con dolor.

-Perdón... No me pude contender. Perdón- dije, arrepentida.

-Tú tampoco mereces vivir- dijo y me empujó, descolocándome, empezando a ahorcarme.

Intenté alejarme, pero él posee una fuerza mayor a la mía.

-¡¿Qué mierda haces?!- gritó Nicolas, empujando a Alejo lejos de mí, permitiéndome respirar y me abrazó, mirándome preocupado-. ¿Qué te pasó?

-No... No lo sé...- dije, abrazándolo.

Alejo se lanzó hacia mí pero quiso vengarse, haciendo que me estrelle contra el suelo de nuevo. Volvió a ahorcarme, pero con más fuerza.

Me estaba quedando sin aire, por lo que escuché un grito y luego me dormí.

(...)

Abrí los ojos, respiré agitadamente, como si fuera la primera vez.

Estaba acostada al lado de Nico, en el suelo del bosque, cerca de un enorme fuego que es apagado por bomberos.

Mi novio tenía una mano presionando sus costillas, en la zona lateral derecha. En su rostro se expresa dolor.

Le corrí la mano y vi una gran mancha de sangre, por lo que me asusté. Con un hechizo para curarle la herida, utilizando toda mi energía, pero vale la pena.

Al casi caer desmayada, lo miré, viéndolo más tranquilo, lo cual me hizo feliz. Sonreí, lo abracé con cariño, le di un beso cortito y me dormí a su lado.