Un Amor Poco Común

Capítulo 29

-Y por eso- hipo-, un unicornio tiene catorce ojos- hipo- por pelo- comentó Lucas, tirado en el suelo, con una botella en mano.

-¿En serio se han emborrachado tan rápido?- dije divertida, junto a Julieta.

-Se han tomado más de cinco cajas cada uno... Son como veinticinco litros mínimos de alcohol- dijo ella y reí.

-¿Cómo está tu crío?- le pregunté.

-Es molesto estar embarazada durante un año completo, pero bueno- dijo-. No puedo tomar, ni hacer nada brusco. Jason no me permite hacer nada, por miedo a hacernos mal.

-¿Ya eligieron el nombre?- pregunté, muy feliz.

-Creo que estás más feliz tú que yo- dijo y reí.

-Es emocionante saber que la familia se agranda- dije-. Aunque yo por ahora no pueda.

Miré al suelo triste y agarré la botella que tenía Nico en manos.

-¡Hey!- se quejó-. Y estaba bebiendo eso.

-Ya estás pasado de copas, duerme- utilicé el mismo hechizo que él usa mucho conmigo.

Él cayó rendido ante el sueño, colocando su cabeza en mi regazo.

Tome la bebida e hice una mueca de asco.

-¿Para qué tomas si no te gusta?- preguntó Julieta.

-Ahogo mis penas- dije divertida-. Llevaré a Nico a la habitación.

-Cuando Jason me suelte, te ayudo con el resto- dijo y la miré.

Jason está dormido, abrazándola por debajo de su gran panza, que parece que va a crecer hasta explotar.

-No te preocupes, puedo sola- dije.

Con magia, levanté a cada uno, para dejarlos en sus camas, las cuales fueron preparadas antes.

En la casa en donde nos mudamos cuando era pequeña, antes de empezar la vida loca, se volvió la nueva cabaña de todos. Cada uno o por pareja tenemos nuestras habitaciones propias.

Para celebrar, venimos aquí y como está modificada, es hermosa, con los gustos de todos.

Luego de llevar a cada uno a su habitación, volví con Julieta para ayudarla con Jaso y luego de dejar al dormido, volvimos al living a tomar un poco de té.

-¿Qué se siente tener un bebé dentro de ti?- pregunté, al traer galletas-. Según lo que me dijeron, es como un tumor que va consumiendo tu energía hasta crecer lo suficiente como para desprenderse de ti.

Ella rio.

-Es algo que no se puede describir- dijo y se tocó la panza-. Es una sensación muy rara, pero bonita.

Sonreí ante la imagen tan tierna que da.

-¿Cuántos meses estás?- pregunté.

-Siete meses. Aún me faltan cinco meses más.

-Que tierno.

-Y pensaba llamarla Linda.

-¡Me encanta!- exclamé-. Seguro que es hermosa como tú.

-Jason cree lo mismo- dijo, divertida.

-Y serán una familia muy hermosa- afirmé y luego bostecé.

-¿Qué hora es?- pregunté.

-Hora de dormir- me respondió, viendo el reloj de la pared.



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En el texto hay: romance, brujas, sobrenatural

Editado: 09.07.2018

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